El primer acto de gobierno de Néstor Kirchner como presidente fue sellar su compromiso con la educación pública. Había asumido al frente de la Nación el 25 de mayo de 2003, cuarenta y ocho horas después estaba en Entre Ríos para resolver un largo reclamo de las docentes de esa provincia y que mantenía a las chicas y los chicos sin clases. Hace 20 años de este hecho, desde entonces se lo recuerda como todo un gesto y un anticipo de las políticas educativas que siguieron.
Las maestras y maestros entrerrianos cobraban en bonos federales, les adeudaban salarios y, por si fuera poco, les descontaban los días de huelga. Así y todo se mantenían firmes en su lucha por mejores condiciones para trabajar.
Con la decisión y el mandato de destrabar aquel conflicto, el martes 27 de mayo de 2003 por la mañana el ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, se reunió en Paraná con la secretaria general de la Ctera, Marta Maffei, y su par de Agmer (el sindicato docente entrerriano), Marta Madoz. Horas más tarde, y con ese acuerdo en marcha, el presidente Néstor Kirchner llegó en persona a poner su firma.
El acuerdo estipulaba que el gobierno de la Nación giraba 80 millones de pesos para cubrir la deuda, el gobierno provincial se hacía cargo de pagar los salarios de ahí en más, los sindicatos docentes levantaban el paro ese mismo día y se volvía a clases al día siguiente, además de acordar un plan para recuperar contenidos.
“Tenemos que trabajar mucho, tenemos que estar donde están los problemas. Nos faltarán muchas cosas, pero no nos faltan ni ganas, ni fuerza, ni decisión de poder construir una Argentina distinta. Para nosotros es tan importante un chico de Capital Federal como un chico de Jujuy, de Entre Ríos o de Tierra del Fuego; todos tienen que tener el mismo nivel de acceso a la educación”, expresó el presidente Kirchner luego de cerrar aquel conflicto.
La secretaria de la Ctera Marta Maffei -estaba en esa misma mesa- recordó que “la educación no resuelve todos los problemas” pero si ingresaban fondos para la educación se resolvían otros problemas de la provincia. Y fue quien reconoció aquel acto político de Néstor Kirchner y lo manifestó públicamente: “Quiero agradecerle al señor presidente y a las autoridades nacionales el gesto de venir a la provincia a solo 48 horas de la asunción del mando, porque esto muestra que podemos empezar a acariciar la esperanza que en la Argentina habrá soluciones para los problemas de los argentinos”.
Esa definición sobre el lugar del Estado trascendió a ese 27 de mayo y a la vecina provincia. Un estudio que repasa este acontecimiento (El conflicto docente en Entre Ríos, de los profesores Federico Tálamo y Mariano Rozados) destaca que aquel acuerdo fue un antecedente clave para que la Ctera reclame por deudas similares: “Permitió que se avanzara en la certificación de la deuda de 206 millones adeudados en nueve provincias con atrasos de salarios de 1998 al 2003”.
En los años que siguieron, en los gobiernos de Néstor y Cristina se sancionaron una serie de leyes y se tomaron medidas que pusieron a la educación argentina en el lugar del derecho de todos. A los pocos meses de aquel 27 de mayo se aprobó la ley de los 180 días de clases (25864/03), que nada tiene que ver con prohibir las huelgas docentes. Es la norma que ubica al Estado nacional en la obligación de asistir a las provincias que no puedan afrontar los salarios de sus docentes. Es el Estado el garante de que todas las niñas y los niños del país tengan clases. Como enseñó Néstor en Entre Ríos.
La cosa no quedó ahí. Le siguieron la aprobación de las leyes de educación técnico profesional (26.058/05), la de financiamiento educativo (26.075/05), la de educación sexual integral (ESI, 26.150/06) y la ley de educación nacional (26.206/06) que desplazó a la ley federal de educación de los noventa. Igual de relevante fue la determinación kirchnerista de pensar en medios del Estado de calidad. Canal Encuentro y la señal infantil Pakapaka lo demuestran.
Es cierto que falta mucho para seguir restituyendo derechos, más después de los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri y todo lo oscuro que representaron sus políticas neoliberales de endeudamiento y colonialismo, que hicieron retroceder las conquistas educativas conseguidas en los años kirchneristas. Pero esas leyes marcaron un horizonte diferente, irrenunciable.
Este 25 de mayo, cuando se cumplieron 20 años de la asunción de Néstor Kirchner, pasaron por la histórica plaza miles y miles de jóvenes, que desde entonces tienen un secundario obligatorio sin exclusiones, que tienen derecho a recibir educación y a participar sin restricciones de la vida política. Es más, hasta disfrutarla bajo la lluvia, porque, a pesar de los sinsabores de la época, la alegría y los sueños son siempre colectivos. Como enseñó Néstor. Y Cristina.
Fuente : redaccionrosario.com
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