Entrevistamos a Emanuel, repartidor de la APP Pedidos Ya, quien comenta que desde hace aproximadamente dos años no hay actualización del cuadro tarifario. Además dialogamos con César Latorre, delegado general del Hospital Italiano que explica que «ser esenciales finalmente hace que nos quiten derechos». Por Mario Hernandez
M.H.: El mes pasado se realizó un paro nacional y movilización de trabajadores y trabajadoras repartidores de Apps en distintos puntos del país. Para hablar sobre el tema estamos en contacto con Emanuel.
Me gustaría que compartieras los motivos de este paro y movilización a nivel nacional y cuál fue su alcance.
E.: Lo que sucedió el jueves 25 de febrero fue una autoconvocatoria que hicimos trabajadores de Pedidos Ya y Rappi de varias ciudades y provincias del país. Nuestro reclamo es la tarifa. Hace aproximadamente dos años que no hay actualización del cuadro tarifario, por lo cual la gran mayoría de nosotros, con la gran escalada inflacionaria del país, estamos por debajo y muchos compañeros no llegan a fin de mes. Por esa razón nos fuimos organizando de manera autoconvocada, en diferentes ciudades y provincias y el jueves 25 protagonizamos lo que comentabas, a nivel nacional, con caravanas en distintos puntos del país, Mendoza, Rosario, hubo concentraciones en Córdoba, Entre Ríos, Mar del Plata, Bahía Blanca y en el Gran Buenos Aires hicimos una protesta desde el Puente Pueyrredón hasta el Obelisco.
El reclamo es ese, también por el sistema de trabajo, porque la empresa actualizó las aplicaciones con las que nosotros trabajamos pero esas actualizaciones han significado un perjuicio para los trabajadores por cómo funcionan, nos perjudican. Nosotros tenemos ránkings por determinados parámetros: aceptación, horas trabajadas; a partir de eso nos van ordenando en diferentes ránkings y eso hace a tu sueldo. Muchas veces la aplicación falla, nosotros sospechamos si realmente es una falla o una manipulación de la aplicación para bajarnos el sueldo, porque nos pasa a muchísimos repartidores.
Parte del reclamo era ese y también las cesantías, hay despidos desde el año pasado, en plena pandemia, cierres de cuentas arbitrarios, injustos y, últimamente, cuando empezamos a organizarnos, empezaron a haber amenazas de la empresa y algunos despidos persecutorios de compañeros que son referentes de este movimiento.
M.H.: Se ha extendido mucho este movimiento porque había habido varias expresiones locales de lucha anteriores en Rosario, Córdoba, Mar del Plata, Neuquén y ahora nos encontramos con este paro nacional, que creo que de alguna manera expresa el avance en la organización de los y las trabajadoras de las apps.
E.: Además creció mucho la bronca, porque la mayoría de los trabajadores de nuestro sector estamos siendo perjudicados por la inflación, sobre todo los que trabajamos en moto, el aumento de los combustibles es terrible, los repuestos para nuestras herramientas de trabajo y la empresa no se hace cargo de nada, sólo factura, no nos cubre nada, no nos escucha, es todo unilateral, las tarifas las marca de forma unilateral. No hay ningún tipo de diálogo. La empresa reconoce a 20.000 trabajadores en todo el país, muchos de los cuales nos incorporamos después de perder nuestro trabajo en la pandemia.
M.H.: Aunque ellos los llaman “colaboradores”.
E.: Claro, porque somos monotributistas, nos llaman de esa manera pero nos tratan como trabajadores en relación de dependencia. No es que respetan nuestra autonomía como trabajadores autónomos. A ellos les sirve nuestro dinero pero después nos tratan como trabajadores en relación de dependencia.
M.H.: Súper precarizados por otro lado.
E.: Totalmente. Y también queremos reclamarle al Estado, al Gobierno nacional porque no puede haber una empresa como Pedidos Ya, que ha monopolizado el servicio de delivery. El año pasado absorbió las operaciones de Glovo, tiene operaciones en 14 países, facturan miles de millones de dólares.
M.H.: Se han presentado una serie de proyectos legislativos al respecto.
