Eduardo Toniolli arrancó su mandato como diputado nacional en pleno debate del acuerdo con el FMI: “Esta deuda es como el empréstito de un millón de libras esterlinas con la Baring Brothers que tomó Bernardino Rivadavia”.
“Juntos por el Cambio exige que un eventual preacuerdo con el FMI, su tratamiento en el Congreso, debe ser transparente con toda las fuerzas políticas y de cara a los argentinos. Suena razonable, recordemos que la decisión de endeudamiento con el Fondo, la tomaron en una asamblea en el Parque Centenario”, escribió en las redes sociales el flamante diputado nacional por Santa Fe, Eduardo Toniolli. Asumiendo a la política como “vocación”, el rosarino se prepara para su tercer ámbito legislativo, donde la enjundia discursiva y los estiletazos, forman parte de su esencia.
“Gracias señor presidente. Su presencia en ese estrado me trae algunos recuerdos juveniles, recuerdos no positivos, claro”, arrancó en su debut, en la sesión especial del pasado 16 de diciembre de 2021 cuando en su calidad de vicepresidente de la Cámara, el radical Julio Cobos, le dio la palabra. Botón de muestra con el que prologó su exposición donde habló de la “obsesión casi enfermiza por caracterizar a toda inversión estatal como superflua e improductiva y al Estado como una máquina de ponerle trabas a la actividad privada”.
El Congreso de la Nación es el tercer formato como representante de la voluntad popular, antes fue diputado provincial y concejal. ¿Hay algún eje articulador entre los tres ámbitos? “Hay algo del orden de la actividad legislativa que unifica a estos niveles y que es la lógica de funcionamiento de los cuerpos colegiados”, respondió. Y dijo que se trata de ámbitos colectivos donde hay distintas representaciones políticas y la decisión no está centralizada en una persona ni en un sector político, para avanzar con alguna decisión siempre hay que “negociar”.
“Después como distintivo de cada uno, tengo para decir, en base a mi experiencia, que el de mayor cercanía territorial y relación con los vecinos es indudablemente el Concejo”, comentó y no pasó por alto que, en Rosario, suele haber “cierta mirada crítica sobre el Cuerpo, en los medios de comunicación y algunos sectores de la dirigencia política y social, pero la verdad es que mi experiencia me marca que es un ámbito de muchísima cercanía y todo lo que sucede en términos públicos en la ciudad, termina teniendo algún tipo de paso por el Legislativo local, sean o no de su incumbencia”.
“Otros términos unificadores, es que generalmente y siendo o no, parte de una mayoría determinada, una de las pocas formas de sortear las dificultades que trae a la hora de tomar decisiones en los ámbitos colegiados, es que hay sectores movilizados detrás”, enfatizó. Claro que el apoyo puede adquirir al menos dos formatos, la expresión popular en la calle o el lobby entre bambalinas de algún sector de poder.
“Si hay posibilidad de transformar alguna cosa es porque hay detrás intereses movilizados, por supuesto cuando se trata de sectores populares y de trabajo, la forma más apta suele ser la movilización, cuando se trata de algún sector de poder económico concentrado, en general, circula otra lógica”, argumentó el diputado nacional por el Frente de Todos. E ilustró con una evocación de Germán Abdala: “la política suele ser la única herramienta que tiene la mayoría para mejorar sus condiciones de vida”.
“Cuando cualquiera, incluso interviniendo en política, la denosta, lo miro con desconfianza, porque cuando esto sucede es porque en general no se tiene confianza en que la toma de decisiones sea algo de lo que participen los sectores populares”, consideró Toniolli sobre el vínculo entre representantes y representados. Vínculo que es uno de los primeros que desaparecen en los gobiernos de facto.
“Me tocó entrar en un momento complejo y en una primera sesión donde la oposición decidió rechazar el proyecto del Presupuesto para el año 2022 del oficialismo, con todo lo que esto conlleva en materia de daño a la gestión en los destinos del Estado nacional”, relató sobre su primera actividad en el Congreso de la Nación. Además, dijo que fue un intento de la oposición por “escenificar un aparente nuevo escenario surgido de las elecciones legislativas de 2021, cuando en realidad la composición de las bancas no resultó muy distinta”. Claro que la escenificación incluyó la aspiración a presidir la Cámara, algo que no ocurrió.
“En realidad, además del Presupuesto, entraron en discusión, dos miradas distintas de país”, enfatizó Eduardo Toniolli y en ese sentido citó por caso la disputa por la reforma progresiva de impuesto a bienes personales, aumentando un poco la alícuota a 16 mil grandes contribuyentes, para beneficiar a 500 mil. “Esto demuestra que la lógica impuesta por la grieta, puede traccionar posiciones ideológicas que deberían haber apoyado el proyecto”, subrayó sobre la pulseada que al final definió el oficialismo, por 127 a 126 votos en contra que incluyeron al interbloque Federal. Un ejemplo de cómo los alineamientos pueden ir más allá de lo que supone la coherencia ideológica.
Claro que si de ideología se trata, el tema del FMI se llevaría todos los puntos para ranquear la agenda, pero mientras eso suceda, para las primeras sesiones del 2022, el Ejecutivo enviaría un paquete de proyectos relacionados con incentivos de la actividad económica para la post pandemia, y que tienen como objetivo apuntalar el trabajo y la producción. La reactivación de la industria en los últimos meses, pone el contexto de factibilidad para este tipo de iniciativas.
“Se trata de herramientas y dispositivos que apuestan fuertemente a seguir acompañando el envión que tiene la recuperación de algunos sectores de la economía, que serán puestos a consideración en la extraordinaria y que van de la mano de lo que viene planteando el gobierno nacional, de cara a la discusión con el FMI”, explicó. Y añadió que si hoy no hay un acuerdo cerrado es porque hay dos formas de conseguir ese acuerdo que entraron en colisión.,
“Una de esas formas es la del FMI, que lamentablemente parece abonar una parte de la oposición política argentina y que es el ajuste, la otra es la que propone el gobierno que es llegar a un acuerdo pero sobre la base de pagar creciendo”, señaló. Y agregó el conocido apotegma de Néstor Kirchner: los muertos no pagan.
“Desde esta perspectiva, el gobierno intenta dinamizar sectores de la economía, saliendo con trabajo y producción, del infierno al que nos llevaron las pandemias macrista y del Covid”.
En su opinión la estrategia redentora tiene tres ejes: crecer, distribuir y recuperarse. Si esto sucede la base está y en ese marco “si es posible llegar a un acuerdo con el Fondo, sosteniendo esos preceptos, bienvenido sea, y si no el futuro dirá qué nos depara”.
Para el legislador nacional hay una posición firme de Argentina y cierta conciencia de que los procesos de endeudamiento tienen una lógica determinada que es endeudarnos para no poder pagar, para digitar la política, hay una decisión de marcar firmeza, no nos queda otra; un acuerdo que implique lo que tradicionalmente pide el Fondo nos va a llevar a un escenario recesivo, insostenible socialmente”, analizó.
Con respecto a los responsables del endeudamiento más grande del país, y a su vez que dio el FMI, Toniolli activó un link a un hecho de la historia: “la deuda que tomó Mauricio Macri es una reproducción casi calcada de la primer deuda que tomó Argentina, como nación independiente, cuando Bernardino Rivadavia, tomó un empréstito de un millón de libras esterlinas con la Baring Brothers, para hacer obras y puertos que nunca se hicieron y que terminó en manos de los amigos de Rivadavia, acá pasó lo mismo”, concluyó.
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