Más plata para la educación pública, ningún lugar a las apetencias de la derecha. Premisas que levanta la secretaria general de la Ctera (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina), Sonia Alesso, a la hora de hablar de las prioridades a atender. Alerta sobre el avance de la mercantilización educativa que empujan fundaciones y organismos de financiamiento internacional como el Banco Mundial; y que en los hechos significan menos derechos para las trabajadoras y trabajadores de la educación, menos derecho a la educación pública para las niñas, niños y jóvenes.
La defensa de la educación pública está unida a la defensa de los derechos de las trabajadoras y trabajadores de la educación. En ese mensaje se para Alesso ante otro 1° de Mayo. Y por eso alerta sobre “los discursos de la derecha”, de Javier Milei, Horacio Rodríguez Larreta y su ministra Soledad Acuña, Patricia Bullrich o Mauricio Macri, entre otros.
En estos días, la Ctera salió a responderle a Milei sobre sus declaraciones de terminar con la educación obligatoria y entregar vouchers, remarcando la ignorancia que reflejan sus dichos. Pero no es el único: “Larreta no se atreve a hablar de vouchers pero sí a desfinanciar el presupuesto educativo”, señala Alesso.
Recuerda que el PRO (o Juntos por el Cambio, en sus distintas versiones) “viene planteando la reforma laboral, la reforma jubilatoria y la reforma fiscal a modo de una gran normativa” que además busca “disciplinar a la clase trabajadora para que no pelee”, y sobre la que avisan que de ser gobierno “lo van a hacer en los primeros días” de gestión. “Esta es una alerta para nuestras compañeras y compañeros docentes porque cambiarían nuestras condiciones laborales, régimen jubilatorio y derechos como trabajadores, que han sido producto de la lucha constante de Ctera en todo el país”.
Una razón más por la que afirma que, este año que se cumplen 40 de democracia ininterrumpida y 50 de la fundación de la Ctera, hay que sostener los pilares de Memoria, Verdad y Justicia.
Entre el 17 y 19 de abril pasado, sindicatos de toda Latinoamérica se reunieron en la sede de la Ctera en Buenos Aires para lanzar a nivel regional la campaña global “¡Por la Pública! Creamos Escuela”, impulsada por la Internacional de la Educación (IE). En ese encuentro regional participaron el presidente de la Internacional de la Educación para América Latina (Ieal), Hugo Yasky; la vicepresidenta, Fátima Silva (Brasil), y el presidente de la IE, David Edwards, entre otras y otros referentes. La preocupación por cómo mete mano el mercado en las escuelas públicas fue central.
La secretaria general de la Ctera, Sonia Alesso.
—En la reciente reunión de la Ieal se acordó impulsar una acción conjunta contra el comercio educativo, ¿en qué consiste?
—Fue un encuentro de secretarias y secretarios generales de sindicatos docentes de América Latina, también participó el secretario general de la IE, David Edwards. Se lanzó la campaña mundial contra la mercantilización de la educación a nivel regional. En el encuentro se denunció el efecto demoledor de lo que están haciendo fundaciones y organismos como el Banco Mundial fomentando el comercio educativo. Esta denuncia se liga mucho con el discurso de la derecha sobre la educación. Lo que pasa en América Latina son situaciones casi calcadas, con las fundaciones ligadas a distintos partidos de la derecha, como pasa aquí con el PRO. Ocurre en todo el mundo, especialmente en la región.
—La consolidación de los sectores de derecha en el país es un hecho ¿Qué consecuencias tiene este avance para la educación pública y, en particular, para el magisterio?
—La campaña que lanzamos a nivel mundial es en defensa de la educación pública y por más inversión educativa. Lo que estamos advirtiendo son las consecuencias terribles de la desinversión educativa y sobre estos mensajes de desprecio hacia la educación pública. Fundaciones vinculadas a partidos y a distintas iglesias, el Banco Mundial (BM), la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) o la Usaid (Agencia de los EEUU para el Desarrollo Internacional), entre otros organismos, financian campañas para debilitar la educación pública y favorecer el comercio educativo. Por eso tampoco son descabelladas las recientes declaraciones de Milei, no se dan en cualquier contexto. La consecuencia del discurso de la derecha es la baja de la inversión educativa. Eso se manifiesta, por ejemplo, en la ausencia de maestras y maestros. En el encuentro, el representante de Australia (AEU), Angelo Gavrielatos, denunció la falta de maestros en Europa y en su país, como consecuencia de la falta de financiamiento de la educación pública, las condiciones de trabajo y salariales. Con el agravamiento de la pos pandemia, que derivó en que muchos docentes dejaran sus puestos de trabajo fundamentalmente por la sobrecarga laboral y los bajos salarios. Por otro lado, estos discursos también dan lugar a una educación enlatada de bajo costo, con un claro mensaje de mercantilización educativa. En el último estudio del Observatorio Latinoamericano de Política Educativa (Olpe), que expuso su coordinadora Gabriella Bonilla en el encuentro de la Ieal, se hace un seguimiento de lo que está pasando con el comercio educativo en cada uno de los países de América Latina. Es realmente sorprendente ver que quienes están haciendo negocios con la educación son los mismos en toda la región y en el mundo. Y, por un lado, que los préstamos que hacen los organismos de financiamiento internacional como el Banco Mundial tienen injerencia directa sobre las políticas educativas soberanas que debería tomar un país. Y, por otro, cómo los mismos organismos que nos endeudan, como el BM y el FMI, después proponen ajustes en la educación pública.
