Con retratos hiperrealistas en óleo sobre lino, Agostina Mauro pintó a Diego Maradona y Lionel Messi, entre otras varias personalidades destacadas. “Inevitablemente, un pedacito mío está en cada uno de mis trabajos”, dice.
Román, consciente de la enfermedad avanzada de su madre, pidió un deseo. El niño, muy niño y –como su nombre lo indica– muy hincha de Boca, quería ser retratado junto a ella en La Bombonera. La idea/encargo llegó a la artista Agostina Mauro a través de Marcos, padre del chico. La madre no llegó a ver la obra hiperrealista plasmada en óleo sobre lino. Pero sí lo hizo el plantel Xeneize.
Futbolera de toda la vida, artista plástica y pintora, Agostina Mauro retrata, entre su vasta obra, a ídolos de pantalones cortos como Diego Maradona, Lionel Messi, Mario Kempes. “Siempre fui muy amante del fútbol, es algo que me gusta desde chiquita”, dice esta mujer nacida y criada en San Vicente (provincia de Buenos Aires) y con estudios en La Plata, y agrega: “La figura de Diego la tengo muy presente, ha sido el mejor jugador del mundo. Aunque yo estuve más relacionada con Messi, por una cuestión de generación”.
Dibujaba desde chica como cualquier hijo de vecino y vecina. Empezó a transformar aquello en profesión desde la temprana muerte de su padre, víctima de inseguridad. Si bien en el jardín y en la escuela “tenía una facilidad que otros no tenían”, aquello pasó de hobbie a un asunto más terapéutico tras esa pérdida. “Me meto en el arte como forma de canalizar mis emociones”, remarca, y sigue: “El arte fue como un psicólogo para mí de chica. Me ayudó a poner en imágenes lo que no podía poner en palabras. Entonces, todas mis emociones las sacaba a través de la pintura. Cuando descubrí eso fue una explosión. Todo lo emocional, lo que quería sacar y decir lo hacía a través del arte”.
Así fue como mudó a la ciudad de las diagonales sus aspiraciones. Es Licenciada en Artes Plásticas de la Universidad Nacional de La Plata, con orientación en pintura. Agregó a su currículum diversos cursos y el profesorado. “Lo empecé a hacer mi ámbito laboral. No quería que sea sólo un hobbie, sino que quería vivir de esto. Pero –recuerda– todo se inició de una necesidad, de dibujar y pintar para estar bien”.
En una entrevista con este medio, Agostina cuenta que aún conserva esos dibujos pioneros y que de vez en cuando vuelve a ellos. A la hora de definir su estilo, optó por el retrato y la figura humana, lo que en arte se conoce como hiperrealismo. La técnica es óleo sobre lino. Con apenas 12 años ya exponía sus cuadros. “Mucha gente del público me decía que notaban en mis trabajos esta cuestión de sacar lo emocional en esas imágenes, porque decían que mis retratos tenían miradas tristes, como que yo comunicaba mi tristeza de esa manera”. No es casual, entonces, que vea al arte como “una forma de comunicación”.
“El arte me ha llevado a lugares impensados”, afirma Agostina Mauro. En 2018, por ejemplo, conoció al Papa Francisco. “Le escribí una carta, le dije que quería hacerle una obra. Me respondió, me invitó al Vaticano a que vaya a entregarla en una audiencia pública. Fue fabuloso”, relata.
Los retratos a Maradona le permitieron, entre otras alegrías, conocer a parte de su familia (Giannina, Claudia, Verónica Ojeda, Dieguito) y a jugadores de su época. En el parque temático Diego Eterno, que se puede visitar en La Rural porteña, participó en la inauguración: “Estuve haciendo una obra colectiva. También presenté otras. La gente va completando la obra con su huella digital, con pintura. Participó toda la familia de Diego, ex jugadores, famosos”, resalta la artista, que posó para la eternidad mientras Sergio Goycochea y Carlos el Chino Tapia, entre otros futbolistas, aportaban sus huellas al retrato del Diez, y celebra: “Conocí, gracias al arte, gente que nunca creí que iba a conocer. Siempre agradezco haber tomado la decisión de dedicarme a esto que es lo que amo”.