E.: He leído algo en la prensa, pero a los trabajadores no nos han consultado nada. Nosotros necesitamos que se abra algún tipo de diálogo con la empresa, inclusive con el gobierno, para poder hacer escuchar nuestras necesidades. Somos trabajadores que durante toda la pandemia y cuarentena trabajamos sin parar porque fuimos considerados esenciales, exponiéndonos a todo, incluyendo al virus, muchos compañeros se contagiaron y ni de parte de la empresa ni del Estado hubo un acercamiento para ver qué necesitábamos, nada. Ni hablar de la vacuna. Por ese motivo nos empezamos a organizar, hoy centrados más que nada en el problema de lo que cobramos, porque no alcanza, hay compañeros con familias que pagan alquileres, que tienen hijos chiquitos y que no llegan a fin de mes, trabajando decenas de horas por día y ni así logramos arañar un ingreso que nos permita vivir. No va más esto. Y la bronca se extendió a todo el país.
El viernes 26, la principal empresa de delivery del país decidió, después de 2 años, aumentar el pago a sus trabajadores. Este cambio de actitud se da unas semanas después del masivo paro nacional de repartidores del 4 de marzo.
El aumento no compensa la inflación de los dos años pasados y varía mucho según la zona y el ranking de cada repartidor, y en ningún caso supera un 13%. Además, una parte del aumento es sobre un ítem que se cobra solo en el trabajo nocturno, de esta manera obligan a muchos repartidores a trabajar de noche. La diferencia entre los porcentajes de aumento, se da porque es distinta la tarifa según el ranking que ocupe cada repartidor y la zona donde trabaje. Pedidos Ya asigna un ranking a cada repartidor según los pedidos que haga y que rechace durante el fin de semana. Con esto buscan generar una división y competencia entre los repartidores. El pedido mínimo del nivel más bajo pasó de $65 a $75. Estos $10 de aumento mantienen a muchos repartidores por debajo de la línea de pobreza.
Este aumento es insuficiente para que los trabajadores puedan vivir dignamente. Además del constante aumento de la nafta y de los precios en general, los repartidores se tienen que hacer cargo del monotributo y, quienes trabajan en CABA, de pagar el RUTRAMUR, un registro que implementó el gobierno de Larreta. Las y los trabajadores de las apps tampoco tienen vacaciones, aguinaldo, licencia por enfermedad, por maternidad, ni ART y cada vez más sufren los bloqueos arbitrarios de cuentas.
Al respecto, Emanuel, trabajador de Pedidos Ya y parte de La Red de trabajadorxs precarizados declaró: «Si bien vemos el aumento como una primera conquista de los trabajadores, somos conscientes de que es totalmente insuficiente. Con el aumento de la nafta, los servicios y todos los precios, esto no llega a cubrir la pérdida de poder adquisitivo que tuvimos todos estos últimos años. El gobierno ya dijo que no quiere aumentos superiores al 29% y todas las empresas tomaron esta pauta y si aumentan lo hacen muy por debajo de ese 29%. Hasta ahora el gobierno nacional viene permitiendo que estas empresas hagan lo que quieran con nosotros, trabajamos sin ningún derecho, nos tratan como descartables”.
Y agregó: “Desde la Red consideramos que tenemos que seguir organizados, hay que hacer asambleas para que no haya ningún repartidor por debajo de la línea de la pobreza, para que conquistemos más derechos y también por la reincorporación de todos los compañeros bloqueados, que cada vez son más, y necesitan trabajar para comer y mantener a sus familias. No puede ser que de un día para el otro, sin razón alguna, te dejen sin trabajo».
Carlos Paz, Sec. Adj. De la Asoc. Gremial Interdisciplinaria del Hospital Moyano
Es importante que lleguen las vacunas al Hospital Moyano
M.H.: Solo se había vacunado a un 20% del personal de salud en el hospital. Mientras que se vacuna al sector privado o particular en River. Estamos hablando del Hospital Moyano, con Carlos Paz de la Asociación Gremial Interdisciplinaria, que realizaron en la primera semana de marzo una protesta en el estacionamiento del nosocomio ubicado en Brandsen 2570 de CABA. ¿Qué motivó esta protesta?
C.P.: En realidad nos vimos obligados a la protesta, porque ya estamos a varios días de marzo, se empezó a vacunar el 28 de diciembre y solamente del personal de salud del hospital se vacunó al 20%. Y es así a cuentagotas. Esto no puede ser, por un lado, por la escasa cantidad de gente, cuando en otros lugares se está vacunando a distintas personas que no tienen que ver con salud, pero además hay que pensar que en el caso particular del Moyano, hay más de 600 pacientes internadas que son pacientes vulnerables. Con lo cual nosotros, tendríamos que estar vacunados, todos los que tenemos contacto diario con las pacientes. Se ha vacunado primordialmente y no a todos, a determinados sectores de agudos, guardia, emergencias y personal que está encargado en la UFU pero no personal de planta, hablo de enfermeros, kinesiólogos, laboratorio, médicos, psicólogos que están en constante contacto con nuestras pacientes.
