.Mural pintado en el Barrio Noroeste entre las calles Entre Ríos y Pje. Larrea
En el marco del juicio donde se juzga a los implicados en la Triple A de Bahía Blanca, entrevistamos a Julia García, hermana del «Negrito» García joven militante revolucionario, perteneciente al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y primer asesinado de la Triple A en Bahía Blanca. Por Corresponsales populares para ANRed desde Bahía Blanca.
En la etapa de alegatos en los juicios donde se juzga a los implicados en la Triple A bahiense, traemos esta entrevista que realizó una corresponsal de ANRed a Julia García. Ella es hermana del Negrito Garcia, joven militante revolucionario, perteneciente al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y primer asesinado de la Triple A en Bahía Blanca.
En esta profunda charla recuperamos parte de la vida del Negrito, sus experiencias en la militancia barrial y sindical, su compromiso con la lucha por una sociedad más justa. Quienes editamos esta entrevista vivimos en el mismo barrio que vivió el Negrito y nos sentimos orgullosos de levantar sus mismas banderas, desde su mismo lugar de lucha y resistencia.
Esta nota también explicita los planteos de la familia frente a su batalla contra la impunidad y complicidad del Poder Judicial, en estos tardíos pero necesarios juicios de la etapa previa al golpe genocida.
Actualmente, estamos próximos a la sentencia de los responsables materiales del asesinato del Negrito. En el corriente mes, el abogado de la familia, Leandro Aparicio, presentó el alegato como querella. Tal como aclara Julia en la presente entrevista no se han enjuiciado a los responsables políticos e intelectuales del crimen de su hermano. Además, cabe mencionar que este juicio en la que está involucrada directamente la Triple A, comienza en 2020, 8 años después de iniciados los juicios en Bahía Blanca a los crímenes perpetrados durante la última dictadura, dato paradójico, ya que los crímenes comandados por la Triple A sucedieron cronológicamente antes.
Luis Jesús, más conocido como el “Negrito”, a sus 18 años.
ANRed: Julia, ¿Podes contarnos quién era el Negrito, como fue su asesinato y quienes eran ustedes como familia en lo que hace a su historia de militancia?
Julia: Creo que hay que hablar de muchos años atrás, para la gente en medio de lo cotidiano debe ser difícil visualizar que estamos hablando de crímenes, en el caso de mi hermano fue en el año 1974. Pasaron ya más de 45 años desde este hecho y en Bahía Blanca sucedieron otros 23 asesinatos y secuestros. Nosotros éramos una familia de trabajadores, mi papá tenía muchos oficios pero nunca tuvimos la estabilidad laboral de un trabajo permanente.
Nosotros llegamos al barrio Noroeste más o menos en el año 61 o 62, yo tenía ocho años y soy la mayor de cuatro hermanos. Era un barrio bastante descampado y las casas muy precarias. Nosotros fuimos a la escuela 22, era la más cercana al barrio. Tuvimos una vida muy sencilla, de momentos de mucha carencia, en los que estábamos más o menos bien pero como todo hijo o hija de trabajadores inestables. Así que en el barrio siempre fuimos muy activos como familia, en particular mi papá desde lo ideológico y esto tiene que ver con experiencias anteriores. Era un tipo que le gustaba leer, no tenía la primaria, le gustaba cuestionar sus propios pensamientos. Hablaba de política internacional, tenía una capacidad muy importante de absorción, él iba leyendo e iba analizando, y siempre militando distintas actividades, en distintos partidos inclusive. Siempre en la búsqueda de cuestionar y estar convencido de que las cosas no eran como eran, que podrían ser diferentes.
En ese marco, yo creo que la parte más importante en donde toda la familia estuvo involucrada fue en la incorporación al Partido Comunista. Esto de estar activos máxime en ese contexto, en los años 71 -72 donde estaba la dictadura de Lanusse. La persecución y la represión eran muy importantes, con muchos compañeros en la cárcel. Así que desde ahí era el trabajo barrial: las cuestiones que tienen que ver con la luz, el agua, las calles, con las condiciones de vida, con las personas que tienen mínimos derechos. La cuestión era muy reivindicativa y esto nos permitía el vínculo con los vecinos.
