El sociológo y analista político Artemio López dialogó con AGENCIA PACO URONDO RADIO (domingos de 10 a 12, FM La Patriada) sobre el discurso del presidente Alberto Fernández en el Congreso y el alegato de Cristina Fernández de Kirchner.
Por Martin Massad y Juan Cruz Guido
AGENCIA PACO URONDO: A su entender, ¿el discurso de Alberto Fernández, en el inicio de la las sesiones ordinarias del Congreso, y el alegato de Cristina Fernández de Kirchner se encuentran en sintonía?
Artemio López: Efectivamente, para mí estos fueron los dos hechos políticos de la semana, funcionan unidos, de manera obvia y visible. Es decir, ambos discursos fueron en la misma sintonía y dirección tanto política como conceptualmente. Esto deja ver, precisamente, cómo la teoría del doble comando queda sin sustento. Fijate que la iniciativa de Alberto de proponer la querella criminal contra el endeudamiento en el régimen macrista está en línea con la impugnación al Poder Judicial y el señalamiento del compromiso de un sector del Poder Judicial para la continuidad del régimen del macriato. Obviamente, los medios opositores no toleran esta unidad férrea entre ambos discursos, por lo que están insidiosamente instalando la fisura entre las dos miradas y políticas desde el minuto cero del gobierno.
APU: ¿Considera que es beneficioso para CFK estar en los medios opositores con una causa abierta que es irrisoria?
A. L.: Para un sector de la sociedad la beneficia, que es el sector que acompaña su liderazgo y efectivamente le dio el triunfo electoral en el 2019 de manera contundente en el Frente de Todos. Ahora, para otro sector de la sociedad, obvio que esto no la beneficia. Hay una división de audiencias totalmente irreconciliables, y lo que hacen eventualmente los medios opositores al instalar esta discusión sobre “la causa de dólar futuro”. Por su parte, también CFK, al no pedir la absolución por parte de su alegato con que enfrentó la causa, me parece que también redunda y polariza la opinión en términos de estructura de comunicación, y no cambia en nada las preferencias en términos electorales y políticos. En otras palabras, la permanencia de CFK en los medios opositores no la perjudica, así como no la beneficia este tipo de intervenciones para con un sector de la sociedad que ha decidido implacablemente no acompañar su propuesta política ni de gestión. Hay una brecha irreconciliable y no creo que eso cambie.
Ahora, la agenda de CFK o una causa como la del dólar futuro que es inconsistente en términos judiciales a todas luces –incluso parte de la oposición está negando su consistencia– muestra una debilidad conceptual de los medios opositores porque no tienen con qué acusar y utilizan este tipo de causas para seguir insistiendo en la culpabilidad de CFK. De todas formas, no tengo dudas de que cuando se apruebe la inconsistencia de esta causa vendrán con otra, porque el problema de los medios opositores es que no buscan la verdad, sino que buscan hacer una campaña electoral que desmerite al Frente de Todos y hacer en octubre una mayoría, por parte de la oposición, que desbarate la continuidad del proyecto.
APU: ¿Cómo analiza la imposibilidad de generar un aumento a las personas jubiladas a raíz del endeudamiento con el FMI y con privados que delimita la política económica en Argentina?
A. L.: El esfuerzo para mejorar jubilaciones y pensiones hay que hacerlo porque es una de las garantías de que haya una mayor disponibilidad de ingreso en los hogares y se consolide el crecimiento. Al mismo tiempo, para enfrentar una coyuntura electoral como la de octubre, se necesita una mejora que se observe en la condición de existencia de la mayoría de los sectores populares en Argentina. Los jubilados y pensionados en general, y sobre todo los que cobran la mínima, forman parte de ese colectivo. Ahora, estoy totalmente de acuerdo en que la deuda es el mecanismo de dominación por excelencia desde mediados de los años 70.
A partir de la valorización financiera y del endeudamiento creciente de la sociedad argentina, todos los indicadores de integración social, distribución del ingreso, desempleo, informalidad laboral empeoran. Está claro que hay una exacción de riquezas hacia los acreedores externos que no permite el desarrollo nacional. Argentina, desde que toma deuda a estos niveles está en un proceso de decadencia que hay que interrumpir. Néstor Kirchner, durante casi 10 años, intentó llevar adelante un proceso de movilidad social ascendente e integración social, pero a través del desendeudamiento. Una de las claves de la gestión kirchnerista en el lapso 2003/2015 fue el desendeudamiento. Cuando no se toma deuda o se disminuye drásticamente el rack de deuda con respecto al PBI, y sobre todo deuda en dólares con acreedores externos, siempre el crecimiento económico es más sostenido, se limitan los ciclos de stop and go.
Después vino Macri y estamos nuevamente con niveles de endeudamiento estratosféricos que ralentan todo el proceso de crecimiento económico, no solamente en la disminución del ingreso y mejoras en términos de condiciones de vida, sino que la propia economía tarda mucho más en crecer porque no olvidemos que el 70% del crecimiento económico en la Argentina depende del mercado doméstico. Jubilaciones, pensiones y salarios son los tres mecanismos por los cuales la mayor transferencia de ingreso a las familias se realiza en el país, por lo tanto, lamentablemente, estamos en una circunstancia muy compleja en esa dirección también.
APU: ¿Cómo impacta en la opinión pública la iniciativa de Alberto Fernández de impulsar una querella para aquellos que tomaron la deuda multimillonaria con el FMI?
A. L.: Para un sector de la ciudadanía sí importa, sobre todo la palabra de Alberto y de Cristina tienen relevancia, y efectivamente comienzan a profundizar una caracterización que estaba muy instalada en un sector de la sociedad argentina acerca de los mecanismos de endeudamiento y, obviamente, las actitudes y los compromisos ilícitos para que estos niveles de endeudamiento estratosféricos sucedan. Creo que es este sentido consolida una posición y le da mayor volumen conceptual para un sector importante de la población porque tanto el presidente Alberto Fernández, y en particular Cristina, tienen la particularidad de llegar a los sectores populares con un discurso muy sencillo, con mucha capacidad de construcción a nivel popular, transmitiendo ideas complejas de una manera sencilla y didáctica. Todo esto hace que un sector de la ciudadanía esté claramente informada de lo que sucede con respecto al endeudamiento.
APU: Para finalizar, ¿cómo está parado el gobierno con respecto a las elecciones de octubre?
A. L.: El gobierno está en una situación de impasse en términos sanitarios y socioeconómicos, y en ese sentido tiene dos variables que resolver: mejorar las condiciones socioeconómicas de los ingresos familiares y vacunar. En la medida en que esos dos indicadores mejoren y se satisfagan va a tener una elección de medio mandato muy exitosa. A mí no me extrañaría que, en octubre, el Frente de Todos obtenga la mayoría en ambas Cámaras. Creo que esto es algo que lo saben todos, incluso la oposición, y por eso hay tanta desesperación, porque se ven venir una elección que, a menos que suceda algo muy grave y no se pueda mejorar las condiciones de vida y no se pueda vacunar, cosa que descarto, e incluso hay indicadores de reactivación económica, la oposición va a tener una elección de mucha dificultad.
En cuanto el oficialismo, si logra mejorar en parte la existencia de un sector importante de la ciudadanía, sobre todo el 50% más pobre, y al mismo tiempo avanza con la campaña de vacunación, creo que tendrá un triunfo rutilante en octubre que le va a permitir el segundo tramo de gestión con mayor tranquilidad y mayor volumen en su estrategia parlamentaria porque, insisto, podría obtener mayoría en Diputados, que es lo que le falta.
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