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POR ENRIQUE DE LA CALLE

En conversación con AGENCIA PACO URONDO, el ingeniero, titular del Centro de Estudios de la Energía (CEDEN) y ex accionista de Electroingeniería (responsable de las represas en la Patagonia) Gerardo Ferreira, analizó los desafíos energéticos que tiene nuestro país y la relación económica que sostenemos con China, el gigante asiático.

Agencia Paco Urondo: ¿Es buena para el país la relación con China? 

Gerardo Ferreira: Esto ya lo evaluó, sacó sus conclusiones y tomó acciones el propio general Perón, hace 50 años, quien vio que China iba a ser una potencia emergente y envió una delegación. Luego, comenzaron en el 72 y se concretaron en 1973, las relaciones diplomáticas. Perón, que era un estadista, ha mostrado su acierto, porque con el tiempo, digamos que de 30 años a esta parte, China acentuó su proceso de reforma y apertura al mundo, aumentando las relaciones no sólo con Argentina sino con toda la región. Ha multiplicado por 10 el comercio exterior con la región y las inversiones han ido de la mano. Al país asiático hay que analizarlo como la potencia emergente que es (hoy es la número 2, pero en camino a ser la número 1), pero sin perder de vista qué estado, qué civilización es China. Entre los siglos XVII y XVIII fue la potencia más importante, producía el 60% del PBI del mundo.

Después de lo que ellos llaman el siglo de humillación, que sería entre 1870 y 1950, donde fue invadida por las potencias occidentales, y a partir de la revolución de Mao en 1949, particularmente del proceso de reforma y apertura que se inicia después de su muerte, se convierte primero en un jugador internacional, luego en la fábrica del mundo y hoy es la potencia tecnológica más desafiante a Occidente. A su vez, hace ya más de 10 años, ha logrado conformar un grupo de países que se presentan al mundo como los Brics. Eso ha consolidado un bloque económico de países emergentes que ha ido en ascenso hasta convertirse en el más importante, ha superado incluso al G7. En este contexto, la respuesta surge por sí sola. En los Brics está Brasil, que es nuestro principal socio económico. Grupo que está liderado por China, que es la segunda economía del mundo y el segundo socio comercial nuestro. Aún más que Brasil, compra todo lo que podamos producir.

APU: Pero también es uno de los responsables, en cierto punto, de una cuestión cambiaria compleja: tenemos un déficit comercial con China en torno a los 8 mil millones de dólares al año.

G.F.: Así es. Estuve presente en el Palacio del Pueblo cuando Xi Jinping le ofrecía a Cristina Fernández de Kirchner neutralizar, llevar a 0 ese déficit, porque a ellos tampoco les conviene ese superávit comercial. Porque Argentina, ahora, también va a integrar el Brics y a China no le conviene que un socio tenga la balanza tan desfavorable y problemas en su gobernabilidad, por falta de reservas debido al déficit que, con su comercio, nos originan. Ellos querían igualar la balanza de pagos incluyendo inversiones que están dispuestos a hacer en nuestro país, radicación de plantas industriales para lograr el proceso completo de, por ejemplo, autos o de celulares, así no tenemos que generar un déficit de autopartes con nuestros vecinos o con cualquier otra parte del mundo. Lo mismo con los celulares.

APU: ¿Por qué no se avanzó en ese sentido?

G.F.: Porque esto fue, concretamente, febrero de 2015. Se avanzó con la represa hasta que subió Macri. Se discontinuó todo lo que se había aprobado en el Congreso, todo lo que era la alianza estratégica integral con China, se paralizaron todos los proyectos con ese país, no sólo las represas. La infraestructura ferroviaria, como el Belgrano Cargas, también la cuarta central nuclear, Atucha 3, de 7800 millones de dólares, cuyo acuerdo ya estaba firmado, con tecnología Hualong y transferencia de la misma.

APU: Pienso en los contratos de las represas. China las financia ¿Cómo es la cuestión de los proveedores y el ecosistema de empresas que forma parte de una obra tan grande?

G.F.: Tienen prioridad los fabricantes nacionales. Esto lo hemos consensuado con los chinos hace 8 años atrás, antes de comenzar la obra. También, tuvimos reuniones con los industriales que podían proveer y hemos realizado acuerdos. Por ejemplo, el cemento, que es un elemento clave, se fabrica todo acá. El hierro. Salvo en las turbinas o generadores, que no hay fabricante local, donde realizamos desde la UTE una compulsa internacional que terminó por precio, antecedentes y plazo de entrega, una empresa china.

“A China no le conviene que Argentina tenga la balanza tan desfavorable y problemas en su gobernabilidad”.

APU: Las represas, hoy ¿En qué situación están?