También pintó a Messi y le hizo llegar la obra a través de Chiqui Tapia. “Está firmada por Leo y está en exposición permanente en la AFA”. Pero Agostina va por más respecto del capitán de la Selección: “Ahora me gustaría conocerlo. Es un sueño por cumplir”.
Su próximo objetivo es pintar a Franco Colapinto, piloto que recientemente le puso fin a la larga ausencia de argentinos en la Fórmula 1. “Me parece que es una figura que también hay que homenajear. Está buenísimo tener esa representación en la F1”.
Tras adelantar que tiene “otras sorpresitas por ahí, que aún no puedo contar”, admite que “el arte tiene una cuestión emocional muy fuerte” que se deja reflejar en cada obra. “La imagen que una elige hacer tiene que, de alguna manera, conmover”. Y cuenta sobre su manera de trabajar: “Busco referencias porque no tengo la posibilidad de llamar a Messi y sacarle yo una foto. Lo que hago es ponerle mi impronta: hacerle cambios, agregar cosas, de manera que la imagen sea única. Y trato que esa referencia que busco me conmueva, me llame la atención, me genere algo. Eso lo percibo yo desde lo emocional, y después trato de trasladarlo a la técnica de la obra”.
En ese sentido, reconoce: “Un pedacito mío está en cada uno de mis trabajos. Una pone mucho, inevitablemente estás entregando algo tuyo ahí”.
Transitó los años de la niñez en el Cilindro de Avellaneda porque gran parte de su familia era y es hincha de Racing. “Iba porque me llevaban”, afirma Agostina Mauro, y aclara: “Pero siempre fui de Boca”. Bostera por parte de madre, jugó de chica al fútbol aunque nunca en un club.
La mejor historia con el Xeneize se la debe al encargo que le hizo Marcos Daraio, padre de Román. “Como yo trabajo por encargue, me contactó porque la mamá estaba enferma de cáncer, ya muy mal. Y me comenta que el nene veía siempre mis obras de Messi, y que quería tener una obra mía en la que estuviera él con su mamá en la cancha de Boca, porque eran muy fanáticos y siempre iban a la Bombonera”, relata Agostina. Pero mientras le daba las pinceladas finales, la mujer murió. “Esperamos un tiempo prudente para que el nene pudiera ver el cuadro”. Un mes después, Román llegó al taller y vio la obra. “Hice un video del momento, lo publiqué y se viralizó. Fue muy emocionante”. La emoción llegó hasta Boca Predio, en Ezeiza, donde se entrena el plantel. “Pudimos conocer a todos los jugadores junto con el nene y el papá, fuimos a la cancha. Todo muy lindo”.
Agostina Mauro absorbe parte de lo que pasa a su alrededor y luego expulsa eso a través de un cuadro. Por eso, no sólo pinta caras conocidas, famosas o personalidades destacadas. También homenajea a aquellos anónimos y anónimas que, por ejemplo, le pusieron el cuerpo a la pandemia. “En su momento”, recuerda, “eso fue una fuente de inspiración”.
“Estoy muy pendiente de estos tiempos. Y eso me sucedió en la pandemia”, sostiene la artista, y añade: “Era tan impactante lo que estábamos viviendo, como que estábamos en una película”. De eso surgió la obra homenaje al personal de salud, encarnado en una enfermera abrazando la bandera argentina. “El homenaje también fue a los científicos, a todos los que estaban trabajando mientras el resto estábamos en nuestras casas”, aporta.
En tiempos del Covid, también pintó el mural más grande de la provincia de Buenos Aires, gracias a los 120 metros a cada lado del puente de la ruta 6 que atraviesa la ruta 210, a la altura de Alejandro Korn, en el partido de San Vicente. Allí retrató los ojos, con sus miradas, de los primeros alcanzados fatalmente por el virus. “Me considero una artista de nuestro contexto. Estoy muy pendiente de eso”, concluye.
Fuente : redaccionrosario.com
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!