La energía nuclear le ha dado a la humanidad la oportunidad de producir energía de una forma efectiva, constante, segura y relativamente barata, sin embargo, el mayor inconveniente son los desechos radioactivos que deben ser almacenados dentro de búnkeres capaces de resistir toda clase de desastres naturales con el fin de evitar fugas del material.
A pesar de nuevas e innovadoras ideas de reutilización de parte del combustible usado el tratamiento de este sigue siendo una de las mayores desventajas. ¿Es posible deshacernos de todos los restos nucleares lanzándonos al Sol?
El primer paso para poder lanzar materiales al Sol es poder ponerlos en órbita, esta sería una de las fases más peligrosas del proceso, dado que en los 10 minutos del ascenso podría existir alguna falla y llevar a la destrucción del cohete y por consiguiente desechos nucleares esparcidos por varios kilómetros a la redonda o un contenedor con todos los restos perdida en el océano y con fugas del material.
Dejando atrás el riesgo que implica el alcanzar el espacio, aparecen otros muchos limitantes. Por ejemplo, la poca eficiencia de los cohetes; donde hacen falta cientos de toneladas de combustible para apenas llevar menos de una docena de carga, y los costos de fabricar un cohete nuevo por cada vez que quieras llevar algo (a menos que se busque reutilizarlo como en el caso del Falcon 9 y Starship de SpaceX o Electron y Neutron de Rocket Lab).
Gráfica del costo de llevar 1 kilogramo a órbita por cohete y año, la escala en el eje vertical no es lineal. Los precios por kilogramo han disminuido en cerca de diez veces en una década. SpaceX con la reutilización de la primera etapa del cohete Falcon 9 ha logrado reducir el valor por lanzamiento además de aumentar la cadencia de estos. Tomado de: VisualCapitalist (https://www.visualcapitalist.com/the-cost-of-space-flight/)
Sin embargo, la energía nuclear facilita enormemente la recolección de los desechos, al ser estos contenidos durante todo el proceso en las barras de combustible que son instaladas dentro del reactor. Al ser sólidas y tener una gran densidad de energía, es decir, la cantidad de residuos es muy baja (en comparación con otras fuentes de energía) los residuos producidos son mínimos.
Una vez superada la peligrosa fase de un lanzamiento y llegada a órbita, iniciaría la parte más difícil, lenta y costosa; energéticamente hablando. En el espacio para poder llegar a cualquier lugar lo que necesitas es velocidad, una cantidad muy precisa para poder alcanzar tu destino. El primer paso es haber alcanzado una velocidad de 7800 metros por segundo a una altura de 200 a 400 kilómetros, para poder entrar en órbita terrestre. Luego es necesario darle un impulso extra de 3.4 kilómetros por segundo para poder escapar de la gravedad terrestre y pasar de una órbita geocéntrica a una heliocéntrica.
Fuente : astroaventura.net
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