Ghislaine Maxwell, la exmujer de Jeffrey Epstein, el proxeneta y tratante dueño de la Isla en la que mantenía cautivas a niñas para una red de pedofília, sentenciada a 20 años de prisión por ser cómplice de una red de tráfico sexual, recibe “servicios” en la cárcel de la organización religiosa jasídica Jabad Lubavitch, recientemente involucrada en un escándalo en Nueva York, por el descubrimiento de túneles secretos debajo de su sinagoga principal.
Tanto Epstein como Jabad Lubavitch han estado fuertemente asociados a las estructuras de poder del Estado de Israel. El proxeneta y pedófilo siempre estuvo sospechado de ser la cara visible de una red armada al servicio del Mossad, a los fines de extorsionar con videos sexuales a políticos y empresarios influyentes. La Lubavitch, por su parte, promueve una ideología religiosa que sirve de soporte al Estado de Israel, al tiempo que mantiene lazos con dirigentes de primer nivel en todo el mundo.
La ONG Reaching Out, es una organización ligada a Lubavitch, que tiene el objetivo de “ayudar a los prisioneros judíos a afrontar los miedos y ansiedades antes de ir a la cárcel y los obstáculos mientras están en prisión”. “Reaching Out es una organización bajo el liderazgo del Lubavitcher Rebe. Estamos a la vanguardia en llevar la luz de la Torá a los lugares más oscuros de las prisiones. Es por eso que nos llaman la Casa Jabad para Prisioneros Judíos”, afirma el sitio oficial. ¿Una fachada para la ayuda del Mossad a sus exagentes caídos en desgracia?
Ghislaine es hija del magnate británico y espía del Mossad israelí Robert Maxwell, quien fue criado en lo que hoy es Ucrania por padres judíos ortodoxos. Robert se convirtió en un poderoso magnate de los medios de comunicación y fue dueño del periódico Mirror Group hasta su muerte en 1991.
La noticia sobre los “beneficios” en presión de Ghislaine fue difundida por primera vez por el diario británico The Sun que afirmó que Maxwell “ha sido recompensada con mejor comida y más tiempo libre en el trabajo”.
Según las leyes del país del Norte, las cárceles de ese país deben cumplir con las obligaciones religiosas de los reclusos, lo que significa que los judíos tienen acceso a ciertos beneficios, como recibir comida kosher, suministros de oración y cambios en los horarios de trabajo para tener en cuenta el Shabat, y los días festivos.
Reaching Out, es una de varias organizaciones operadas por personas afiliadas al movimiento Jabad Lubavitch para servir a quienes están encarcelados. Otro, el Instituto Aleph, apoya a los presos no sólo con sus necesidades religiosas mientras están encarcelados, sino también en su búsqueda de clemencia o libertad condicional.
Con respecto a los Maxwell, Robert fue enterrado en el Monte de los Olivos en Jerusalén y a su funeral asistieron destacados políticos israelíes, entre ellos el entonces primer ministro Yitzhak Shamir, el entonces presidente Chaim Herzog y Natan Sharansky.
Fuente : kontrainfo.com
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