El Senado aprobó la semana pasada, por unanimidad, el proyecto de Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación que establece un incremento progresivo y sostenido de los recursos que se destinarán del Presupuesto Nacional, hasta alcanzar el 1% del Producto Bruto Interno (PBI) en el año 2032.
La histórica ley, que todavía no fue publicada en el Boletín Oficial, busca, entre otros puntos, “generar empleos de calidad a través de tecnología al sector productivo y social”, favorecer “la formación de profesionales y técnicos especializados en el país y en el exterior”, incrementar la infraestructura y equipamiento, impulsar “incentivos que estimulen la inversión del sector privado en actividades que involucren la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) y fomenten el desarrollo de empresas de base tecnológica” y propiciar la participación de las mujeres y la población LGTBI+.
Dado que la ley establece que el aumento de los recursos deberá ser de manera progresiva y sostenida, lo que corresponda del Presupuesto Nacional para la ciencia cada año, nunca será inferior a lo asignado el año anterior. Esto es importante si se tiene en cuenta que durante el gobierno de Mauricio Macri las áreas de Ciencia y Tecnología han sufrido recortes progresivos que dificultaron su desarrollo.
Otro de los objetivos principales de esta norma aprobada es lograr un sistema de Ciencia y Tecnología que tenga carácter federal y por el que se promueva la participación de todas las provincias, incluida la ciudad de Buenos Aires: “establécese que, como mínimo el 20% del presupuesto nacional destinado a la función ciencia y técnica, deberá ejecutarse por el Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva en las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, según se señala en el artículo 7°.
Por otro lado, también, se busca “diversificar la matriz productiva mediante el impulso de políticas de innovación sustentable” y promover la divulgación científica “como estímulo para la generación de nuevos investigadores y como herramienta educativa.”
La comunidad científica celebró que, después de estar estancada durante cuatro años, finalmente se aprobara esta Ley que permite que el 1% del Presupuesto Nacional se destine a financiar la Ciencia y la Tecnología.
Por su parte, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, en diálogo con Página 12, expresó que "la pandemia reveló para toda la sociedad la importancia de la ciencia y la tecnología. Hubo un cambio político muy grande, quedó plasmado que la ciencia debe ser una política de Estado y esta ley firma el compromiso de que invertirá de forma progresiva para que nunca más el sistema científico argentino pase por las crisis a los que nos han tenido acostumbrados los gobiernos neoliberales."
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