¿Qué harías si uno de los miembros más comprometidos de tu comunidad es asesinado por la policía? Erica Pereyra, integrante del Bodegón Cultural Casa de Pocho nos ayuda a pensar desde su experiencia.
En diciembre de 2001, en una de las mayores crisis sociales que impuso el capitalismo en nuestra región, fue asesinado el militante Claudio Pocho Lepratti. Su muerte, aún impune, pero más aún su vida son homenajeadas año a año en el Carnaval Cumple de Pocho, una celebración colectiva que basa su organización en un espacio asambleario, porque la fiesta popular es cimiento de la construcción y disputa social y de sentido.
El carnaval se realiza desde hace 24 años en barrio Ludueña. El Bodegón Cultural Casa de Pocho, ex-Casa de Pocho, es uno de los espacios que cobra protagonismo en esa construcción.
Erica Pereyra es trabajadora estatal precarizada y docente de nivel medio, tiene 36 años y desde los 14 que se acercó a la vida social y política que propuso la Casa de Pocho. Así lo cuenta: “Apenas me mudo al Ludueña me encontraba en la vereda de mi casa y sin conocer a nadie, pasó un chico que se llama Juan Carlos Díaz, más conocido por Juanqui, y me dice «vos sos nueva». Era un día de mucho frío y él estaba con una remera mangas cortas y una bufanda en el cuello. «Mirá, nosotros los domingos hacemos un taller de comunicación, ¿querés acercarte? Estaría bueno así conocés el barrio, conocés a la gente, está re bueno el taller». Yo me reí. Digo, «este de dónde salió» y así fue que tuve mi primer acercamiento a la Casa de Pocho, en ese momento, porque todavía no era bodegón. Bodegón empieza a ser en 2004. Desde ese momento no me pude ir más. Hoy ya hace más de 20 años que estoy en ese espacio”.
Desde entonces Erica participó de muchas experiencias colectivas, desde espacios de jóvenes hasta dar vueltas por el barrio “porque en ese contexto existían distintas expresiones y formas de organización en el territorio”. En la actualidad, sigue sosteniendo su trabajo en el Bodegón, “ahí en la Casa de Pocho y también en red con distintos compañeros y compañeras del barrio, vecinos, vecinas, que seguimos encontrándonos. La expresión por excelencia es la construcción y el andar de hace ya 24 años del Carnaval Cumple de Pocho”.
Esa participación le dio su “nacimiento político”. Allí se constituyó y generó como “una sujeta política” y entendió “que nadie se salva sólo”, dice Erica. “Ver las utopías posibles y siempre de la mano, codo a codo, con los pies en la tierra, como decimos. Y eso me sirvió para pararme en la vida y creo que no está mal decir, más en estos contextos en los que se ningunean los espacios de organización o se trata de invisibilizar la lucha desde abajo, desde mi experiencia personal y política tengo que decir que la organización me salvó la vida”.
En esto de “salvar y resignificar la vida”, Erica encuentra en el carnaval un ejemplo: “El carnaval se planta después del asesinato de nuestro compañero en su lugar de trabajo, por la policía asesina de Reutemann. Fue una forma de resistencia, de tramitar el dolor, de duelar también esa pérdida injusta, pero además de resignificación de su vida, de su vida en dignidad, de su semilla, de su multiplicación. Algo de lo que dejó Pocho tiene que ver con eso, que la dignidad es nuestra y que la salida siempre es colectiva, y el trabajo en red, que nosotros ahora decimos trabajo de hormiga como una forma de reafirmarnos en el quehacer cotidiano”.
El carnaval “tiene esa forma de encuentro, de convocar, de ser un espacio que convoca a otros, a otras y a otres a pensar instancias de organización, de celebración, de anuncio y de denuncia”. En estas palabras que resumen parte del saber incorporado desde la educación popular, es donde la denuncia viene a dar cuenta de lo existente para dar paso al anuncio que propone acciones y formas nuevas para campear las problemáticas de opresión de los pueblos.