—Lo que se materializa en precarización laboral para las docentes, por ejemplo.
—No es sólo la precarización laboral sino también cómo estos organismos están interviniendo en la condiciones de trabajo para que no aumente la inversión educativa, en la definición de los contenidos o para que parte de la financiación vaya a sostener escuelas privatizadas o que tengan financiamiento exterior, no sólo para condicionar su presupuesto sino también sus condiciones de trabajo. Esto con la consecuente persecución a los dirigentes sindicales y a sus organizaciones, y también con una criminalización de la protesta social en aquellos países en los que se pelea en defensa del presupuesto educativo y contra estas políticas de ajuste.
—La defensa de la educación pública y del trabajo docente están estrechamente vinculados. ¿En qué ejes hay que poner el acento en este momento?
—Por un lado, en el financiamiento educativo y, por otro, en debatir muy fuertemente con la comunidad educativa los peligros que significan estas políticas de derecha. En estos días leí una encuesta que consultaba si había que privatizar la educación y un número altísimo de personas sostiene que hay que defender la educación pública. La universidad pública, la educación pública en general, tienen muchos años de historia y de lucha consecuente, han ganado prestigio en la Argentina. La gente es consciente de que destruirla significa que sus hijos tengan menos derechos. Pero hay que esclarecer más a la comunidad, lo que significa el avance de la derecha, tanto en los salarios docentes, en las condiciones jubilatorias, en el ajuste en la inversión educativa. El desafío es pelear por mayor presupuesto educativo y dar todos los debates que haya que dar. Se trata de generar un ámbito muy amplio de discusión. Se tiene que votar el proyecto de ley que eleva del 6 al 8 por ciento del PBI la inversión estatal en educación, igual que avanzar en el convenio colectivo marco para el sector docente.
—Los 50 años de la Ctera coinciden con los 40 años de democracia ininterrumpida, ¿qué es lo ineludible al momento de conmemorar?
Alesso afirma que hay que defender los pilares de memoria, verdad y justicia. Foto: Ctera
—No se puede dejar de pensar en todo lo conquistado y todo por lo que hay que seguir peleando. Tenemos que reivindicar los 40 años de democracia que han sido construidos sobre la base de la lucha por Memoria, Verdad y Justicia. Lo ineludible es sostener las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, los derechos laborales que conquistamos y que tenemos que fortalecer, muy claramente este año que se cumplen 40 años de democracia. Lo otro es seguir en sintonía con América Latina, junto a los países que plantean la necesidad de avanzar en conjunto, frente a un mundo muy complejo, y en el que los recursos y los bienes comunes que tenemos son buscados por muchas potencias. El agua: somos la segunda reserva de agua dulce en el mundo; el litio, el petróleo, los minerales, la pesca… recursos que tiene la Argentina y por los que los poderes están tratando de torcer nuestro destino para que seamos de nuevo una colonia. El acuerdo con el FMI es un jaque a las economías de los docentes y de todos los trabajadores y trabajadoras.
Las violencias y agresiones de distinto orden hacia las escuelas es una preocupación que la Ctera llevará a la próxima paritaria con el gobierno nacional. La idea es acordar un plan de resguardo y reparación. Según adelanta Sonia Alesso, se trata de atender a los hechos en los que las escuelas y sus docentes quedan atrapados en situaciones muy complejas. Las balaceras a los edificios escolares en Rosario es uno de estos casos. “Tiene que haber una política de defensa estatal de maestros y directivos, donde no sólo esté Educación, sino también Salud, Transporte o Desarrollo Social”, dice.
En esa reunión paritaria también se hablará de las actualizaciones previstas para mayo y junio, y se expondrá la preocupación de la Ctera por el financiamiento educativo.
Fuente : redaccionrosario.com
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