El Universo de Clarita cuenta vida y fantasías de una adolescente rosarina que se enamora de la astronomía y emprende un viaje junto a los hacedores del Proyecto Miradas. Este miércoles se estrena en el Bafici y piden traerla a la ciudad.
Se trata de una producción audiovisual de 80 minutos dirigida por el realizador neuquino Tomás Lipgot, que se estrena este miércoles 17 de marzo, a las 19, en el marco de la inauguración de la vigésima segunda edición del Bafici (El Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente), que cuya programación habrá funciones presenciales y virtuales.
La película documental cuenta la historia de Clara, que actualmente tiene 14 años y es dueña de un amor inmenso por la astronomía desde muy pequeña.
El relato cinematográfico está atravesado por viajes y vivencias que Clarita, así la llamaban de chiquita, comparte junto a su familia: su madre, padre, y hermanas, y los talleristas Yayo Ekdesman y Sofía Mendéz, hacedores del Proyecto Miradas, una experiencia socioeducativa que se originó en 2011 con un motorhome que trasladó a los aventureros por todo el continente y que visitó comunidades rurales, campesinas e indígenas con el objetivo de vincular la astronomía con los pueblos.
Yayo, comunicador y docente rosarino, quien fue uno de los primeros cronistas El Eslabón –periódico que hoy edita la Cooperativa La Masa junto a este medio–, dialogó sobre el surgimiento de la película que dirige Tomás Lipgot.
“Tomás nos contactó porque fue al Planetario de Buenos Aires, hace como cuatro o cinco años, a buscar un personaje protagónico para su película, que tenía que ser un pibito curioso y carismático que le gustara la astronomía, y desde el Planetario le contaron de nosotros y nos llamaron”, relata uno de los creadores del Proyecto Miradas, una experiencia que vivió junto a quien fuera entonces su pareja, Sofía Méndez, y del que se realizó un documental para la señal Al Jazeera de Inglaterra y una producción para el canal público provincial 5RTV.
“Yo estaba desarrollando talleres de astronomía en esa época y cuando conocí a Clarita un día en la Sala Lavardén no lo dudé; era carismática, extrovertida, curiosa y dulce. La presenté y se enamoraron”, cuenta Yayo.
El proyecto fue mutando, y se barajaron propuestas de coproducción con otros países y, finalmente, tuvo el auspicio del Conicet, el organismo estatal dedicado a la promoción de la ciencia.
“Lo que trata la peli es un viaje donde vamos aprendiendo cuestiones de astrología en distintos espacios del Conicet. Sofía y yo somos los profesores que la llevamos de viaje y ella se va formando en distintos lugares del país”.
“Es muy interesante la convivencia que se dio detrás de cámara”, añade y afirma que Sofía “viene de una familia muy humilde, que son lectores de El Eslabón, compañeros”, aclara.
Yayo agrega que la adolescente rosarina nunca había salido de Rosario ni viajado en avión, cosas que finalmente ocurrieron en el marco de la aventura documental.
“Compartimos experiencias como el cruce que hicimos a las islas frente a Rosario para entrevistar a descendientes Chanás. Estuvimos en todos lados, fuimos a Buenos Aires, a La Plata y también a Mendoza; a Campo del cielo en Chaco, donde nos cruzamos con Alejandro López que estudia la relación astronómica de los tobas y los mocovíes con los meteoritos que cayeron en ese lugar”.
El Yayo, como se lo conoce cariñosamente, explica cómo fue la relación con la película que protagoniza Clara, luego de tamaña experiencia con Proyecto Miradas, esa odisea que significó un road movie que visitó 70 escuelas, 15 países y la concepción –en el camino– de sus hijas Negra y Coral.
“En El Universo de Clarita, los roles se pusieron difusos. Nosotros en principio no íbamos a participar, nuestro rol era presentar a Clarita al director, después terminamos interviniendo en la producción y en el guión. Fue una excusa perfecta para conocer todo lo que hay de astronomía en el país”.
El documental se estrena este miércoles 17, a las 19, el día inaugural de la edición 22 del Bafici, que permanecerá hasta el 28 de marzo con funciones presenciales en espacios de Buenos Aires y de forma virtual. El material se podrá ver en el jardín del Museo Larreta, y desde ese día y horario quedará disponible para ser vista de manera virtual y gratuita por 72 horas, luego de registrarse en la página oficial. La producción tiene pensado exhibir el filme en Rosario y llevarla a otras ciudades del país.
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