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Literatura rosarina El discurso creador


21-06-2023 14:23:34
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Javier Del Ponte presentó su libro Un mundo de novela, que pone en juego la historia con el metalenguaje o la ruptura de la denominada cuarta pared. Los personajes intentan zafar del propio escritor sabiendo que las manipula.

Javier Del Ponte es psicólogo y docente. Junto con su colega Juan F. Cammardella fundaron la Editorial Punto Final hace alrededor de dos años. La editorial tiene dos líneas: una va por el lado de lo académico y tiene que ver directamente con lo psicoanalítico, y la otra con lo literario. Además de Un mundo de novela, han editado Una erótica del café, también de Del Ponte, La ciudad de Cammardella y Granada, de Ivonne Laus.

Del Ponte y Cammardella acompañan a estudiantes en “la escritura del trabajo final en la Facultad de Psicología de la UNR” en la cátedra Espacio TIF (Espacio Trabajo Integrador Final). “Ivonne Laus también labura con nosotros, es la titular del espacio, la que lo proyectó y lo ideó, amiga también”. “Nos cruzamos en la carrera, nos conocimos, nos hicimos amigos y después, tanto Juan como yo, teníamos interés en publicar. Yo ya había publicado, él también, pero andábamos con dificultades, como que los libros nuestros no entraban muy bien en las editoriales. De éste libro me contestaron en una editorial importante de Buenos Aires: «Nos encantó, pero no es lo que editamos». Fue como un punto final y decidimos arrancar nosotros. Punto Final, y a otra cosa”, cuenta Javier.

La formación de Javier como escritor fue “bastante a los ponchazos. He dado algunos ciclos de escritura pero no me enganché en talleres literarios, como que la escritura la tengo muy asociada a la lectura y a ponerme yo a escribir y a corregirme y a revisar lo que estoy escribiendo. La tengo muy asociada a eso y nunca se me dio de ir a un taller”.

En 2013, editó su primera obra. “Arranqué con un libro que se llama Renovatio, que es una novela con Tinta Libre Ediciones, y después otro que se llama Tinieblas y fueron las dos primeras novelas”.

Javier considera a Renovatio una experiencia muy catártica para él, si bien no había referencias directamente autobiográficas. 

A Un mundo de novela la empezó a trabajar en 2015: “Durante ocho años la estuve laburando. Las otras fueron novelas más expeditivas, de hecho Una erótica del café fue un libro rapidísimo. Lo hice en ocho meses y lo hice para arrancar la editorial Punto Libre. Es un libro para entretenerse y cagarse de la risa, es más humorístico”.

Un mundo de novela ya tiene otra complejidad, es una novela. En la sinopsis, Ernesto Gallo trabaja muy bien la idea de la novela, básicamente arranca con una premisa: ¿Qué pasaría si dos personajes de un libro supieran que son personajes de un libro?”.

“Las dos protagonistas saben que son personajes de un libro que está escribiendo otro escritor y saben que el tipo las mata al final de la historia, entonces la intención básicamente es no morir. ¿Cómo hacemos para zafarnos de esto? Ahí se empiezan a tejer las historias que van de lo que el escritor está escribiendo en su novela, de lo que los personajes hacen cuando el tipo no escribe y la historia particular del escritor, son tres historias que se van entrelazando”.

Javier la considera la novela más compleja en la que trabajó. “entonces por eso también le dediqué tanto tiempo”.

La idea para esta novela surgió “cuando estaba por recibirme y fue un momento de la carrera donde empecé a trabajar académicamente con la idea de la ficción y la verosimilitud, la ficción corrida de ese concepto intuitivo de la falsedad. Hay una versión ingenua de la ficción que la ve como opuesta a la verdad, como si fuera la falsedad”. Javier piensa la ficción del lado de la verosimilitud, salida o corrida de esa dicotomía entre verdad y falsedad, como creadora de la realidad en sí misma.

“Venía trabajando teóricamente eso (la ficción como creadora), pensándolo en relación al psicoanálisis, a la práctica, y después justamente la idea de que en un análisis uno posiblemente escribe su historia. Venía pensando en cómo en un análisis uno escribe su historia a medida que recuerda, no solamente con el recuerdo sino con el trabajo de análisis. Entonces esa idea de que uno puede escribir la historia me llevó a lo de los personajes. Si estos personajes supieran que son personajes de ficción, si tuvieran por lo menos el conocimiento, si tuvieran ese saber de dónde están tramados algo tal vez podrían hacer con esas tramas, con esas escrituras. Hay un juego muy explícito que quienes son psicoanalistas se dan cuenta porque hay una definición de inconsciente de Lacan como discurso del otro. «El inconsciente es el discurso del otro», dice Lacan, y en la novela se plasma de una manera muy gráfica. Hay un escritor que es el que escribe, que las narra”.

Antes del comienzo de la novela hay breves textos en los que los propios personajes hablan de la novela, ya desde allí el lector está invitado a jugar entre esas realidades.

“Tiene muchos pasajes en los que la narración se dirige directamente al lector. Juega con la retorsión de borrar los límites entre lo que uno entiende como realidad y ficción, entonces hay ahí como un tercero”.

Tener una editorial implica mucho más que la escritura, buscar proveedores, resolver la distribución. Por lo pronto, Un mundo de novela se puede conseguir por los perfiles de las redes sociales de Editorial Punto Final. “Todavía lo estamos revisando porque por el momento distribuimos muy artesanalmente. Manejar las redes sociales también (es un trabajo extra), por el momento lo hacemos todo nosotros, desde las redes sociales, charlar con la imprenta, corregir, maquetar y hacer los envíos, todo”.

Fuente : redaccionrosario.com

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