Foto: kremlin.ru
Entre otros aspectos, la estrategia indica que Rusia considera legítimo tomar las medidas simétricas y asimétricas necesarias en respuesta a acciones hostiles por parte de Estados extranjeros.
El presidente ruso, Vladímir Putin, aprobó este sábado la Estrategia de Seguridad Nacional de Rusia. El decreto correspondiente, publicado este sábado en el Portal Oficial de Información Legal ruso, reemplazará el anterior, adoptado en 2015.
"La implementación de esta estrategia contribuirá a proteger el pueblo de Rusia, desarrollar el potencial humano, mejorar la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos, fortalecer la capacidad de defensa del país, la unidad y cohesión de la sociedad rusa y lograr los objetivos de desarrollo nacional, aumentando la competitividad y el prestigio internacional de Rusia", reza el documento.
Entre otras prioridades de Rusia el archivo menciona la protección de los fundamentos tradicionales de la sociedad rusa, así como la seguridad ambiental y el uso racional de los recursos naturales.
Frente a la implementación de la política deliberada de contener a Rusia desde el exterior, el documento señala "la importancia vital" de fortalecer "la soberanía del país, su independencia, su integridad estatal y territorial", así como de proteger "los fundamentos espirituales y morales tradicionales de la sociedad rusa", garantizar la defensa y la seguridad y "prevenir la injerencia en los asuntos internos del país".
El curso hacia el fortalecimiento de las capacidades de defensa, la unidad interna y la estabilidad política, la modernización económica y el desarrollo industrial "aseguró el fortalecimiento de la condición de Estado soberano de Rusia como un país capaz de llevar a cabo una política exterior e interna independiente y de resistir eficazmente los intentos de presión externa", señala el documento.
"Solo una combinación armoniosa de un Estado fuerte y el bienestar humano garantizará la formación de una sociedad justa y la prosperidad de Rusia", continúa. En este sentido, la estrategia se basa en la interrelación e interdependencia de la seguridad nacional del país y su desarrollo socioeconómico.
El texto destaca que la situación militar y política en el mundo se caracteriza por la formación de nuevos centros de poder globales y regionales, así como por el agravamiento de la lucha entre ellos por las esferas de influencia. Se indica también que crece la importancia de la fuerza militar como instrumento para el logro de los fines geopolíticos a nivel internacional.
"El fortalecimiento de los peligros militares y las amenazas militares para la Federación de Rusia se ve facilitado por los intentos de ejercer presión sobre Rusia, sus aliados y socios, la acumulación de la infraestructura militar de la OTAN cerca de las fronteras rusas, la intensificación de las actividades de inteligencia y los ejercicios de uso contra Rusia de grandes formaciones militares y armas nucleares", dice el documento.
La estrategia establece que para proteger los intereses nacionales de Rusia de las amenazas externas e internas, "incluso de las acciones hostiles de Estados extranjeros", es necesario "aumentar la eficiencia del uso de los logros existentes y las ventajas competitivas de Rusia, teniendo en cuenta las tendencias a largo plazo del desarrollo global".
El proyecto también afirmó que el despliegue planificado de misiles estadounidenses de mediano y corto alcance en Europa y la región de Asia y el Pacífico representa una amenaza para la estabilidad estratégica y la seguridad internacional. En la estrategia también se enfatiza que, "en el contexto del desarrollo del potencial del sistema global de defensa antimisiles, EE.UU. está siguiendo un curso constante de renuncia a las obligaciones internacionales en el campo del control de armas".
Rusia tiene derecho a tomar medidas simétricas y asimétricas en respuesta a acciones hostiles por parte de Estados extranjeros, asegura el documento.
"En el caso de que Estados extranjeros cometan acciones hostiles que amenacen la soberanía y la integridad territorial de la Federación de Rusia, incluidas las relacionadas con el uso de medidas restrictivas (sanciones) de carácter político o económico o el uso de tecnologías modernas de la información y las comunicaciones, Rusia considera legítimo tomar las medidas simétricas y asimétricas necesarias para reprimir tales acciones hostiles, así como para evitar que se repitan en el futuro", dice el documento.
A diferencia del documento anterior, la nueva estrategia contiene más datos sobre las tecnologías de la información y la comunicación y advierte que el rápido desarrollo de las mismas "va acompañado de un aumento en la probabilidad de amenazas a la seguridad de los ciudadanos, la sociedad y el Estado".
"El uso de tecnologías de la información y la comunicación se está expandiendo para interferir en los asuntos internos de los Estados, socavar su soberanía y violar la integridad territorial, lo que representa una amenaza para la paz y la seguridad internacionales", advierte el documento.
La estrategia también apunta a que "la actividad de los servicios especiales de Estados extranjeros se está intensificando para realizar operaciones de inteligencia y de otro tipo en el espacio de información ruso. "Las fuerzas armadas de dichos Estados están practicando acciones para inhabilitar la infraestructura de información crítica de la Federación de Rusia", se asevera en el texto.
Comentando la nueva redacción de la estrategia rusa, el experto en geopolítica Fernando Moragón destaca la relevancia de los nuevos desafíos plasmados en el texto, y opina que EE.UU. libra una guerra híbrida contra Rusia, amenazando a su seguridad.
Fuente :
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!