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Como militantes que hemos compartido infinidad de batallas juntos, creemos que pasó la etapa de la confrontación y la pelea intestina. Es momento de levantar al gigante invertebrado. Sólo la unidad del peronismo puede resolver esta situación angustiante y decisiva.

Los nadies, los invisibles, son hoy, después de 40 años de finalizada la dictadura, la base de la clase trabajadora en Argentina. A veces contados en el "sector informal" del trabajo, nunca reconocidos como generadores de riqueza, siempre bastardeados. Una parte de este Pueblo laburante está dentro de un movimiento que eligió llamarse con el nombre de la gran líder espiritual del peronismo: Evita. A ellos y ellas está dirigida está misiva.

Hoy la Patria está en peligro, y está permitido todo, excepto no defenderla. No ahondaremos aquí en las decisiones de unos y otros que nos llevaron a caminos divididos. Lo que nos convoca es algo superior, una instancia en la que quieren retrotraernos a una Argentina pre-peronista y pre-kirchnerista. La democracia pende de un hilo. La situación económica lacera los bolsillos y las consciencias.

Todas las discusiones en relación al futuro del trabajo en el siglo XXI, junto al sujeto social al cual debemos interpelar, son válidas. Debemos tenerlas. Sólo pedimos que primen la contradicción principal y luego nos preparemos para construir una síntesis fraternal que nos permita levantar la Patria que soñamos. La de Perón, Evita, Néstor y Cristina, la de nuestros mártires y héroes populares.

La tradición de la lucha piquetera, la del movimiento obrero organizado, la experiencia de la gloriosa Juventud Peronista, los movimientos de mujeres, todos los espacios deben ser comprendidos en la Argentina para la victoria de nuestro Pueblo.

Compañeras, compañeros, los necesitamos en Juncal y Uruguay contra los hidrantes, los bastones de abollar ideologías, los escudos, y la represión. Los necesitamos en Merlo, el próximo sábado para bancar a Cristina. Es la única compañera que puede conducir esta etapa, dando todas las discusiones necesarias y no priorizando los nombres propios, dándole contenido programático a esta lucha que es una fase más de nuestro largo camino hacia la liberación nacional. 

Apelemos a aquella vieja expresión de Martín Fierro: "Los hermanos sean unidos porque ésa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera". Unámonos nuevamente contra nuestros enemigos históricos: los vencedores de la batalla de Caseros.

Fuente :

agenciapacourondo.com.ar