En el inicio de la quinta fecha, el Canaya derrotó 1 a 0 a Godoy Cruz en Arroyito, con gol de penal de Ignacio Malcorra. Al equipo de Miguel no le sobró nada, ni en juego ni en resultado, pero se mostró implacable jugando en casa.
En un partido trabado y con pocas situaciones de gol, Rosario Central se repuso de la dura caída que acarreaba de la Fortaleza Granate, y le ganó por la mínima al conjunto mendocino.
Más cortado que jugado, los primeros minutos en el Gigante de Arroyito fueron para el bostezo. La pelota no tenía dueño, se la prestaban constantemente y el peligro ni asomaba por las áreas. Los constantes parates por faltas le sacaban la poca fluidez que tenía el trámite del encuentro.
La primera jugada con cierto riesgo fue para Godoy Cruz, con un fuerte disparo lejano del lateral chileno Thomas Galdames que pasó muy cerca del palo más lejano de Jorge Broun Las veces que Central se acercó al arco rival, fue sin inquietar al arquero Diego Rodríguez.
La cosa empezó a cambiar a los 23 cuando derribaron dentro del área a Damián Martínez, e Ignacio Malcorra cambió ese penal por gol. El volante ofensivo pateó al palo opuesto al que eligió el Ruso, y a cobrar.
La mala para el local fue que a la media hora de juego, Francis Mac Allister debió dejar el campo de juego por lesión, y en su lugar ingresó Walter Montoya. Ya en tiempo de descuento, el Canaya estuvo cerca de ampliar la ventaja, pero Alejo Veliz no alcanzó a conectar de cabeza un buen centro del colombiano Jaminton Campaz
En el segundo tiempo, el Tomba se adelantó unos metros pero se topó con la defensa auriazul. De contra, el delantero Octavio Bianchi –que tenía un puñado de minutos en cancha– sacó un potente remate cruzado, aunque demasiado abierto como para meterse entre los tres palos.
Una buena noche de los zagueros Carlos Quintana y Facundo Mallo hizo imposible todo intento del bodeguero de empatar el partido. Adelante, Bianchi volvió a ganarle a los defensores tombinos, pero esta vez fue el arquero quien le ahogó el grito.
Central ganó con lo justo, desde lo futbolístico y desde lo numérico. La gran noche de la pareja de centrales explicó en parte el resultado final. Ambos aguantaron los embates del Tomba, que en todo el segundo tiempo no llegaron a mayores. Por el momento, los dirigidos por Miguel Russo se sienten cómodos en el Gigante como no sucede en otro estadio. Allí disputaron tres partidos, y suman puntaje ideal.
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