La localidad rusa de Oymyakon, en Siberia oriental, solo cierra las puertas de su único colegio cuando la temperatura desciende hasta los -56ºC. No obstante, a los más peques se les permite quedarse en casa cuando el termómetro marca -52 ºC. Si no fuese así, los niños de esta región y de las dos aldeas aledañas Khara Tumul y Bereg Yurde, jamás asistirían a clases, dado que en invierno la temperatura media en esta parte del planeta es de 40ºC bajo cero.
Nikolay Krivoshapkin es el nombre de esta escuela fundada en 1932, en honor a un reconocido personaje local. Los alumnos ingresan al recinto cuando aún está oscuro (a las 9 de la mañana, pero amanece hasta las 10) y regresan a casa a las 5 de la tarde, otra vez en medio de la oscuridad porque el Sol se oculta desde las 2.
El recorrido a la escuela no es fácil. Según señala el fotógrafo local Semyon Sivtsev, quien tomó las fotos y el vídeo para The Siberian Times:
Los niños de la localidad caminan a la escuela con sus padres y, a menudo, también con perros; los alumnos de otros pueblos tienen que tomar un autobús para llegar hasta aquí. El viaje en autobús dura de 10 a 18 minutos.
En el vídeo puede verse a los niños cuando llegan al colegio y les toman la temperatura siguiendo los protocolos para el control de covid-19.
La escuela más fría del mundo. Imagen: Semyon Sivtsev / The Siberian Times
Es el asentamiento humano más frío del mundo. El 26 de enero de 1926 en esta región se registró la temperatura récord de -71,2 ºC , la más baja jamás registrada en una zona habitada.
Incluso el suelo de este lugar se halla permanentemente congelado formando permafrost.
Los niños se reúnen para las clases en Oymyakon, Yakutia, a -51C. Imágenes: Semyon Sivtsev / The Siberian Times
Oymyakon es una comunidad rural con cerca de mil habitantes, quienes en su mayoría desarrollan actividades de minería. Así la describió el meteorólogo español Mario Picazo a través de un hilo en Twitter:
En Oymyakon la gente vive de la minería. Recibe dinero del estado por la extracción de oro y tiene minas de antimonio. La cría de ganado y de caballos es otra de las actividades económicas de la población.
Allí los coches duermen en garajes con calefacción ya que los motores no arrancan a -20ºC y menos a -50ºC. Si no tienes garaje, lo dejas fuera durante el duro invierno y al llegar la primavera algunos prenden una hoguera debajo para descongelarlos.
Hay calefacción para todo el pueblo gracias a una central térmica que sirve a todos y que funciona con carbón las 24 horas del día. Las casas están muy bien acondicionadas para el frío, pero no tienen agua corriente porque se congelan las tuberías.
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