El Noroeste ha sido un barrio muy activo, uno puede ver la cantidad de desaparecidos que hay, los presos, los muertos. También, era un lugar donde muchos estudiantes universitarios, ya en el 73, sobre todo integrantes del Frente Antimperialista por el Socialismo1, habían adoptado ese territorio para insertarse, trabajar y colaborar. De ahí surge la actitud de participar, de salir a la calle contra el golpe de Chile y por la Masacre de Trelew, hechos que fueron muy importantes en la historia, donde nosotros como barrio estuvimos presentes.
ANRed: ¿Ustedes en qué año llegaron a vivir a Bahía Blanca? ¿Siguieron en contacto con el Norte argentino?.
Julia: Llegamos cuando yo tenía ocho años, así que aproximadamente en el 61-62. Y con el norte no seguimos en contacto, primero por la distancia y porque las comunicaciones eran diferentes.
ANRed: Entrando un poco en el juicio y en torno su historia familiar ¿El vínculo entre ustedes como familia con el PRT como es que se da?. Hasta donde quieras hablar porque se que tu mamá no quiso hablar de esto en el juicio y muchos compañerxs no quieren hablar de esta militancia.
Julia: Yo creo que el tema de no querer hablar en el juicio tiene que ver con la forma en que marcó la represión en cada uno de nosotros. Fundamentalmente ser conscientes de que en este juicio a la Triple A estamos cuestionando, a sectores que hoy siguen vigentes dentro del Partido Justicialista. Una muestra clara es cuando va el – actual- presidente del PJ de Bahía Blanca a defender a los integrantes de la Triple A que eran partícipes y eran integrantes del PJ. en el 74. Entonces, esta falta de profundización de las responsabilidades políticas no permite poder hablar con libertad. No todo el mundo lo siente de esa manera, pero yo creo que algunos de los testigos no dijeron todo lo que tenían que decir y que se sentía el miedo y la desconfianza en muchos de ellos.
ANRed: ¿Nos querés contar cuándo fue asesinado del Negrito, cómo fue el contexto de su asesinato?
Julia: El Negrito fue secuestrado y luego asesinado el 22 de septiembre de 1974. Él era delegado en la Interamericana, tenía 18 años, era la persona que hablaba en las asambleas. Cuentan los compañeros que a veces le decían que no se exponga tanto pero él iba al frente y se plantaba. Eran varios compañeros que trabajaban en ese lugar. En una oportunidad, la empresa lo despide, los compañeros presionan y lo reincorporan. Después otra vez lo vuelven a despedir y se mandan un paro en la obra para que lo reincorporen y lo reincorporan. Ahí se pudo ver y medir el peso que tenía y la influencia que ejercía en sus compañeros de obra. Después fue amenazado yendo a trabajar, este proceso de amedentramiento y amenaza se da previo al secuestro y al asesinato. Era muy solidario el Negrito…
Previo al secuestro del Negrito ya hubo detenciones en Bahía Blanca, compañeros del PRT, A él lo van a buscar a mi casa. Mi casa era chica, clásica, de dos dormitorios, una cocina comedor y se lo llevan. Golpean la puerta fuerte. Golpean y dicen: “La policía”. En mi casa no había nada que pudiera comprometernos (volantes, revistas o diarios), que tuviera que ver con el partido. Entonces entraron y se lo llevaron. Ya iban con la decisión tomada de secuestrarlo y matarlo porque a las 6 a.m. aparece su cuerpo en cercanías de Gral Cerri. El primero que ingresa, entra encapuchado.
ANRed: Acerca del velorio del Negrito, que es un hecho muy emblemático y que está en la memoria colectiva de quienes militaron por esos años, ¿Qué podes contarnos sobre eso?
