La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zakharova, declaró el pasado jueves que Moscú atacará bases militares de Gran Bretaña si Ucrania utiliza armas británicas en suelo ruso. Dentro de ese concepto medios de comunicación griegos de análisis geopolítico plantearon la posibilidad de que objetivos británicos fuera de sus fronteras podrían ser los primeros blancos, como lo son las bases del Reino Unido en las Islas Malvinas, Gibraltar y África.
Los dichos de Zakharova surgen después de que el secretario de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, declarara que Ucrania tiene el derecho de usar armas suministradas por Londres para atacar objetivos en Rusia.
Ante esto, Rusia habría convocado al embajador británico en Moscú para informarle que las palabras de Cameron son prueba de una grave escalada, además de la confirmación de la creciente implicación de Londres en operaciones militares por parte de Ucrania.
De escalar la situación, Rusia podría atacar bases británicas en todo el mundo, evitando hacerlo en un primer momento en su territorio.
Moscú podría apuntar contra las bases del Reino Unido en las Islas Malvinas, usurpadas a la soberanía territorial de la Argentina, así como también instalaciones en países africanos como Sierra Leona u otros territorios como Gibraltar, usurpado a España. Aunque cabría preguntarse en ese caso acerca de la conveniencia y factibilidad de abrir nuevos frentes, sumados al de Ucrania.
El Daily Express de Londres dio espacio a la polémica y sostuvo: “Se ha instado al Reino Unido a mantenerse centrado en Ucrania en medio de crecientes preocupaciones sobre las actividades de Rusia en el Ártico y el Atlántico Sur. Han aumentado las preocupaciones sobre el interés de Vladimir Putin y Xi Jinping en las Islas Malvinas ; según se informa, ambos buscan tesoros bajo los mares helados. Pero Stepan Stepanenko, director de la firma Forward Strategy, ha destacado la importancia de mantener la atención en Ucrania para contrarrestar la estrategia más amplia de Rusia. El experto en geopolítica subrayó que las actividades de Rusia en regiones como África y Asia Central ya están provocando que Occidente divida su atención. El Ártico es sólo el último paso en la estrategia de Rusia para desviar la atención de Ucrania . “La participación rusa en África y Asia Central ya ha obligado a Occidente a dividir su atención, y el Ártico es simplemente el último escenario de esta estrategia”, afirmó. Esta estrategia más amplia también abarca amenazas potenciales a las Islas Malvinas, un territorio británico estratégicamente importante en el Atlántico Sur. El Reino Unido mantiene una fuerte presencia militar en las Malvinas, con la RAF Mount Pleasant albergando hasta 2.000 tropas británicas y equipada con numerosos aviones de combate y helicópteros listos para la defensa”.
El “escenario africano” podría ser fácilmente apuntalado por Rusia. Un ataque de Rusia en Malvinas podría ser aprovechado por la Argentina para recuperar su soberanía legítima, si tuviera unas FFAA equipadas a la altura de ese objetivo y debidamente entrenadas, bajo un gobierno que tuviera ese fin. Ninguna de esas condiciones actualmente existen.
Algo similar se podría plantear con respecto a España y la situación con Gibraltar, sumando la complejidad adicional del país hispánico al ser miembro de la OTAN.
Fuente : noticiasholisticas.com.ar
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