El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) logró encontrar e identificar los restos del dirigente sindical azucarero peronista Benito Vicente Romano, secuestrado y desaparecido el 16 de abril de 1976.
Romano fue víctima de una patota de “sicarios de Coordinación Federal”, tal como lo comunicó la familia del dirigente de la Federación Obrera de Trabajadores de la Industria Azucarera (Fotia) que fuera una federación fuerte y combativa y sufrió en ese tiempo en Tucumán, bajo la última dictadura militar, el secuestro de casi la totalidad de sus principales dirigentes.
Fue miembro fundador de la CGT de los Argentinos y hasta a marzo de 1973 ocupó la secretaría de Interior de esa central obrera.
La familia informó que Benito Romano será sepultado este 17 de octubre. “Elegimos el día de la lealtad peronista, porque fue el más leal de los peronistas tucumanos, leal a sus principios y por sobre todo leal al movimiento obrero azucarero tucumano, entregando la vida por ellos”, afirmó la familia.
Romano fue trabajador del ingenio Esperanza, era hijo de un obrero azucarero, fue delegado del ingenio desde los 17 años. Luego del derrocamiento de Perón se fue exiliado a Bolivia, en 1959 resultó elegido secretario general de Fotia y, mientras se desempeñaba como diputado nacional, sucedió el cierre del ingenio en el que trabajaba.
Romano como muchos obreros azucareros continuó luchando por la reapertura de los ingenios. Fue representante de una Comisión de Ingenios Cerrados y, tiempo después, llegó a ser director obrero de la Compañía Nacional Azucarera, CONASA. El mismo día del golpe de Estado, las fuerzas represivas fueron a buscarlo a su domicilio y al no encontrarlo se llevaron a su hermano.
En busca de respuestas Benito viajó a Buenos Aires, lugar en el que fue secuestrado y desaparecido. Romano representaba a una de las corrientes del peronismo que desde el golpe de Estado de 1955 había ido radicalizando sus posiciones. En las condiciones particulares de la “Revolución Argentina” con el cierre de ingenios tucumanos Romano fue uno de los dirigentes obreros azucareros que impulsó la lucha y el enfrentamiento directo con la dictadura y las patronales.
En ese camino fue uno de los máximos representantes de la CGT de los Argentinos en Tucumán, convirtiéndose en distintas ocasiones en una bisagra entre los sectores del peronismo tradicional y sectores de la izquierda obrera y también estudiantil.
Fuente : redaccionrosario.com
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!