La Cámara Nacional Electoral (CNE) salió a contestar a las versiones sobre supuestas irregularidades o fraude cometidos durante la elección general de octubre, difundidas por algunos periodistas y simpatizantes del candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei.
El organismo de la Justicia a cargo del recuento de votos cuestionó las “invocaciones de fraude sin fundamento que en estos días desinforman a la opinión pública y socavan a la democracia como sistema de creencias compartidas”.
Además, apunta que las versiones que abundaron en redes sociales sobre errores en los telegramas o datos mal cargados durante el escrutinio provisorio “desconocen que el único escrutinio válido es el definitivo a cargo de la Justicia Nacional Electoral”.
“El alto nivel de garantías que aseguran el respeto de la genuina expresión de la voluntad popular en la República Argentina, con mecanismos imparciales para resolver reclamos e incidencias, es un elemento reconocido no solo en el ámbito nacional sino también por la comunidad internacional”, reafirma la CNE al recordar el aniversario del retorno de la democracia, hace 40 años.
La Cámara destaca también que desde 1983 hubo 33 procesos electorales nacionales íntegros “todos con resultados aceptados y reconocida e indiscutida legitimidad”.
Durante los últimos días en las redes sociales abundaron publicaciones de seguidores de Javier Milei, y también de algunos periodistas, sobre supuestos “microfraudes” en las elecciones del 23 de octubre en las que el libertario quedó segundo con casi un 30 por ciento de los votos.
La mayoría de esos posteos apuntan a telegramas mal cargados durante el escrutinio provisorio o a mesas en las que un partido obtiene casi el 100 por ciento de los votos. Lo cierto es que esas presuntas irregularidades fueron subsanadas durante el escrutinio definitivo y se trata de cantidades de votos marginales que no impactan sobre el resultado total.
A 40 años de la elección que marcó el retorno de la democracia
El aniversario de la elección del 30 de octubre de 1983 constituye un acontecimiento histórico que merece ser reconocido y conmemorado. Marcó el punto de partida del período democrático más extenso en la historia de nuestro país, con ejercicio pleno de los derechos políticos de la ciudadanía en la designación de sus representantes.
Desde entonces tuvieron lugar 33 procesos electorales nacionales íntegros, de diversas características; todos con resultados aceptados y reconocida e indiscutida legitimidad.
Las elecciones no son un servicio público a cargo de una autoridad estatal, sino un acto de soberanía, de amplia participación y con controles recíprocos, en el que intervienen ciudadanas y ciudadanos sorteados como autoridades de mesa y fiscales designados por las agrupaciones políticas.
El alto nivel de garantías que aseguran el respeto de la genuina expresión de la voluntad popular en la República Argentina, con mecanismos imparciales para resolver reclamos e incidencias, es un elemento reconocido no solo en el ámbito nacional sino también por la comunidad internacional.
Frente a invocaciones de fraude sin fundamento que en estos días desinforman a la opinión pública y socavan a la democracia como sistema de creencias compartidas -en tanto desconocen que el único escrutinio válido es el definitivo a cargo de la Justicia Nacional Electoral- se vuelve necesario recordar tan trascendente hecho institucional, como un modo de poner de relieve el valor que revisten para la historia de la democracia argentina las elecciones periódicas, libres, transparentes y auténticas.
Su celebración importa y concierne a la ciudadanía toda, pues los procesos electorales constituyen ya un elemento esencial de la cultura cívica y del acervo institucional de la Nación.
Fuente : redaccionrosario.com
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