Tarek Megerisi alertó en un artículo para la revista Foreign Policy que Occidente "está sembrando las semillas de los próximos 10 años de crisis" debido a su fracaso para "planificar cuidadosamente en la actualidad".
Militares ucranianos con misiles antitanque Javelin durante el desfile militar del Día de la Independencia, el 24 de agosto de 2021.SOPA Images Limited/Alamy Live News / Legion-Media
Tarek Megerisi, investigador del programa de África del Norte y Oriente Medio del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, advirtió en un artículo publicado este miércoles en la revista estadounidense Foreign Policy que Ucrania puede convertirse en la próxima Siria o Libia. El experto no descarta tal escenario en vista de la ayuda de Occidente a Kiev que, desde su perspectiva, conlleva la militarización y la radicalización del país.
El especialista señaló que el inicio del operativo militar ruso fue "un momento decisivo para el mundo occidental, un momento que evocó un sentido de la historia, la urgencia y la lucha existencial". Asimismo, resalta que Occidente brindó ayuda a Ucrania a través de "lentes de urgencia y romanticismo".
"Se enviaron armas, los jóvenes viajaron desde lejos al frente de Ucrania, y la militarización de una población de 41 millones de personas fue aplaudida mientras se hacían planes para acelerar el ingreso del país en la Unión Europea. Y esto no hace más que aumentar", manifestó el analista, al mencionar también que Washington ya procedió con el envío de armas pesadas, drones y helicópteros, entre otros armamentos.
"Es un retroceso inquietantemente similar a los días en que las revoluciones populares contra el exlíder libio Muammar Gaddafi y el presidente sirio Bashar al Assad se volvieron violentas y las políticas de apoyo a los revolucionarios bien intencionados fueron dictadas por la esperanza, la rectitud y una urgencia que carecía de la debida atención y planificación", opinó Megerisi, advirtiendo que Occidente "está sembrando las semillas de los próximos 10 años de crisis" debido a su fracaso para "planificar cuidadosamente en la actualidad".
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El analista destacó que Occidente empezó a llenar a Ucrania con armas incluso antes del conflicto, entre las que menciona misiles antitanque Javelin y misiles antiaéreos Stinger. Además, aseveró que la Casa Blanca y sus aliados están intensificando su apoyo militar "tanto en cantidad como en calidad". "Es probable que la escala y la velocidad del transporte aéreo de armamento a Ucrania sea la mayor de la historia contemporánea", estimó.
En este contexto, Megerisi subrayó que los sistemas Javelin y Stinger "suelen ser estar estrictamente regulados" en cuanto a su empleo y supervisión, teniendo en cuenta "lo devastadoramente poderosos" que pueden ser. El autor del material alude al ejemplo de Francia que en 2019 fue "avergonzada e investigada" tras descubrirse que había usado "indebidamente" sus Javelin en el marco de las operaciones clandestinas en Libia.
"Europa del Este es una fuente infame de proliferación de armas hacia los conflictos del mundo, y la propia Ucrania tiene un historial tan malo que tensó las anteriores discusiones de adhesión a la OTAN", sostuvo. En particular, recuerda que Ucrania y Moldavia en 2019 figuraban como "importantes intermediarios en la facilitación de transferencias de armas más grandes de Estado a Estado".
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Según Megerisi, Occidente "puede haber derribado el dominó inicial" con los envíos masivos de armas a Ucrania, lo que podría conllevar a que "futuros grupos terroristas u otros actores no estatales puedan abastecerse de [sistemas] Javelin y Stinger una vez que el polvo se haya asentado en Ucrania".
Por otra parte, el experto resaltó que los países occidentales "están haciendo poco para detener o disuadir a sus ciudadanos" de participar en el conflicto. En concreto, indica que para el 6 de marzo 20.000 mercenarios extranjeros se dirigían rumbo a Ucrania, una cifra considerable, dado que el conflicto en Siria atrajo a unos 40.000 individuos. "Como han demostrado Siria y Libia, esto podría crear importantes dolores de cabeza legales y de seguridad en el futuro", vaticinó, argumentando que muchos de los mercenarios en Ucrania están inspirados en "narrativas nacionalistas".
Así, el analista sostiene que será difícil rastrear el destino de armas que traerán consigo los excombatientes. "El regreso de los extremistas de derecha exacerba esta situación y podría provocar una crisis agravada, ya que utilizan su experiencia en el conflicto para entrenar, reclutar y planificar nuevos actos de violencia", afirmó.
Bajo esta misma línea, considera que el suministro de las mejores armas europeas y estadounidenses podría desencadenar una nueva ola de terrorismo doméstico o "ayudar a fundar un estado radicalmente militarizado en el corazón de Europa del Este".
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