La paradoja de Fermi describe la aparente contradicción entre por qué no hay evidencia de vida extraterrestre, a pesar de que, lógicamente, ya debería haber sido descubierta.
Nombrada en honor al físico nuclear ganador del Premio Nobel Enrico Fermi, a quien también se le conocía como el “arquitecto de la bomba atómica“, la paradoja se basa en una conversación a la hora del almuerzo entre el famoso científico y otros físicos del Laboratorio Nacional de Los Alamos en 1950, luego de ver una caricatura en The New Yorker que comentaba sobre una serie de informes OVNI.
“¿Dónde están?” se dice que comentó.
Fermi responde a su paradoja argumentando que toda civilización avanzada desarrollada en la galaxia, despliega con su tecnología el potencial de exterminarse tal y como percibía que estaba ocurriendo en su época. El hecho de no encontrar otras civilizaciones extraterrestres implicaba para él un trágico final para la humanidad.
Similar a la estimación de Fermi, hay una ecuación más detallada establecida en 1961 por el astrónomo estadounidense Frank Drake, escrita para provocar una conversación en una reunión inaugural sobre la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI).
La ecuación sugiere que el número de civilizaciones lo suficientemente cercanas como para que sepamos puede basarse en una combinación de estadísticas.
Estos incluyen el número de planetas que sustentan la vida y las posibilidades de que la vida desarrolle tanto la capacidad como el deseo de transmitir información que pueda cubrir grandes distancias en un período de tiempo razonable.
En el medio siglo transcurrido desde que se sugirió por primera vez la paradoja de Fermi, hemos aprendido mucho sobre la diversidad de exoplanetas y sus estrellas. Sin embargo, todavía estamos muy lejos de poder hacer juicios remotamente precisos sobre el desarrollo de la vida en otros mundos además de la Tierra.
Hoy en día, existen numerosas soluciones potenciales para la paradoja de Fermi, incluidas explicaciones como:
Por otra parte, hay quienes proponen que somos probablemente la única especie emisora en al menos la Vía Láctea, porque de otro modo estaríamos inundados por radio transmisiones extraterrestres y habríamos sido ya sobrepasados por tempranos intentos de colonización.
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