Mariana Sánchez, madre de Nazareno Vargas, joven asesinado en 2017 junto a Agustín Curbello, conversó con AGENCIA PACO URONDO y denuncia las carencias de la investigación. Además, se refirió a la hipótesis que señala a agentes policiales.
“Incriminar a las víctimas de gatillo fácil es el mecanismo que implementa la policía”
Mariana Sánchez, madre de Nazareno Vargas, joven asesinado en 2017 junto a Agustín Curbello, conversó con AGENCIA PACO URONDO y denuncia las carencias de la investigación. Además, se refirió a la hipótesis que señala a agentes policiales.
Por Juan Borges
El jueves 29 de julio pasado se conmemoró el cuarto aniversario de los asesinatos de Nazareno Vargas y Agustín Curbello. Los jóvenes, ambos de 18 años, fueron masacrados en 2017, en Merlo, provincia de Buenos Aires. La familia denuncia la ausencia de investigación sobre la hipótesis que señala a la Policía Bonaerense. Mariana Sánchez, madre de Vargas, dialogó con AGENCIA PACO URONDO y aporto detalles sobre la causa.
AGENCIA PACO URONDO: ¿En qué estado se encuentra la investigación actualmente?
Mariana Sánchez: La causa aún está en etapa de instrucción. Permanece en investigación. Con lo cual no ha avanzado en nada prácticamente. Los pasos que se han dado fueron muy lentos. Desde un primer momento pedí que no llevara la investigación la Policía Bonaerense. Sin embargo, ellos estuvieron al frente durante ocho meses. Después las pericias estuvieron a cargo de Policía Federal y Gendarmería. Todo lo relacionado a las armas y el peritaje a los teléfonos. La causa se empezó a ensuciar bastante.
Las dos familias estamos separadas lamentablemente por discrepancias. Nuestra familia y la de Agustín Curbello. Es un error porque los culpables son nuestros enemigos, no nosotros mismos. La Policía Federal se alejó de la investigación al percibir esas discrepancias. Desde hace poco recién estamos trabajando con el identikit del supuesto asesino de los chicos. Le pedimos al Ministerio de Seguridad que aportara una recompensa para encontrar al asesino. Era una manera de avanzar en la causa ya que en estos cuatro años no hubo ningún avance.
APU: ¿Recibió hostigamientos?
MS: Al principio tuvimos un auto con vidrios polarizados parado en la puerta de nuestra casa durante horas. También personas de civil advirtiéndonos que nos teníamos que ir del barrio. Llamadas telefónicas intimidantes para que desistiéramos en acusar a alguien de la fuerza. Que no molestáramos porque había sido un ajuste de cuentas narco. En una oportunidad también le apuntaron con un arma de fuego a mi hija una persona de civil. Todos esos hechos fueron los primeros meses. Después no tuvimos más ningún tipo de presiones ni hostigamientos. Al principio también nosotros estábamos mucho más en la calle. Hacíamos marchas, cortes de ruta, murales.
APU: ¿Desde el comienzo se buscó incriminar a los chicos en un acto delictivo?
MS: En realidad es el mismo mecanismo que se utiliza siempre en estos casos. Acusar a la víctima de algún crimen para ocultar su propia culpabilidad. Los acusaron de que andaban robando, de que eran narcos. Eso genera un consenso social y mediático para justificar estos crímenes a nuestros jóvenes. Se busca justificar que los muertos están bien muertos. Es la manera de justificar sus crímenes.
APU: ¿Cómo considera que va a continuar esta causa?
MS: Yo tengo esperanzas que algún testigo va a aparecer y hablar. El tema es que la gente le tiene mucho miedo a la policía entonces no se meten. Pero creo que en algún momento la conciencia de alguien va lograr que esa persona testifique y se aclaren las cosas. Seguramente alguien va a hablar y contara lo que realmente vio y pasó esa noche. Para que se sepa la verdad. Que haya un poquito de justicia. El desenlace de esta causa realmente no me lo imagino. Yo simplemente pido que se haga justicia y se sepa realmente la verdad. Pero la justicia es demasiado lenta e injusta. Tan solo pido que el asesino de mi hijo no ande impunemente por la calle.
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