El defensor de Brisa Milagros Leguizamón –la novia del casamiento que derivó en el triple crimen de Ibarlucea– aseguró que su clienta enfrentará a la justicia en el juicio que se realizará el 14 de febrero, Día de San Valentín.
Martín Frassi, abogado de Leguizamón, aseguró que la mujer “está dispuesta a comparecer” ante la Justicia Federal, que ordenó su captura al igual que la de su marido, Esteban Pinky Rocha, quienes irán a juicio en dos semanas por comercio de estupefacientes.
El defensor presentó un recurso de apelación para que se revea la decisión de revocarle la prisión domiciliaria a Leguizamón en la causa por comercio de estupefacientes, y afirmó que el marido, quien también está prófugo, pudo afrontar la fiesta de casamiento porque “es técnico en refrigeración y le iba bien”.
Frassi dijo este miércoles que la chica “está dispuesta a comparecer” ante el Tribunal Oral Federal 1, que a mediados de mes comenzará a juzgarla junto a su marido. El TOF1 le había otorgado la prisión domiciliaria hasta el juicio, previsto para el 14 de febrero, porque Leguizamón es madre de dos niños de 6 y 3 años, explicó el abogado.
Sin embargo, el tribunal revocó ese beneficio luego de que se conociera que la mujer se casó el viernes pasado con Rocha sin solicitar la autorización judicial correspondiente.
Al término de la fiesta de casamiento, realizada en el salón de eventos Campos de Ibarlucea, ubicado a 10 kilómetros de Rosario, fueron asesinados a tiros Maximiliano Giménez y Érica Romero, junto a la hija de ambos de un año y medio.
Mientras el hombre y su hija fueron trasladados por asistentes al evento hasta un hospital, donde se constataron sus muertes, la mujer apareció calcinada en un Audi TT quemado, en un camino rural de la zona.
Un joven de 19 años se presentó a la Justicia y declaró que como no pudieron sacar a la mujer del vehículo, él la quiso llevar a un hospital pero estaba ebrio, se puso nervioso y al ver una patrulla policial tomó un camino de tierra y quemó el vehículo con Romero en su interior.
A la par que la Justicia ordinaria santafesina investiga el triple crimen, efectuado por un grupo de sicarios que se movía en una camioneta Volkswagen Amarok, el TOF1 de Rosario citó a comparecer a Leguizamón y Rocha, pero ninguno de los dos se presentó.
El abogado de la mujer dijo en declaraciones a LT8 que “ella está dispuesta a comparecer”, y admitió que se casó sin la autorización judicial necesaria por cumplir prisión domiciliaria. “Brisa me había pedido (que solicitara el permiso) hace dos o tres meses, pero como faltaba una documentación esa presentación no se hizo”, sostuvo Frassi.
El abogado defensor dijo que presentó un recurso ante el TOF1 para ir a la Cámara de Casación Penal y que se revea la resolución del último fin de semana que revocó el beneficio de prisión domiciliaria de Leguizamón.
“En principio mi defendida está procesada y el juicio se iba a realizar el 14 de febrero, aún no está condenada. Se la sindica como que estaría en el tercero o el cuarto eslabón de una cadena delictiva” dedicada a la venta de drogas en la zona norte de Rosario.
Pinky Rocha, el novio del casamiento que derivó en triple crimen, también está procesado en la misma causa pero Casación le otorgó la libertad. Sin embargo, al no comparecer el domingo último ante el TOF1, el tribunal ordenó su captura y se encuentra prófugo.
“Yo soy abogado de Brisa, Rocha tiene un defensor oficial, pero cuando me pidió asesoramiento sobre su citación a presentarse el domingo a las 11 mi idea fue que se presentara, porque él está en libertad y no hay ningún motivo para su detención”, dijo Frassi.
Consultado respecto a cómo se financió la boda, el abogado aclaró que si bien “desconoce” el origen de los recursos, su defendida “vive del trabajo de su pareja, ahora su marido” tras el casorio. “Él es electrotécnico o técnico en refrigeración y le iba bien en ese sentido”, abundó.
Fuentes judiciales precisaron a Télam que el matrimonio va a ser juzgado como “eslabones menores” de una cadena de comercialización de drogas en el noroeste rosarino, vinculada a una mujer llamada Olga Tata Medina, que cumple condena por narcotráfico de 4 años de prisión, dictada en 2020.
Medina fue allanada varias veces y es una “vieja conocida” de los policías antinarcóticos de esta ciudad santafesina. En marzo y noviembre pasado su vivienda de Agüero al 4.300 fue baleada por desconocidos, y en el primer episodio fue herido un nieto de Medina, de 3 años.
En esa casa cumplían entonces prisión domiciliaria dos hijas de la Tata, involucradas también en proceso por drogas, dijeron los investigadores.
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