Julia: Bahía Blanca era una ciudad muy activa en lo que era militancia, sobre todo en el estudiantado y en los trabajadores.
Existían reclamos de los trabajadores por aumento de sueldo y otras reivindicaciones y también contra la burocracia sindical. Era una reivindicación vigente y que se mantuvo durante todo el gobierno peronista y antes. En el caso de Bahía Blanca la movilización de los sectores era muy importante. En particular, hay que recordar que acá en el año 74 en noviembre la burocracia “toma” la Universidad Tecnológica Nacional y después Remus Tetu, la Universidad Nacional del Sur. El caso del Negrito no tuvo que ver con la del Sur sino con quienes estaban en la ”toma” de la Tecnológica.
¿Qué significó este velorio acá? El trabajo de los servicios fue muy intenso, según los informes de la DIPPBA2, ellos también estaban allí, registran a los presentes con nombre y apellido, las organizaciones presente, qué dijo cada uno, esto significó en el tiempo la detención y el secuestro y asesinato de muchos compañeros. El velorio se usó como una fuente de información ahora tenían una punta de ovillo para seguir con la persecución y la “juntada” de datos, relaciones y actividades. A mi me impresionó, que en el velorio del Negrito, mi mamá no pudo hablar y lo despidió Osvaldo Bartolini, compañero muy allegado a nosotros, y transcriben absolutamente todo lo que dijo en los informes de los servicios de inteligencia. Fue mucha gente que atravesó la ciudad caminando, multitudinaria, fue una acción muy contundente…Creo que fue clara la conciencia de los compañeros de decir “a esto hay que ponerle un límite, salir a repudiar y rechazar este hecho”. Si bien no había consciencia de que esta forma de actuar o la presencia de un grupo paraestatal venía para quedarse en el tiempo, las acciones y la solidaridad fueron inmensas. No hay gente que no haya estado presente o agrupaciones o partidos en este repudio.
Imágen de la revista ASI, retratando el entierro del Negrito
ANRed: ¿Cómo inscribís el accionar de la Triple A en la historia argentina de la década del 70? Pensando un poco desde los estudios de genocidio que plantean como primer paso la construcción de un enemigo, que se lo estigmatiza, para luego iniciar un momento de hostigamiento “paraestatal”, antes de una etapa concentracionaria y de aniquilamiento ¿Como se vivió eso en Bahía? y ¿Cómo lo inscribís vos en la política nacional?
Julia: Una cosa que me parece importante analizar es el momento que se da el golpe: el 24 de marzo es una fecha que significó la expresión máxima de todo lo que se venía dando con anterioridad en la Argentina. Hubo 737 desaparecidos y 1035 muertos por los grupos paraestatales, la escala represiva se agudiza durante la época de Isabel Martínez de Perón y sus ministros que firmaron los decretos de aniquilamiento y la nacionalización de una política represiva. Me preocupa y me parece una agresión en el sentido de que todo el tiempo se niega esta época. Desde el relato oficial sobre el 24 de Marzo se está negando implícitamente lo que pasaba antes de esa fecha. No empezó el Terrorismo de Estado ese día. ¿Hubiera sido posible el Golpe de Estado sin todo lo previo que se largó, sin todo este andamiaje? o por ejemplo, otra cosa que surge en los juicios, los grupos de tarea durante la dictadura militar: Además de los militares ¿Quienes los conformaban?. Toda esta gente que en la época anterior había actuado dentro de los grupos paraestatales o en el Batallón 6013. Yo creo que este juicio también debiera señalar al gobierno nacional de ese momento como co-responsables.
¿A quién hacemos responsable de todo esto? No se puede seguir contribuyendo con el negacionismo. El otro día escuchaba que una diputada de Santa Fe presentó un proyecto de ley contra el negacionismo en la Cámara de Diputados, pone como fecha, el 24 de Marzo, para hacerlo punible y que se convierta en un delito el negacionismo de la última dictadura. Este tipo de propuestas también es negacionista porque contribuye a negar toda una etapa anterior que fue también terrorismo de estado en la Argentina.
