Aunque no parece haber ánimos ni condiciones para una gran confrontación con Israel, Teherán podría optar por múltiples opciones para dejar sentado que su capacidad disuasoria "no es un tigre de papel".
Expertos y analistas buscan predecir cuál será la respuesta de Teherán al mortífero ataque perpetrado este lunes por la aviación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra el Consulado iraní y la zona adyacente en la capital siria, Damasco, donde se encuentra el complejo de edificios de la Embajada de la República Islámica.
El bombardeo israelí mató a no menos de 16 personas, según declaró el director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman. Entre las víctimas se encuentran Mohammad Reza Zahedi, alto comandante de una unidad de la Guardia Revolucionaria, y el general Haji Rahimi, adjunto de Zahedi, así como otros cinco militares iraníes.
El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí, ha prometido que "los sionistas" se arrepentirán del ataque. Por su parte, el grupo chiita libanés Hezbolá también prometió que Israel recibirá "castigo y venganza" por su agresión en Damasco.
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel reforzaron su sistema de defensa antimisiles en la frontera del país hebreo con Líbano, al declarar que "las FDI están en guerra y el despliegue de fuerzas está bajo evaluación continua según las necesidades".
Los expertos coinciden en la opinión de que Teherán no dejará sin respuesta el asesinato de sus dos comandantes. Sin embargo, es complicado determinar qué métodos podría utilizar para ello, ya que las autoridades iraníes difícilmente revelarán sus planes en las declaraciones oficiales.
Manifestantes queman banderas de EE.UU. y de Israel, Teherán, Irán, el 1 de abril de 2024Vahid Salemi / AP
"Irán ciertamente puede recurrir a sus aliados en la región, como Hamás, Hezbolá y los hutíes, animándolos a aumentar la intensidad y la escala de sus ataques contra Israel a través de la frontera libanesa y contra los buques en el mar Rojo", afirmó Gay Berton, investigador de la Universidad de Lancaster.
Desde su punto de vista, un ataque directo contra el territorio israelí tampoco debería descartarse, aunque no se trata de una medida demasiado probable, puesto que podría conducir a una escalada indeseable e incontrolada.
Las palabras de Berton fueron apoyadas por otro analista, Nikita Smaguin, experto del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, quien indicó que una opción más lógica para Teherán sería seguir apoyando a Hamás y Hezbolá en su enfrentamiento con Israel.
"Pero, en principio, el apoyo de Irán a estas organizaciones habría continuado de todos modos, con o sin el ataque a la misión diplomática", afirmó. "Así que ahora seguiría esperando, además de esa opción, algún nuevo paso o nivel por parte de Irán", declaró.
El bombardeo israelí también podría desencadenar un incremento de los ataques contra las tropas estadounidenses por parte de los aliados de Irán, señaló a CNN Trita Parsi, vicepresidenta ejecutiva del Quincy Institute for Responsible Statecraft.
"Es posible que veamos un aumento o una reanudación de los ataques de las milicias iraquíes y sirias contra las tropas estadounidenses. Y eso significaría que el ataque israelí contra Irán en realidad pone un objetivo sobre las espaldas de las tropas estadounidenses en el Medio Oriente", dijo Parsi.
En ese contexto, funcionarios estadounidenses que hablaron bajo condición de anonimato admitieron que están monitoreando la situación y evaluando la posible concreción de esa teoría, en referencia a posibles ataques contra el contingente militar de su país en Irak y Siria. Sin embargo, hasta ahora no han recibido información de inteligencia que sugiriera que se estén planeando tales actos.
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Tras el bombardeo israelí, sostiene una fuente, las autoridades iraníes "se han enfrentado a este verdadero dilema: si responden, podrían estar provocando una confrontación que claramente no quieren". "Están tratando de modular sus acciones de una manera que demuestre que son receptivas, pero no escaladoras", manifestó.
"Si no responden en este caso, realmente sería una señal de que su disuasión es un tigre de papel", señaló.
A ese respecto, Smaguin sostuvo que es poco probable que Irán tome medidas que crucen la línea roja y provoquen un ataque directo de EE.UU. o Israel contra el territorio iraní. En lugar de esto, abogarán por pasos que podrán impactar en la retórica política, pero no causarán daños significativos a Israel.
Elliott Abrams, un exfuncionario que cumplió roles destacados en las administraciones de Ronald Regan, George W. Bush y Donald Trump, y que ahora se desempeña como experto en Oriente Medio para el think tank estadounidense Council on Foreign Relations, también opinó que Irán no desea ampliar la guerra.
"Creo que Irán no quiere una gran guerra entre Israel y Hezbolá en este momento, por lo que ninguna respuesta vendrá en forma de una gran acción de Hezbolá", dijo. Agregó que Teherán puede responder de varias maneras, y mencionó entre ellas la posibilidad de un atentado contra una Embajada de Israel.
Mientras tanto, el periodista de origen iraní Ali Sadrzadeh sostuvo que "Irán no es capaz de entablar una gran confrontación con Israel, dada su capacidad militar y su situación económica y política", pero tendrá que dar una respuesta para, entre otras cosas, "proteger su reputación entre los aliados regionales".
Fuente : actualidad.rt.com
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