La guerra entre Israel y grupos palestinos de Resistencia que terminó con un alto el fuego mostró la capacidad de la Resistencia para responder a las violaciones del régimen israelí.
El pasado 10 de mayo, Israel comenzó una brutal represión de varias manifestaciones que rechazaban el plan israelí de desalojar el barrio de Sheij Yarrah, ubicado en la ciudad sagrada de Al-Quds (Jerusalén), en pro de los colonos de este régimen.
Los palestinos consideraron esta medida israelí como parte de una campaña para expulsar a los árabes de esta santa ciudad, y lo han calificado como limpieza étnica. Las protestas de los palestinos se intensificaron de manera drástica después de que la policía israelí impidiera que los palestinos se reunieran cerca de una de las antiguas puertas de la Ciudad Vieja, como lo habían hecho habitualmente durante el mes sagrado del Ramadán. Cientos de palestinos resultaron heridos en la represión israelí.
En respuesta a las acciones represivas del régimen de Tel Aviv, los grupos de la Resistencia en Gaza dispararon contra blancos israelíes. Durante 11 días de duros bombardeos contra el enclave costero más de 52 000 civiles se vieran desplazados de la zona, y unos 248 personas perdieron la vida y más de 1900 resultaron heridos.
Después del alto el fuego, los palestinos en Gaza vieron con sus propios ojos los crímenes de guerra que Israel había cometido en esta zona. La gente inspeccionó los escombros que Israel había destruido. En algunos lugares, las calles estaban bloqueadas por escombros. La dimensión de las destrucciones no fue sorprendente, ya que los gazatíes son conscientes de lo que este régimen usurpador está capaz de cometer ante la pasividad de la comunidad internacional.
Los políticos y comandantes israelíes alegan que han causado un daño grave a lo que describen como una infraestructura de terror, dirigida por el Movimiento de Resistencia Palestina (HAMAS) y otras facciones en Gaza. No obstante, los informes y vídeos publicados en las redes sociales pusieron entredicho las alegaciones de Israel.
Los bombardeos israelíes destruyeron cientos de hogares y edificios comerciales, afectaron seis hospitales y 53 instalaciones educativas y dañaron carreteras y líneas de suministro de electricidad y de agua, según revela las Naciones Unidas. Empero, Israel sostiene que estaba atacando blancos de HAMAS y Yihad Islámica Palestina.
La escasez de electricidad ha creado otros problemas: las plantas desaladoras que proporcionan agua potable y las plantas de tratamiento de aguas residuales están fuera de línea. Aproximadamente 800 000 personas en Gaza carecen de agua corriente, solo, por los ataques israelíes.
Cualquier esfuerzo de reconstrucción probablemente costará miles de millones. Además, los materiales necesarios para la reconstrucción, como cemento, han estado sujetos durante mucho tiempo a restricciones por parte de Israel, que ha mantenido a Gaza bajo bloqueo durante casi 14 años.
HAMAS tiene un enorme arsenal de sistemas de menor alcance como Al-Qassam (hasta 10 km) y Al-Quds 101 (hasta aproximadamente 16 km), reforzado por el sistema Grad y el Sejil 55 (ambos hasta 55 km). También tiene una variedad de sistemas de mayor alcance como el M-75 (hasta 75 km), Fayr (hasta 100 km), R-160 (hasta 120 km) y algunos M-302 que tienen un alcance de hasta 200 km.
Israel reconoció que HAMAS y Yihad Islámica lanzaron unos 4360 cohetes desde Gaza durante el conflicto. El sistema de defensa aéreo de Israel, Cúpula de Hierro, demostró otra vez su ineficacia a la hora de interceptar los proyectiles lanzados por la Resistencia palestina.
Aunque la mayoría de los cohetes parecen estar dirigidos a centros de población del sur y el centro de los territorios palestinos ocupados por Israel, los cohetes de mayor alcance alcanzaron Tel Aviv y Al-Quds. Esto es una señal de que la Resistencia no solo ha conseguido reponer su arsenal, sino que ha mejorado sus capacidades.
Tres semanas después de que se cerraran las puertas de la Mezquita de Al-Aqsa a los colonos israelíes mientras este régimen invadía Gaza, el Movimiento Juvenil de Al-Quds (Jerusalén) advirtió que continuará el camino de la resistencia y enfrentará a los ocupantes y colonos sionistas.
El Movimiento Juvenil de Al-Quds emitió un comunicado anunciando su disposición a continuar el camino de la Resistencia en Gaza y luchar contra el régimen de ocupación y los colonos en esta ciudad sagrada, y prevenir así la expulsión de palestinos de sus propias tierras.
En su declaración, el movimiento palestino se dirigió al pueblo palestino afirmando que “hoy, frente a la epopeya creada por la Resistencia en defensa del barrio Sheij Yarrah y la Mezquita Al-Aqsa, anunciamos que continuaremos el camino de Resistencia”.
La nota añade que los residentes de Al-Quds saben que no están solos y que hay quienes que los apoyan para frustrar los planes del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Según lo expuesto, está claro que el régimen sionista y los colonos aún no comprenden el doloroso golpe que recibieron de la Resistencia palestina durante la “Operación Espada de Jerusalén”. Esta operación tendrá un impacto en este régimen y los colonos. La ciudad de Al-Quds es el eje de la lucha contra la ocupación, y por lo tanto, cualquier ataque a esta ciudad y cualquier estupidez cometida por los colonos contra esta localidad no quedarán sin respuesta. Con sus heroicas operaciones, los grupos de la Resistencia han dejado un mensaje claro para los sionistas; ¡Temed el huracán! el futuro para los sionistas será muy triste y doloroso.
Por Mohsen Khalif Zade
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