ANRe: Y el haberlo hecho feriado nacional, el otro dia cuando iba a la marcha lo pensaba y me acordaba los 24 de Marzo hace 20 años, no era feriado y marchábamos pocos, pero el sentir es que era un día de lucha. Y ahora con este feriado en donde la ciudad está como en un día casi festivo, no laborable más, yo siento que se lo despojó de ese sentido de lucha, se lo despolitiza y se lo elevó a un lugar muy relevante como el inicio de un proceso represivo que sabemos que empezó mucho antes. En la Universidad Nacional del Sur, de los 60 desaparecidos y asesinados a lo largo de dos décadas, 15 son del periodo previo del 24 de Marzo4.
Julia: Es cierto, la represión comenzó antes. La lucha por el poder dentro del peronismo. Los peronistas de la JP Y otras organizaciones peronistas y de izquierda, fueron también víctimas del accionar de los grupos paraestatales. Un claro ejemplo de esto es toda la persecución que sufre Roberto Bustos por parte de la CGT y en particular de la UOCRA nacional en Bahía Blanca.
Otra cosa que también es importante aclarar, es que estamos analizando una situación que no sucedió solo en Bahía Blanca, esta situación fue nacional, la Triple A también, la CNU5 en la Plata y en Mar del Plata, Comando libertadores de América6, etc..
ANRed: Esa denominación de “la patota de la Triple A” es bien despolitizada. Fueron grupos, comandos nacionalistas que se crearon paraestatalmente. En el caso de El Negrito, ¿Quiénes son los responsables materiales y los responsables políticos que deberían estar sentados en las audiencias en esas sillas?
Julia: Nosotros identificamos a Chacho Perez y a Miguel Angel Chisu como integrantes del grupo que secuestró a mi hermano. Chisu pertenecía al sindicato de la Junta Nacional de Granos. Además, era Congresal de la CGT. Chacho Perez era chofer de Ponce. Fue en el 74 y ya 47 años pasaron para que sean juzgados. Pero yo creo que el elemento determinante de la falta de justicia es el mismo Poder Judicial. Yo lo comenté en el juicio y no tengo conocimiento de lo que pasa en los otros casos de compañeros que fueron asesinados por la Triple A. La justicia fue cómplice porque encubrió y no investigó. Hizo la “plancha”. Leyendo el expediente uno se da cuenta que desde el primer momento en que secuestraron el Dodge Polara7, el juez tenía elementos como para seguir profundizando la investigación. Hay otra universidad involucrada que es la UTN y yo creo tendría que señalizarse, marcar a estos espacios tanto como la UNS. La UTN fue un espacio donde funcionaba la Triple A.
ANRed: Como un lugar operativo….
Julia: Sí, como un lugar operativo donde ellos actuaban. El Dodge Polara era manejado por un estudiante, llamado Perez, de la UTN y también por Miguel Angel Chisu. “El estudiante Arrechea” dice que dejó el vehículo la noche del 21 en la vereda con las llaves puestas, que fue la noche en la que secuestran a mi hermano, Y que se fue a ver a su tío que vivía en Cabildo, cosa que después se comprueba que no fue así, entonces mintió todo el tiempo pero aun así nunca más lo llamaron. El juez ordena el archivo de la causa.
ANRed: Querés contar el derrotero por el que pasó la causa como para que vos digas que el Poder Judicial es cómplice. ¿Con qué argumentos se lo archiva?
Julia: Si, al Negrito lo mataron en septiembre y a los tres meses, en diciembre del 74 el juez archivó la causa, y lo mismo paso en el 86.
ANRed: Y en ese momento, en ese peregrinar de la familia por los despachos judiciales ¿Cómo siguió? En relación a la justicia.
