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Mariela Mariani es una de las 41 mil docentes que este sábado recibió el premio a la Asistencia Perfecta que paga la Provincia a quienes no faltan por ninguna razón a dar clases. Junto al mensaje de que era una de las beneficiarias de este plus salarial, recibió una carta de reconocimiento y felicitaciones del ministro de Educación José Goity. “Considero que el mejor premio a la labor docente debería reflejarse en nuestro salario y en mejores condiciones de trabajo, no en incentivos que más que premio parecen intimidación”, le respondió la profesora.

Mariani enseña en el nivel secundario y superior de la provincia. Lleva más de 10 años dando clases en el sistema educativo santafesino. Junto al anuncio de que este sábado ya tenía disponible el cobro del premio a la Asistencia Perfecta (presentismo 2024), el ministro Goity le expresa en un mensaje “su reconocimiento y agradecimiento por el compromiso sostenido con su trabajo, acompañando los procesos pedagógicos y educativos”.

“Hay muchas cosas que tienen que pasar para que un chico aprenda, pero lo más importante es que en el aula, el docente y los alumnos sostengan diariamente la experiencia pedagógica y de aprendizaje”, dice en esa nota el funcionario de Maximiliano Pullaro.

A través de una carta pública, la profesora agradece al ministro “su comunicación y el reconocimiento por el compromiso y la labor diaria en el aula”. Pero a la vez le expresa que su “dedicación y profesionalismo no deberían ser premiados por un incentivo por no faltar”. “Sino que creo que lo más justo sería una remuneración equivalente a la tarea realizada y no que dependa de mis ausencias, ya que cuando la ausencia sea inevitable voy a faltar sin por ello dejar de ser la docente comprometida que soy”, pide la docente.

En esa carta le transmite: “Trabajo con gusto y dedicación, a pesar de las dificultades económicas y las condiciones en las que estoy desempeñando mi tarea. Lamentablemente, el salario que recibo no refleja adecuadamente mi esfuerzo y calidad de enseñanza”.

Mariela Mariana aprovechó la oportunidad para recordarle que las herramientas y recursos que utiliza en sus clases provienen de su propio bolsillo. “Desde diciembre, con los cambios en los gobiernos nacional y provincial, ya no recibo ni la mínima asistencia que se nos brindaba, que aunque insuficiente, era un alivio”, explica.

En su carta le comparte su convicción de cómo debería distinguirse el oficio de la enseñanza: “Considero que el mejor premio a la labor docente debería reflejarse en nuestro salario y en mejores condiciones de trabajo, no en incentivos que más que premio parecen intimidación”.

“Espero que puedan tomar en cuenta estas reflexiones y que sirvan para mejorar las políticas y prácticas educativas en beneficio de todos los docentes y, por ende, de nuestros estudiantes”, pidió al final de su mensaje.

El texto completo de la carta

Estimado Ministro José Goity,

Agradezco su comunicación y el reconocimiento por el compromiso y la labor diaria en el aula.

Sin embargo, no puedo dejar de expresar algunas reflexiones personales respecto al incentivo a la asistencia perfecta que hace mención en su mail. Como docente comprometida tanto con mi labor como con el aprendizaje de mis alumnos, considero que mi dedicación y profesionalismo no deberían ser premiados por un incentivo por no faltar. Sino que creo que lo más justo sería una remuneración equivalente a la tarea realizada y no que dependa de mis ausencias, ya que cuando la ausencia sea inevitable voy a faltar sin por ello dejar de ser la docente comprometida que soy.

Trabajo con gusto y dedicación, a pesar de las dificultades económicas y las condiciones en las que estoy desempeñando mi tarea. Lamentablemente, el salario que recibo no refleja adecuadamente mi esfuerzo y calidad de enseñanza. La remuneración justa debería ser la norma, no los incentivos condicionados.

Aprovecho la oportunidad para comentarle que las herramientas y recursos que utilizo para impartir clases provienen de mi propio bolsillo. Desde diciembre, con los cambios en los gobiernos nacional y provincial, ya no recibo ni la mínima asistencia que se nos brindaba, que aunque insuficiente, era un alivio. El mantenimiento de mi computadora, el acceso a internet y las capacitaciones necesarias para mejorar mis habilidades docentes corren por mi cuenta.

Considero que el mejor premio a la labor docente debería reflejarse en nuestro salario y en mejores condiciones de trabajo, no en incentivos que más que premio parecen intimidación.

Espero que puedan tomar en cuenta estas reflexiones y que sirvan para mejorar las políticas y prácticas educativas en beneficio de todos los docentes y, por ende, de nuestros estudiantes.

Saludos cordiales,

Mariela Mariani / Docente de nivel medio y terciario.

El “premio” de la Provincia

De acuerdo con la Provincia, “un total de 41.487 docentes de gestión estatal recibirán este sábado el proporcional correspondiente a los 15 días de abril del premio Asistencia Perfecta”. Se trata de “un incentivo económico mensual y otro trimestral para aquellos docentes que en ese período no registren faltas o tengan sólo una”.

Los montos -aclaran desde la Provincia- “son proporcionales a la mitad del mes de abril -el programa comenzó a regir el 16 de ese mes-, por lo que representan: para los docentes con asistencia total (15 días de abril)” 28,700 pesos por cargo docente, 43,050 pesos para docentes de jornada completa; 57.400 pesos para cargos directivos y de supervisión; 2.392 pesos por hora cátedra de nivel superior y 1.913,50 pesos por hora cátedra de otros niveles.

Para quienes registren una inasistencia en ese período representan 14.350 pesos por cargo docente; 21.525 para docentes de jornada completa; 28.700 para directivos y supervisión; 1.196 pesos por hora cátedra de nivel superior y 957 pesos por hora cátedra de otros niveles.

Fuente : redaccionrosario.com