Los impuestos a las importaciones de Trump a México, Canadá y China costarán unos 1.200 dólares al año a los hogares con ingresos medios.
Pasado el mes de tregua que había acordado junto a los mandatarios de México y Canadá, Donald Trump ha puesto en marcha la maquinaria de sus amenazas geopolíticas mediante impuestos a las importaciones. El presidente estadounidense ha anunciado que este martes 4 de marzo entran en vigor los impuestos del 25% a las importaciones de los productos de sus dos países vecinos, con una reducción al 10% para los productos energéticos canadienses de los que en parte depende, lo que se suma al 10% de los aranceles ya impuestos a los productos que vengan de China.
Las grandes bolsas estadounidenses no tardaron ni un minuto en reaccionar. En el mismo instante que Trump anunciaba los impuestos a las importaciones, los indicadores se teñían de rojo y las bolsas empezaban a caer. El Nasdaq se dejaba un 2,6% y el SP500 un 1,8%. Los mercados saben perfectamente lo que Trump ignora o no le importa lo más mínimo: unos aranceles sin ningún tipo de criterio pueden ser un desastre para la economía interna de los Estados Unidos y el bolsillo de los hogares.
Los aranceles acaban recayendo sobre las espaldas de las empresas importadoras y sobre los consumidores finales. Si no tienen industrias y productos sustitutivos fabricados en Estados Unidos o sustitutivos desde otros países, el coste completo del impuesto acaba engordando el precio final y lo acaban soportando los hogares. Aun cuando el arancel pueda servir para impulsar una industria interna, se necesita un tiempo de adaptación de los mercados y las cadenas de distribución y producción, por lo que el impacto también puede ser negativo sobre los bolsillos de los consumidores.
“El coste directo de estas medidas para el hogar estadounidense típico, o medio, sería un aumento de los impuestos de más de 1.200 dólares al año”, según un estudio
Esto es lo que señala el Peterson Institute for Internacional Economics (PIIE) en un estudio publicado este lunes. El centro de análisis ha señalado que “el coste directo de estas medidas para el hogar estadounidense típico, o medio, sería un aumento de los impuestos de más de 1.200 dólares al año”.
Para el PIIE, este aumento de los aranceles marca una primera oleada, pero temen que la guerra económica y geoestratégica de Trump no termine aquí y se impongan nuevos impuestos a la importación. Las futuras oleadas de aranceles y represalias estadounidenses “aumentarán estos costes sustanciales para los consumidores junto con los demás perjuicios económicos de los aranceles: menor crecimiento económico, un sector exportador en contracción y la interrupción de la cadena de suministro”, explican desde el Instituto.
El tema se podría complicar más todavía y los precios podrían incrementarse más allá de los 1.200 dólares de media que han calculado en un primer momento. Según añaden en su informe, “los productores nacionales que compiten con las nuevas importaciones arancelarias aumentarán sus precios en consonancia con los aumentos de los precios de importación”. Es decir, las empresas internas podrían aprovechar los márgenes que ganan frente a los productos importados gracias al arancel para sacar mayor tajada a costa de los consumidores finales, que serán los más perjudicados en esta guerra comercial que está llevando a cabo su propio presidente.
Fuente : elsaltodiario.com
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