Julia: En octubre del 74, mi mamá por las amenazas que recibe por parte de la Triple A, se va a Salta, nosotras ya estabamos allá y desde ahí no pudimos darle continuidad a la causa, que en diciembre del 74 se archivó. En el 85 el Dr. Tunessi solicitó el desarchivo de la causa y la detención de Perez y Chisu. Denunciamos que estaban trabajando en el Hospital Penna. En realidad, Chisu trabajaba en el Penna, en una empresa de “seguridad” y Perez lo iba a visitar..
ANRed: ¿Ellos estaban como búsqueda de persona desde el asesinato a pesar de que la causa estaba archivada?
Julia: Sí. Formalmente estaba la búsqueda pero la realidad es que no los quisieron encontrar.
ANRed: Aunque no seguían investigando porque no estaba abierta la causa.
Julia: Al estar la búsqueda en manos de la policía en algún momento lo podrían haber encontrado y si los hubieran querido encontrar se informaba al Poder Judicial.
ANRed: ¿Quién era el juez?
Julia: Jose Montone fue juez al principio de la causa y Hugo Cavalaro fue en la segunda parte.
ANRed: ¿Tenés referencia de esos jueces?
Julia: Estarían muertos. La fiscalía debería haber investigado. A mi me parece que se debería revisar los expedientes y hacer hincapié en la actuación del Poder Judicial. Eso es fundamental para echar luz sobre cuál fue el rol del Poder Judicial en Bahía Blanca
ANRed: ¿Cuándo se reabre la causa?
Julia: En el 85 pedimos la apertura y se pidió el reconocimiento. Cuando se hizo esta instancia de rueda de personas, nuevamente identificamos a Miguel Angel Chisu y a Chacho Perez.
ANRed: ¿Y cómo avanza?
Julia: Ahí pedimos la detención de ambos y lo que se logra es el reconocimiento y a pesar de que se los reconoce a los dos no pasa nada. Lo único que logramos en ese momento fue que nos amenazaron cuando salíamos de la comisaría. Vinieron varias personas, en un auto en contramano, una con el cuerpo afuera, y por la ventanilla cuando nos ven gritan: “Ahí van, son ellos”. Logramos escondernos en un almacén, el señor que se encontraba en su interior nos permitió escondernos, mientras fue Eugenio a la comisaría a decir lo que nos había pasado. Habíamos cruzado la calle, estábamos a una cuadra de la comisaría y fue la policía y nos volvió a llevar a la comisaría.
Lo que ordena el juez es que nos saquen a una casa en donde estábamos parando y al día siguiente fuimos al juzgado a buscar una constancia y después nos llevaron a la terminal, siempre en el patrullero, y partimos a Viedma. De todo lo que había pasado afuera de la comisaría había constancia en el expediente. Es más, el juez en ese momento tiene una actitud intimidante, cuando yo identifico a los dos, me dice: “tiene que estar segura porque si no se le puede hacer una causa penal y puede ir presa”. Se me pone al lado, pretendiendo persuadirme de que no los señale. A ese nivel llega la complicidad.
ANRed: ¿Cuál es el balance que haces con respecto a los juicios de lesa humanidad y los crímenes de la Triple A y qué es lo que esperas de este juicio, qué esperan como familia?
Julia: Valoro los juicios de lesa humanidad pero creo que hay un tiempo que no se maneja, que es el tiempo biológico tanto de los represores como de los testigos. Durante este juicio, murieron cinco testigos. Ha habido impunidad y ha habido encubrimiento. El tiempo que pasó y no se avanzó con los juicios con la debida celeridad es parte de esa justicia a medias. Pasaron ya más de 45 años del golpe de estado y 47 años en el caso nuestro. Tenemos el 74% de los condenados por crímenes de lesa humanidad, por genocidio, que están en su casa. El castigo pierde entidad en el tiempo y faltan muchos juicios todavía.
