El médico sanitarista y asesor del Ministerio de Salud de Buenos Aires repasó el cuadro de situación que plantea la segunda ola y alertó sobre un eventual colapso si no se corta el ciclo molecular a esta pandemia.
“La segunda ola se está desplegando y tendrá su pico máximo en los próximos veinte días, cuando las variantes Manaos y Gran Bretaña sean prevalentes en el contagio comunitario. A lo que está sucediendo no hay que analizarlo como una fotografía sino como una película que se inició hace dos meses y medio”, dijo el médico sanitarista Jorge Rachid. Mientras la muerte por Covid sigue desgarrando familias, las camas críticas están al borde, y las vacunas fungen de única tabla de salvación, en la semana hubo un acontecimiento insólito.
Un grupo de negacionistas se reunió en un parque, en plena restricción para circular, obviando las medidas de protección y sembrando el desconcierto. La imagen bizarra que los muestra bailando y sin barbijo, salía casi en simultáneo con el audio del último WhatsApp que el Jefe de Policía de la Rosario, Adrián Forni, daba a su gente, instando a cuidarse y con la certeza de que los vería pronto. No pudo ser. En cinco días el virus lo mató. El contraste no podía ser mayor y el desconcierto tampoco. En las redes resultaba inexplicable que el atrevimiento no hubiera tenido más consecuencia que la disuasión.
Pero no fue todo, anunciados como Médicos por la Verdad, y con ese mismo supuesto valor axiológico, convocaron a un encuentro en el Monumento, el 25 de Mayo, con el desopilante epígrafe de Aliados de la Gloria. El día anterior ofrecían volantes a los transeúntes caminando sin barbijos.
Por insólito que parezca, ambas situaciones, las advertencias de Rachid y la actitud de los provocadores, coexistieron en la última semana en la ciudad que, nobleza obliga, descontando los casos de trabajo, tomó con bastante ligereza las restricciones de modo que se quejan de un confinamiento que en los hechos sólo parece tener fuera en el texto de los decretos. Los medios de comunicación también tuvieron un comportamiento peculiar, resaltando rubros afectados cuando en realidad, en contexto pandémico, no hay rubro que no se afecte, por eso justamente no es noticia batir todos los días ese parche, complejizando aún más las recomendaciones de restricción.
“En provincia de Buenos Aires tenemos absolutamente medido cómo el espacio público fue invadido a partir de la presencialidad de las escuelas. Esto tuvo una demanda alta en el transporte público que bajó los protocolos para poder dar respuesta”, explicó Rachid que además de médico del trabajo es profesor en Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. En su opinión, este aligeramiento hizo que la gente indujera una situación de supuesta normalidad y se descuidara con las medidas, y todo eso explotó a partir del 17 de febrero, cuando se comenzó a plantear la presencialidad como una cuestión de vida o muerte, comentó.
“Con los epidemiólogos y otros sanitaristas ya veíamos que esto iba a producirse, tanto es así que pedimos urgente cierre de fronteras y cancelar viajes internacionales, porque el virus viaja en avión”, relató. Y dijo que el aumento de casos, aunque se amesete, llegó con un sistema sanitario que está muy al límite y que aún no llegó al colapso, porque cuando eso se produce no afecta sólo a los pacientes de Covid, sino que no se puede atender un infarto o cualquier otra patología de urgencia. “Estamos preocupados porque vamos a tener una demanda superior en los próximos veinte días, de modo que las opciones son: bajamos el nivel de demanda actual o bajamos el nivel de contagio actual o enfrentaremos una situación muy compleja, por eso proponemos las restricciones”, enfatizó.
“Las restricciones en las zonas epidemiológicas más afectadas se tienen que realizar para cortar el ciclo molecular a esta pandemia, definitivamente, a todo esto. Obviamente seguirnos vacunando, por que eso nos permite sacar de la muerte y la terapia intensiva, a los vacunados”, explicó. Y dijo que una única dosis de vacuna puede proteger contra las formas más graves de la patología. “En Londres vuelven a la normalidad al cabo de haber vacunado con una sola dosis al 63 por ciento de su población y con dos dosis sólo al 16 por ciento”, explicó. Y dijo que lo dicho excluye los cuadros de comorbilidades.
¿Cuál sigue siendo la única actitud posible frente al virus? El cuidado y la prevención, enfatiza el médico sanitarista que además es asesor del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. “Si existiera un medicamento para el Covid, no hubiesen existido los 50 mil muertos. No hay ningún medicamento que pueda impedir la parasitación del virus dentro de las células “, dijo. Y contrapuso la situación a las patologías causadas por bacterias, a las que se pueden identificar y ubicar el antibiótico que le corresponde.
“El virus es intracelular y sólo el aislamiento, el distanciamiento y las vacunas, son lo que, según demostró el mundo, puede parar la pandemia. Por eso el virus, a partir de haber atacado a grupos más débiles, va mutando, va cambiando proteínas para atacar cada vez a grupos más jóvenes. La edad promedio, en todos los países de la zona, ha bajado entre 10 y 12 años. Esto es gravísimo y lo estamos viendo en nuestro país”, aseguró.
“En Terapia Intensiva y en los cementerios hay gente de edad muy joven y familias enteras destrozadas, porque si bien es verdad que los niños se contagian menos, tuvimos que poner cuatro salas más en el Garrahan, porque sí se contagian, desarrollan patologías y también mueren”, graficó con crudeza. Y advirtió no olvidar que los niños contagian a los mayores, en un círculo vicioso que de alguna manera hay que cerrar.
¿Por qué cuesta entender en pleno siglo XXI, la profunda dimensión de una pandemia y desde distintos grupos se activa la resistencia? “No son necios, mienten, ocultan, tergiversan y direccionan en función de sus intereses, en el caso de algunos medios de comunicación, responden a Fondos de Inversión buitres, están coptados por ellos, todos juegan en las Bolsas y han sido el principal ariete de algo que no pasó en el resto del mundo, pero sí aquí, que una oposición que tiene posiciones legislativas y ejecutivas en gobernaciones y municipios, desde el primer momento de la pandemia, haya realizado un ataque sistemático a las medidas sanitarias”, detalló. Y dijo que justamente una edición del diario británico, The Guardian, da cuenta de tal situación. “Nunca imaginamos que íbamos a tener una oposición política y un sistema de justicia que iba a confrontar con las políticas sanitarias”, comentó.
“Se nos hace inconcebible que en nuestro país haya personas que con tal de sacar un rédito político o fijar una posición de privilegio, utilizan mecanismos institucionales, debilitan la democracia y lo más dramático es que ponen en riesgo a 45 millones de argentinos, ya no se trata de una lucha política sino, como diría Hipólito Irigoyen, de las patéticas miserabilidades”, enfatizó, con una frase que cierra la pregunta del inicio.
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