Desde esa perspectiva nos vimos obligados, ya se habían hecho comunicados e informes a la dirección del hospital pero el gobierno de la Ciudad evidentemente tiene otros intereses y no se da cuenta de que en realidad nuestro hospital hoy tendría que tener al menos un 80% del personal vacunado.
M.H.: ¿Querés agregar algo?
C.P.: Te agradezco que esto tenga conocimiento público, porque como este es un hospital del que “es mejor no hablar” solamente aparecen los hospitales generales, que también son importantes pero, sin dudas, es importante que lleguen las vacunas al Hospital Moyano.
César Latorre, delegado general del Hospital Italiano
El ser esenciales finalmente hace que nos quiten derechos
M.H.: Han hecho una denuncia grave respecto del Hospital Italiano, que le descuenta a las madres por llevar a los hijos a la escuela, no les contemplan las horas ausentes por las jornadas escolares especiales que se están implementando a causa de la pandemia, obligando a que tengan que ser devueltas en forma arbitraria. ¿Qué nos podés comentar al respecto?
C.: Es un hecho aberrante que además se contradice con la propia resolución ministerial al no tener contemplaciones de las circunstancias en las que estamos viviendo todos, pareciera que el ser esenciales finalmente hace que nos quiten derechos. Es el argumento que utiliza la patronal para no dar a las madres la licencia para el cuidado de sus hijos por la reducción de la jornada escolar, que tiene una contradicción con la jornada laboral y que implicaría que varios días salgan más temprano o entren más tarde, o haya días que no puedan asistir por tener que cuidar a sus hijos. Esa es la situación.
Veníamos hablando con la patronal antes de que se diera a conocer la resolución ministerial, porque estos temas ya se venían sabiendo. La patronal dijo que iba a contemplar los casos, pero al final fueron llamando una a una y con la excusa de ver cada caso particular les hacían un apriete y les hacían recuperar las horas de alguna manera o en caso de que no las devuelvan, podían darles la licencia pero con descuento.
Esa es la situación que está dándose, desde la Comisión de género del Hospital y Cuerpo de delegados hicimos una acción en la puerta para visibilizar y agradecemos al periodismo en general y a las mujeres en particular que están dando a conocer esta situación.
Además, estamos hablando de una institución que ha recibido subsidios estatales que son de fondos jubilatorios de todos nosotros con los ATP del año pasado por un monto de 3.000 millones de pesos. Tiene una prepaga propia muy grande que es el Plan médico del Hospital Italiano, que lo siguió cobrando todo el tiempo, no es que esa contraprestación que dan disminuye la entrada de dinero. Con lo cual, no es que sus finanzas han sido menguadas de manera tal que no permitan absorber la situación de madres puntuales, que tampoco son tantas, porque en varios sectores se pudo ir resolviendo, pero globalmente no.
M.H.: Un hospital que no solo se ha beneficiado con 3.000 millones de pesos con los subsidios de fondos jubilatorios de trabajadores, sino también con el privilegio de recibir vacunas.
C.: También, es otra discusión que estamos teniendo porque vacunan a un 50% de la gente del Hospital que se quiere vacunar nada más, tomando los que dependen directamente del hospital. Pero para mandar ciertas estadísticas cuentan a todos los tercerizados y todos los que dependen del hospital, y para esto cuentan solamente a los que quieren vacunarse. Los que quieren vacunarse son 6.000 de todo el plantel, que somos 14.000. Al momento actual han vacunado al 50% y al resto no, sin embargo, las cifras que dieron del gobierno con vacunas para los socios de la prepaga, que no nos parece mal, para nada, lo que nos parece mal es que hay que inmunizar primero a quienes estamos actuando en la pandemia y necesitamos inmunizarnos para correr menos riesgos.
M.H.: ¿Cómo continúa esto?
C.: Tenemos planteada una nueva reunión con la Comisión de género y las trabajadoras madres. De cara al 8, el Día internacional de la mujer trabajadora, vamos a tener una acción en el hospital reclamando que tengan un cambio en relación a las licencias. Estamos en ese camino. Veremos qué pasa en estos días, a ver si respetan la resolución.
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