En este juicio creo que los cuatro imputados van a ser condenados, por asociación ilícita y se va a condenar a Aceituno por el homicidio de David “Watu” Cilleruelo8, pero los otros 23 secuestros y asesinatos seguirán impunes. Vamos a quedarnos con ese sinsabor de que queda mucha gente sin condenar y fundamentalmente queda el Estado como responsable mayor de toda esta represión, de persecución a opositores, que va a quedar impune.
ANRed: Las personas van muriendo y van viniendo nuevos funcionarios pero ¿Qué prácticas de esa época quedaron instaladas?… Que vos veas en la justicia, por ejemplo. Parte de ese continuismo del estado que debería revertirse con las reparaciones…
Julia: Hay una cuestión importante para decir del Poder Judicial, que es que después del golpe, “sigue funcionando”, no como Poder independiente, sino como un apéndice de la dictadura militar, como cómplices y encubridores, y esto se ha podido comprobar y juzgar a jueces, fiscales, defensores en los juicios de lesa humanidad.
Si bien no son generalizadas, hay prácticas de la dictadura como es la desaparición de personas, que preocupan y que tienen que ver con una cuestión ideológica, que se sostiene en algunos sectores del gobierno. Dos ejemplos que tenemos muy presentes fueron: la desaparición de Santiago Maldonado y de Facundo Astudillo Castro. Estaba desaparecido Facundo y no se cuestionaba a la policía bonaerense ni el accionar de Berni y ni hablemos de lo que significa todo el proceder del Poder Judicial en relación a esta familia y este caso. Porque en realidad es una batalla mirando desde afuera, es permanentemente la resistencia por parte de la familia y los abogados para que esta causa no muera en la impunidad. Veo grave y peligroso que estas prácticas coexistan en democracia. Son en su mayoría jóvenes quienes caen en manos de la policía.
Durante la pandemia en muchos lugares del país se dio que han habido personas golpeadas y asesinadas por la policía en este contexto. Prácticas y accionares totalmente arbitrarios y abusivos.
Edición: Matías Germán Calderón y Berenice Muñoz
Transcripción: Agustina Fernández
Citas:
1 El FAS – Frente Antiimperialista y por el Socialismo fue un frente de organizaciones, personalidades, sindicatos y sectores sociales no organizados que se aglutinó en torno a un programa de disputa democrática, patriótica y antiimperialista no antagónico a la lucha armada. Estuvo activo desde 1973 hasta 1975.
2 El Archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) es el resultado del espionaje sobre la actividad social, política e ideológica de hombres y mujeres que llevó adelante la policía a lo largo de medio siglo. La DIPBA fue creada en agosto de 1956 y funcionó hasta que en 1998 fue disuelta y cerrado su archivo en el contexto de una reforma de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
3 El Batallón 601 fue una unidad de inteligencia creada en 1968, dependiente del Ejército Argentino, que a su vez respondía al Estado Mayor General.
4 “Estudiantes y trabajadorxs desaparecidxs y asesinadxs durante el último genocidio en la Universidad Nacional del Sur” : Praxis Editorial
5 La Concentración Nacional Universitaria (CNU) fue una organización de ultraderecha creada en 1971 en Argentina, que tuvo su base en Mar del Plata y La Plata. Cometió asesinatos y otros hechos de violencia en complicidad con las fuerzas policiales y militares,
que fueron la antesala al terrorismo de Estado.
6 El Comando Libertadores de América era conducido por oficiales del Ejército Argentino, fue una organización criminal paramilitar y policial que actuó con gran intensidad desde la segunda mitad de 1975 hasta meses posteriores al Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Esos meses fueron los de mayor ferocidad por la cantidad de secuestros, torturas y muertes registrados.
7 Dodge Polara GTX verde, vehículo operativo de la Triple A bahiense, también conocido como “la fiambrera”.
8 “Watu” era estudiante en la Universidad Nacional del Sur y militante de la Federación Juvenil Comunista, fue asesinado el 3/4/1975 por la Triple A dentro de la misma universidad.
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