El panorama de incrementos constante y desmedido de los precios en los productos de la Canasta Básica afecta no solamente a los consumidores sino también a los pequeños y medianos comerciantes.
Las medidas recesivas y altamente inflacionarias impuestas por el gobierno de Javier Milei dejaron en claro que el costo del ajuste no lo está afrontando la denominada “casta” sino que lo están pagando los trabajadores y trabajadoras.
El escenario económico nacional de permanente inflación y de descontrol en los precios afecta profundamente el bolsillo de las clases populares que muy a duras penas, o nunca, logran llegar a fin de mes.
Ante los micrófonos del programa Poné la Pava de Radio Rebelde Rosario 99.3, el titular del Centro de Unión de Almaceneros de Rosario, Juan Milito, trazó un escenario económico oscuro para el futuro cercano: “La realidad es que estamos viviendo una época muy difícil. Hay que tener en cuenta que si hoy uno se sienta en la mesa de un bar o en la mesa familiar, lo primero que surge es hablar del tema de los precios de los alimentos”.
En ese marco, añadió que “el nivel de preocupación que tiene toda la sociedad también lo tenemos los pequeños y medianos comerciantes porque nos afecta. Por eso vislumbro que el futuro va a ser peor porque hay una caída en las ventas muy pronunciada y eso provoca un daño gravísimo en nuestra sociedad”.
Desde el Centro de Unión de Almaceneros de Rosario conocen al dedillo que durante los meses de diciembre, enero y febrero suele caer el índice de las ventas. Particularmente en los inicios de 2024 y debido al fuerte ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei, calculan que la caída del consumo en Rosario y la región es de un 30 por ciento.
“La gente no tiene plata porque las cosas aumentaron en forma desproporcionada durante estos meses y se ha tornado imposible vivir”, remarcó Milito, y puso como ejemplo el precio de un producto básico para cualquier familia como lo es el aceite de cocina. “Pasó de tener un costo de 700 a 2.000 pesos; es un producto que se utiliza todos los días y eso provoca un impacto muy fuerte en el bolsillo de las clases populares y también afecta a la clase media que a diario se le achica el margen de maniobra. Y lo peor es que esto sigue cayendo porque a la inflación hay que sumarle que los sueldos no aumentan. Hoy un jubilado está cobrando 160 mil, por lo tanto, es imposible que pueda sobrevivir. Y eso se refleja lógicamente en el momento de comprar en nuestros comercios. Si a eso se le agrega que están queriendo llevar el precio del boleto de colectivo a 1.000, creo que eso va a producir un tope en la sociedad”.
El referente de la Unión Centro Almaceneros de Rosario, apuntó además contra la decisión del gobierno de Santa Fe, encabezado por Maximiliano Pullaro, de reformar el programa Billetera Santa Fe a través de la segmentación de su uso y del recorte del retorno a los compradores. Lógicamente esa medida regresiva para los comerciantes se suma a la que tomó el gobierno nacional de sacar la devolución del IVA, lo que provocó el derrumbe del consumo.
“En la provincia teníamos el programa Billetera Santa Fe, pero lo perdimos porque pasó de ser un beneficio a transformarse en un bingo porque sortean dinero. En ese punto específico hay un ejemplo claro del corrimiento del Estado porque se la apropió el Nuevo Banco de Santa Fe y el gobierno de la provincia no dice nada y ahora nos cobran a los comerciantes los reintegros. Es increíble que de 40 mil comercios que se manejaban con ese programa son 37 mil los que dejaron de ofrecerlo”.
Fuente : redaccionrosario.com
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