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El violero de Los fundamentalistas del aire acondicionado, que supo tocar con el Flaco Spinetta y Calamaro entre otros grandes referentes del rock nacional, pasó por Rosario para presentar su nuevo disco solista: El exilio del jaguar.

Antes de presentarse en el complejo cultural Refi (Vélez Sarsfield 641), Baltasar Comotto, guitarrista de la banda que armó el Indio Solari tras la disolución de los Redonditos de Ricota, charló con este semanario y aseguró: “Rosario es una ciudad muy linda, he ido a tocar con Luis Alberto Spinetta y es una ciudad súper cultural con una gente muy cálida y muy bonita, muy bella en cuanto a la arquitectura y sus casas. Me gusta mucho Rosario y volver presentando y tocando un nuevo disco está buenísimo”. 

Ante la consulta sobre el desafío que presenta grabar un material discográfico en tiempos en que la mayoría de los artistas van lanzando temas sueltos en las distintas plataformas digitales, Comotto señala que “es cierto que por una cuestión expeditiva y económica se acostumbra ir sacando canciones, pero también escucho bandas que sacan discos y se mantiene eso que es algo que está bueno que se mantenga”, y agrega: “Sigo haciendo música como siempre la hice, sacando discos. Creo que la obra se llega a consolidar con varias canciones, después depende de cada quien la paciencia para escuchar el disco entero. Éste en particular es un disco rápido, son temas cortitos, y obvio que lo podés ir escuchando de a poco, no tenés por qué escucharlo entero de una”. 

El Rey Mago

A Baltasar, uno de los dos reyes magos junto a Gaspar Venegas en LFAA, la música se le metió en las venas desde muy pequeño. “Fue todo muy familiar –admite–. Desde muy chico en mi casa tenía a mis hermanos y a mis viejos a quienes siempre les gustó la música y me la pasaba recibiendo discos o casettes que me daban mis hermanos o que yo les pedía a mis viejos que me regalen. Y también fuimos de ir a muchos conciertos. Una vez estábamos de vacaciones en Misiones y nos enteramos que había un megaconcierto en Río de Janeiro. Como mi viejo tenía un amigo en Brasil nos fuimos para allá y vimos a AC/DC y Ozzy Osbourne, una locura total. Fue la primera edición del Rock in Rio en el que tocaron Queen, George Benson y un montón más, así que la conexión con la música me llegó desde muy temprana edad”. 

Comotto recuerda que “la primer guitarra me la regaló mi vieja a los 9 años”, pero admite que “la verdad es que no me enganché mucho, hasta me pagó profesores” pero “a mí me gustaba jugar al fútbol con mis amigos en la plaza”. “Más de adolescente, ya en el secundario me empezaron a llamar la atención muchos discos y nos juntábamos con mis amigos a escuchar música, no a tocar. Y ya terminando el secundario sí me puse a tocar la guitarra, una Telecaster que me había regalado mi viejo. Sacaba canciones de oído y veía que esa manera de conectarme con la música no me pasaba con ninguna otra cosa ni oficio entonces dije «esto es lo que más me copa y tiene que ser por ahí». Y empecé a pensar seriamente en dedicarme a la música”. Y lo bien que hizo. 
 

Tras confesar que tuvo varios profesores pero “nunca fui buen alumno”, Comotto repasa sus inicios: “Lo primero que hicimos fue armar un par de grupos con mi hermano y ahí empecé a componer canciones, a los 19 ya componía temas. Después empecé a tocar en otros grupos como violero, no como songwriter o cantante. Con 20 años toqué con Patán Vidal, que fue una gran influencia en mi vida musical gracias a que compartí muchos conciertos y festivales vinculados con la música negra: el jazz, el funk o el soul. Y me empezaron a llamar otros músicos más conocidos para participar en discos, como Javier Martínez. Cuando tenía 27 me llama Luis (Spinetta) para tocar en la gira de presentación de Para los árboles y fue una experiencia maravillosa, participar en los conciertos, conocer a la gente que lo acompañaba, sus músicos: Javier Malosetti, Daniel Wirzt, Claudio Cardone, Rafael Arcaute, Nico Cota, una banda muy grande para esa época. Y se formó una relación con Luis que duró hasta el final porque toqué en tres formaciones distintas, con tres bajistas distintos, toqué hasta el último concierto que hizo Luis. Fue una experiencia increíble y le estoy eternamente agradecido por dejarme contribuir en su música”.

Como si fuera poco haber sido parte de la banda estable del gran Flaco Spinetta, a Baltasar le llega otro llamado que lo catapultaría a tocar en vivo ante cientos de miles de personas.

“Al Indio lo conocí por Eduardo Herrera, que es un ingeniero de sonido y amigo mío. Él le recomendó al Indio que me convocara para grabar unas guitarras en El tesoro de los inocentes, su primer disco. Nos juntamos a grabar en su estudio y después convocó a los Fundamentalistas. De ahí empezamos a tener un vínculo, una muy buena relación con el Indio y con los músicos de los Fundamentalistas con quienes compartimos todos los discos que vinieron después: Porco rex, El perfume de la tempestad, Pajaritos bravos muchachitos, y los conciertos que se sucedieron por todo el país que también son una parte maravillosa en mi carrera musical”. 

Comotto, quien también acompañó a Andrés Calamaro para la grabación de Bohemio (2013), la gira por Europa y Sudamérica donde registraron Jamón del medio” (2014) y Calamaro, Volumen 11” (2016), adelantó que El exilio del jaguar, su tercer trabajo discográfico, se grabó “bastante rápido” y lo cataloga como “electro rock”.

Antes de despedirse, Baltasar, que se dio el gusto de contar con las colaboraciones de Ricardo Mollo, Spinetta y Solari en su segundo trabajo discográfico, Blindado, con el que además se quedó con el premio Gardel por ser el mejor “Nuevo Artista de Rock”, en 2012, asevera que “la música es vida, la música es vivir”.

Fuente : redaccionrosario.com