El primer ministro británico subrayó que hará "lo que sea necesario" para evitar la prohibición de las exportaciones de salchichas y carne desde Gran Bretaña a Irlanda de Norte, y que "no dudará" en suspender el protocolo si la UE no ofrece el compromiso que está exigiendo.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Boris Johnson, durante la cumbre de G7 en Cornualles, el 12 de junio de 2021.Stefan Rousseau / Reuters
El primer ministro británico, Boris Johnson, se molestó después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, sugirió que Irlanda del Norte no era parte del Reino Unido durante la cumbre de G7, informa The Times.
Los dos líderes se enfrentaron cuando Johnson se quejó de que la interpretación de la Unión Europea del protocolo de Irlanda del Norte impediría el envío de carne procesada a la provincia de Úlster desde Gran Bretaña después de fin de mes.
"¿Le gustaría que las cortes francesas le impidieran trasladar las salchichas de Toulouse a París?", preguntó Johnson a Macron, a modo de ejemplo para contrastar la situación. Por su parte, el presidente francés afirmó que no era "una buena comparación porque París y Toulouse son parte del mismo país", según reveló una fuente del Gobierno británico.
"Irlanda del Norte y Gran Bretaña son parte del mismo país también", contestó Johnson impacientemente.
En declaraciones a los periodistas después de las negociaciones con su homólogo francés, Johnson afirmó que el bloque debería "meterse en sus cabezas" que Irlanda del Norte es parte del Reino Unido. Gran Bretaña "hará lo que sea necesario" para proteger su integridad territorial, declaró el primer ministro, señalando que espera que Londres y Bruselas encuentren "soluciones pragmáticas" para la disputa en curso.
El presidente francés indicó que está listo para un reinicio de las relaciones franco-británicas. No obstante, subrayó que este compromiso renovado exigiría que los británicos respeten la palabra dada a los europeos y el marco definido tras el Brexit. Por su parte, líderes de la Unión Europea pidieron al Gobierno del Reino Unido que cumpla los acuerdos del Brexit, especialmente en relación al Protocolo sobre Irlanda del Norte, una medida que impide los controles en el comercio a través de la frontera de ese país. Las relaciones se han mantenido tensas por las prórrogas unilaterales que Londres ha adoptado en las inspecciones.
Por su parte, Johnson subrayó que hará "lo que sea necesario" para evitar la inminente prohibición de las exportaciones de salchichas y carne de Gran Bretaña continental, declarando que "no dudará" en suspender el protocolo si la UE no ofrece el compromiso que está exigiendo, reportó The Independent.
Según el acuerdo comercial firmado en diciembre pasado entre la UE y el Reino Unido, Irlanda del Norte ya no pertenece al bloque pero tiene algunas concesiones al compartir frontera terrestre con la República de Irlanda, que sigue siendo parte de la UE. Así, se introdujeron procedimientos de control en los puertos del territorio norirlandés para transportar una serie de mercancías desde otras partes del Reino Unido.
El convenio con la UE supuso que, en una primera etapa, cada una de las categorías de alimentos que ingresen al puerto de Úlster desde Irlanda del Norte tendría un período de gracia que permitiría a los proveedores británicos evitar el despacho de certificados aduaneros y fitosanitarios. En marzo, el Gobierno del Reino Unido extendió unilateralmente este régimen a los productos de origen animal.
Al respecto, el bloque europeo abrió un proceso formal de infracción contra el Reino Unido por violar el acuerdo del Brexit. Bruselas denunció que Londres extendió unilateralmente las moratorias de controles aduaneros específicos para Irlanda del Norte, fronteriza con la República de Irlanda.
Las disputas entre Londres y Bruselas en torno al protocolo se intensificaron a fines de mayo. La razón fue el período de gracia que finaliza el 30 de junio, que exime del registro de una serie de documentos fitosanitarios a los proveedores de carne procesada. Mientras Londres, que teme la escasez de productos cárnicos en los supermercados en Irlanda del Norte, está dispuesto a volver a pedir una prórroga del régimen preferencial, mientras que Bruselas demanda que se respeten las disposiciones del protocolo.
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