Si compras un nuevo dispositivo en este momento, es muy probable que descubras que es compatible para carga inalámbrica. Tras un comienzo lento, esta tecnología sin cables ha sido ampliamente adoptada por la mayoría de las empresas de tecnología de consumo y está disponible en todo tipo de dispositivos, desde teléfonos y tabletas hasta relojes inteligentes y auriculares.
Aun así, el hecho de que tu nuevo dispositivo sea compatible con cargadores inalámbricos no significa necesariamente que debas elegirlo o usarlo cada vez que necesites «darle vida» a tus dispositivos electrónicos. Ambos estándares tienen sus pros y sus contras, incluida su velocidad, su conveniencia y su eficiencia energética.
Si bien la carga inalámbrica es la tecnología más nueva y aparentemente más genial, la carga por cable aún tiene muchas ventajas.
En primer lugar, energizará tus dispositivos más rápido. Por ejemplo, el Samsung Galaxy S22 admite un máximo de 25 W con un cargador convencional y un máximo de 15 W mediante conexión inalámbrica, lo que hace que la opción con cable sea casi el doble de rápida.
Estas diferencias de velocidad varían de un dispositivo a otro, pero la carga por cable casi siempre ofrecerá un aumento de velocidad significativo. Si necesitas subir el nivel de la batería lo más rápido posible, entonces tu viejo cargador es la opción más conveniente. Las velocidades de carga inalámbrica aumentan con el tiempo, pero también lo hacen las velocidades de carga por cable.
En segundo lugar, la carga inalámbrica utiliza más energía y es menos eficiente. Los cálculos más aproximados sugieren que los cargadores inalámbricos necesitan casi un 50 por ciento más de energía para cargar completamente un teléfono, pero esto varía entre dispositivos y cargadores. Esto es algo a tener en cuenta si estás pendiente de las facturas de la luz o quieres minimizar tu huella de carbono, aunque no tiene en cuenta otros costes medioambientales como los cables de sustitución de los cargadores convencionales.
Además, ten en cuenta que la carga inalámbrica generalmente requiere que gastes más dinero. La mayoría de los dispositivos vendrán con al menos un cable de carga en la caja, si no un adaptador completo, mientras que tendrás que gastar más para una solución inalámbrica, que generalmente cuesta entre 10 y 35 euros.
por último, en la mayoría de los escenarios, es más fácil usar teléfonos o tabletas mientras se cargan si están conectados a la electricidad mediante un cable.
La ventaja más obvia de la carga inalámbrica, y la que notarás de inmediato, es la conveniencia: en lugar de buscar ese cable en el pequeño espacio entre tu cama y la mesita de noche, simplemente deja caer su dispositivo sobre una almohadilla o un soporte. Además, si utilizas mucho tu dispositivo entre cargas, lo que es muy probablemente que hagas, es mucho más fácil levantarlo y volver a colocarlo que tener que desconectarlo y volver a conectarlo cada vez.
También hay algo que decir sobre la versatilidad de la carga inalámbrica. Con el Apple Watch como una notable excepción, casi todos los dispositivos que admiten esta tecnología utilizan el estándar Qi. Esto significa que puedes usar la misma plataforma de carga para diferentes móviles, tabletas y auriculares, por lo que podrás reemplazar todos esos cables colgantes con una sola plataforma de carga que se encarga de varios dispositivos tan pronto como necesiten energía adicional.
Los fabricantes a veces crean sus propios estándares de carga inalámbrica para que las cosas sean aún más convenientes para sus clientes. Esto es lo que hizo Apple con el estándar MagSafe introducido con el iPhone 12. Utiliza una serie de imanes para asegurarse de que los cargadores inalámbricos encajen en su lugar, entregando energía de la manera más eficiente posible. Pero no tienes que limitarte a comprar los cargadores de Apple si no quieres, ya que terceros también han producido una variedad de accesorios compatibles con este estándar.
Independientemente de sus pros y sus contras, no hay un ganador objetivo real cuando se trata de la batalla entre los cargadores con cable e inalámbricos. Al final del día, realmente depende de los tipos de dispositivos que estés usando, los diferentes estándares que admitan y cuánto tiempo tarden en tener una batería completa según el cargador que estés usando.
También depende de los dispositivos que tengas y de cómo los utilices. Es posible que desees usar tu tableta mientras se está cargando, lo que significa que la carga por cable tiene más sentido. Pero la elección es irrelevante cuando se trata de auriculares: no puedes usarlos mientras se están cargando, porque van a estar en su estuche.
Tampoco hay nada que te impida usar ambos métodos con tus dispositivos, pero conocer los pros y los contras te ayudará a tomar una decisión informada. Por ejemplo, tal vez la carga por cable en casa durante la noche y la carga inalámbrica en la oficina tengan sentido para algunas personas. Es solo una idea.
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