Se trata de “pensar espacios de asamblea, el carnaval se sostiene y se construye en espacio asambleario que es la Asamblea Carnaval Cumple de Pocho, y en este contexto sigue siendo una forma de plantarnos, de plantarnos desde nuestra celebración, desde nuestra fiesta popular. De decir, en este contexto, acá estamos y esto somos, de seguir practicando la memoria, más en contexto donde lo que está siendo difundido es el discurso del odio, del individualismo, el egoísmo, de un odio rotundo hacia los que menos tienen, hacia las disidencias, hacia las distintas identidades, hacia la memoria”.
Foto: Julia Oubiña | El Eslabón/Redacción Rosario
Frente al “negacionismo terrible que intenta derribar nuestra memoria histórica” se opone e impone una fuerte lucha por los derechos humanos. “Nosotros –continúa– siempre decimos que como organizaciones, como militantes, fuimos paridos en las luchas por los derechos humanos, y esa es nuestra matriz constitutiva, esa es nuestra forma de andar y leer el mundo, desde esa perspectiva, no hay otra forma y creo que son momentos en los que estos tipos de discurso atentan a la memoria, atentan a la verdad, atentan a la justicia y son muy peligrosos”.
“El fascismo no fue lo que fue en Europa de la nada, comenzaron con estas divulgaciones y con una construcción ideológica que es muy peligrosa, y es lo que tenemos que evitar y salir a contrarrestar con organización”, remarca.
La edición 24 del carnaval, que se realizará el próximo miércoles y jueves, ya lleva su tiempo de organización, atravesando diferentes condiciones sociales y políticas con un constante compromiso con lo colectivo.
“Creo que el carnaval se planta en distintas coyunturas y distintos escenarios que a veces son hostiles y a veces no tanto pero que cada carnaval tiene su forma de expresión, su anuncio, su denuncia, que no está exento de lo que sucede en la realidad social. Siempre algo de eso tiene el Carnaval Cumple de Pocho, una celebración, una resignificación, un traer de nuevo también esa práctica colectiva que es la enseñanza de Pocho, de un montón de compañeros y compañeras que dieron la vida justamente por lo colectivo, por la organización, por la dignidad”.
Para Pereyra “es un deber y una responsabilidad seguir sosteniendo” el carnaval “porque convoca, es una fiesta en la que el barrio sale y disfruta de un escenario donde escucha otras cosas, donde podemos disputar sentido, donde podemos disfrutar con el otro. Nosotros hablamos de la fiesta con nuestra sangre, ese es el sentido de la fiesta popular, de la celebración”.
“El desafío constante es el convencimiento de que es por acá, de que la herramienta cultural sigue siendo tan importante y que es necesario para poder contrarrestar estos discursos de odio, y también para pensarnos en el encuentro con otros y otras, el carnaval propone eso, instancias de organización, instancias de encuentro, de diálogo, de compartir la palabra, de compartir el mate, de compartir el guiso. La comensalidad como algo que aúna y que nos encuentra en un espacio común, una tierra común decimos, que es nuestra plaza, que es nuestro barrio, que es nuestro territorio”.
Se trata de reafirmar que “la salida siempre es colectiva” porque “un pueblo triste es un pueblo que puede doblegarse” con facilidad, subraya la mujer en diálogo con este medio. “Nosotros defendemos esta alegría que es política, que tiene que ver con el encuentro, que tiene que ver con el celebrar, que tiene que ver con resignificar la vida en dignidad”.
En ese sentido, agrega: “Debemos luchar y resistir, las luchas no empiezan ni terminan sino que se sostienen siempre y con el cuerpo en acción y en movimiento”.
El 24° Carnaval Cumple de Pocho se realizará el 26 y 27 de febrero en la Plaza Pocho Lepratti (Larrea y Vélez Sarsfield). Además de la murga, talleres y muestra de fotos, habrá un escenario con la presentación de diversas propuestas musicales como Vicky Alancay y Farolitos, entre otros.
Las actividades del miércoles comenzarán a las 14, mientras que el jueves arrancarán a las 10.30, con un taller sobre la memoria colectiva.
Fuente : redaccionrosario.com
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