G.F.: Precaria. Son 2 contratos. El principal, un contrato Estado/ Estado para proveer el financiamiento de todas las obras, con 3 grandes bancos estatales chinos que financian el total de la inversión. Con la paralización forzada que le introdujo Macri, quedó fuera de vigencia, por incumplimiento de los plazos de la obra. Tampoco fue puesto en vigencia por el gobierno actual. Hasta este viaje actual de la delegación, Argentina no había manifestado interés firme en reactualizar y relanzar el contrato de financiamiento. El otro, el contrato de construcción o comercial, tampoco está plenamente vigente. En el 2018, durante la construcción de la Central Hidroeléctrica Néstor Kirchner, que es la más grande, surgió una falla geológica en las laderas. Esa falla generó un nuevo diseño para resolverla. Ese diseño tuvo aprobación por expertos internacionales que están designados de común acuerdo, pero Macri ni lo trató y este gobierno, por diversas causas, fue demorando la aprobación final e hizo una aprobación parcial hace cosa de 5 meses. La totalidad del proyecto de la Central Néstor Kirchner, la delegación argentina anunció que iba a estar terminado a mediados del mes de junio. Podríamos decir que el contrato de construcción está completado y firme al día, falta renovar el de financiamiento adecuado a los tiempos. Mientras tanto, las obras han ido avanzando lentamente porque avanzan con recursos de la UTE.

APU: En los medios se dijo que Gustavo Béliz paralizaba la relación con China ¿Ves que pasó algo de eso, durante el gobierno de Alberto Fernández? ¿Por la disputa geopolítica, el gobierno eligió, en principio, no pelearse con EEUU?

G.F.: Claramente, es así. Incluso, los máximos funcionarios de delegaciones de Estados Unidos como la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, o Mr. Sullivan, han afirmado públicamente su desagrado con las inversiones chinas en Argentina, se oponen a que una empresa como Gezhouba esté llevando el proyecto en UTE, asociada a una empresa argentina. Desde que asumió el actual gobierno y, específicamente, el ministro de Asuntos Estratégicos, quien era el responsable de poner en vigencia el contrato de financiamiento, no lo hizo hasta su renuncia, que creo fue en agosto del 2022. El primer acto de Batakis, que duró muy poco, fue firmar en Calafate a la parte del contrato que había perdido su vigencia. Falta firmar una venda que lo adecue al nuevo proyecto. Ahí quedó demostrado que estaba frenado por Béliz.

“Las represas le ahorrarían al país entre 1000 y 1200 millones de dólares”.

APU: Y el nuevo impulso que le da Massa ¿cómo lo evaluás? ¿Es desesperación por falta de dólares o una definición política?

G.F.: Es una pregunta compleja, porque todo el proyecto es complejo. Por lo general, se evalúa una sola de las partes, el contrato comercial, que es el subordinado. ¿Cuál es el rol de la delegación actual? Es un préstamo muy trascendente. Son 5000 millones de dólares para un solo proyecto, el de la central hidroeléctrica. Es el crédito y el proyecto más grande de China al exterior y la obra pública más grande de Argentina. Por esa importancia, por el riesgo argentino y las connotaciones geopolíticas, intervienen 3 entidades financieras chinas: los grandes bancos estatales (CDB, Bank of China y el ICBC), el Sinosure que controla el riesgo de cada país donde invierte y actúa como aseguradora, y por último el Comité de la Reforma, el segundo poder político más importante que tiene China y el que aprueba las inversiones. Para el primer desembolso en 2015, nos llevó 2 años de trabajo para ser aprobado por las 3 entidades. Por los trascendidos, la delegación argentina no se ha reunido con ninguna de las 3. Sí se reunieron con la constructora, Gezhouba, pero esta no puede comprometer ni afectar fondos desde China. Para emitir una opinión, estoy esperando tener noticias de qué pasa con la actualización del crédito, la adecuación de remesas, por parte de las 3 entidades.

APU: ¿Por qué son importantes para nuestro país las 2 represas?

G.F.: Por el tema que esta en tapa en todos los diarios desde hace un año, la magnitud de nuestras reservas. Simplificando, las represas, si hubieran estado en funcionamiento como estaba previsto para enero/ febrero de 2021, ahorran al país entre 1000 y 1200 millones de dólares. Incluso, repagando el crédito, nos quedan entre 700 y 800 millones netos. Ahora mismo, a pesar de que no está aprobado por las 3 entidades la continuidad del financiamiento, como gesto, China ya envió en tiempo récord 500 millones de dólares y el Ministerio de Economía lo anunció en diciembre pasado. Nos quedarían todos esos dólares para aumentar la reserva del Banco Central, ya que no se importa GNL ni combustible porque se genera con 2 reservas hidroeléctricas.

APU: Este año tenemos elecciones y existe la posibilidad seria de un triunfo de la oposición ¿Es imposible una relación con China, con esos actores?

G.F.: No tan así. Primero, Milei no se sabe qué va a hacer. Se presume, pero no ha sido explícito. Hasta Bolsonaro, que hizo toda su campaña denunciando a la civilización china con sus 4700 años de historia documentada como un país comunista. Y, sin embargo, antes del año de gobierno ya hizo un viaje a ese territorio. A China es imposible ignorarla porque lidera un nuevo orden internacional. Por el lado de Juntos por el Cambio, creo que hay un debate pendiente. Macri paralizó las represas, pero su padre fue el gran pionero de la relación con el gigante asiático. Rodríguez Larreta tiene relaciones de hermandad a nivel ciudad, Buenos Aires con Beijing. No es una cuestión ideológica, se impone una realidad porque China es la potencia número 2 y si sigue la crisis en Estados Unidos, será la 1. Más aún, si está conformando un bloque donde están todos los grandes países en desarrollo. Ese es nuestro lugar en el mundo, más allá del partido que gane, lo debemos ocupar como hizo Brasil, nuestro gran socio en la región.

Fuente : agenciapacourondo.com.ar