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Una serie ficcional recientemente estrenada volvió a poner el tema en la agenda. Luciano Frangi, uno de los sobrevivientes, reflexiona sobre el hecho y cuenta detalles de una investigación propia que será publicada próximamente.

El próximo 30 de diciembre se van a cumplir 20 años de una tragedia que conmocionó al mundo del espectáculo, de la cultura, también de la política: el incendio del boliche República de Cromañón mientras tocaba el grupo Callejeros y cuyo saldo fue de 194 muertos. Una serie ficcional recientemente estrenada en el canal de Amazon Prime también volvió a poner el tema en debate público. 

“Siempre que llega diciembre, por más que sea el aniversario que sea, nos moviliza un montón. Pero siempre también digo que los que estamos en la militancia o en una agrupación somos los que mejor estamos, somos la punta del iceberg, y así todo estamos con remedios psiquiátricos y con estrés postraumático. Pero los compañeros que no vemos son los que peor están, los que tienen mucha claustrofobia, los que no pueden laburar, los que perdieron algún familiar, los que no pudieron superarlo; nosotros tenemos 19 suicidados durante estos 20 años por diversos temas, pero la base es el estrés postraumático y la tragedia. Así que estamos peleando por una ley, que se corta en diciembre, y que queremos que sea vitalicia porque el estrés postraumático es de por vida”, recalca Frangi, uno de los sobrevivientes, integrante de la Coordinadora de Cromañón, quien desde hace años realiza una investigación propia que será parte próximamente de un libro.

“Desde hace diez años estoy escribiendo un libro, lo hago con otro periodista, colega, y es una investigación. Es el primer libro que saldrá de Cromañón que no es sólo de testimonios, a pesar de que también tiene un par, inclusive el mío. Pero el libro se basa en una investigación que hicimos y apunta al origen del mal, digamos”, explica el sobreviviente de la tragedia.

Luciano Frangi

El huevo de la serpiente

“En el capítulo que se llama El huevo de la serpiente, me voy al año 1997, a pesar de que Cromañón pasó en el 2004. En el año 97 un inspector llamado Roberto Calderini recibió una coima y habilitó Cromañón -lo que era El reventón en ese momento-, pero era el mismo inmueble. Primero lo condenaron y después de unos años, vergonzosamente, prescribieron la causa por decreto. Esa persona primero no habilita a Cromañón y a los cuatro meses sí lo habilita. Lo que hizo fue fraguar los planos. Y acá es donde voy camino a lo del «capitalismo salvaje», ya que la cadena, los eslabones de una cadena de responsabilidades fueron lo que terminó en las 194 víctimas fatales”, considera. 

“Te voy a dar un ejemplo: de lo que hizo el inspector junto con los dueños de Cromañón (que no era [Omar] Chabán, que era solo el gerenciador). Rafael Levy, que no tuvo ni siquiera condena social, -porque lo vemos por la calle y no lo reconocemos estuvo un año preso nada más-, el tipo lo que hizo fue, en el techo de Cromañón, donde tenía que haber seis extractores de aire, sacó los extractores y puso tres canchas de fútbol para alquilar. Ahí te das cuenta que por guita sacó algo que nos podría haber salvado porque el humo se podría haber disipado. Después, la puerta de emergencia estaba cerrada con candado. ¿Por qué?  Porque Rafael Levy le ordenó a Chabán que la cerrara para que no se colara la gente primero, para que no haya ruido en el hotel porque hay un hotel lindero que es del mismo dueño, y un estacionamiento. Y aparte de eso para no pagar cinco patovicas, cinco jefes de seguridad en esa puerta. O sea, todo por plata. Después, en la media sombra, en vez de ir ignífuga Chabán compró la que es inflamable, la más barata. Todo para reducir costos. Por eso lo llamo «capitalismo salvaje». Y hay más. Por ejemplo, entraban 1.030 personas en Cromañón, y había exactamente el triple. ¿Por qué? Para hacer más guita. Así que, donde vos levantes una piedra en Cromañón vas a encontrar algo fraguado por codicia. Porque la ambición es algo que, bueno… pero ya la codicia es algo desmedido y hacer guita a costa de cualquier cosa inclusive de las muertes, es otra cosa”, define el integrande de la Coordinadora de Cromañon.

Los músicos

“Yo no estoy de acuerdo con que los músicos hayan sido condenados a prisión, pero entendí por qué los condenaron y se lo voy a explicar: ellos cayeron presos porque no tenían un contrato firmado con Chabán, nada más eso”, opina y agrega: “Si ellos hubieran tenido un papel firmado por Chabán ya no eran co organizadores, sino que era una contratación directamente. Pero al no tener ningún tipo de papel firmado, pasan a ser co-organizadores”.

“Aparte la seguridad, era gente de Callejeros, y aparte el manager de Callejeros yo creo que él sí tuvo más responsabilidad que los músicos”, apunta Frangi, y reflexiona: “La verdad que, sinceramente, un músico de 19 años que toca la guitarra yo estoy seguro que no sabría que hay una puerta de emergencia cerrada, que la cortina era inflamable en vez de ignífuga… pero sí quizás el manager, que es el que está para las cuestiones de la plata o para cuestiones que no sean tocar. Entonces, pongo un poco más de responsabilidad. Es más, el primer fallo de la Justicia, con el que yo estaba más de acuerdo, era sobreseer al grupo, condenar al manager y después a Chabán y a todo el resto: a la Policía, a los bomberos, todos los que recibían coimas. Y la coima fue comprobada también que salió de las arcas de Chabán y de Callejeros”.

“Ahora, ¿por qué hizo eso Callejeros?  Te lo explico: Callejeros estaba muy agradecido con Chabán, porque Chabán tenía Cemento. Chabán era muy respetado dentro del rock porque le dio un montón de oportunidades a los músicos. Y a Callejeros, cuando no eran nadie y cuando no podían llenar Cemento, no les hizo pagar las entradas que no podían vender, el tipo los bancaba. Entonces le debían un favor. Y acá, a las pruebas me remito: si vos ves el último disco de Callejeros que se llama Rock and Roll es tu destino, y mirás dentro del disco los agradecimientos y está Omar Chabán. Ellos le debían un favor.. Entonces Chabán dijo vengan a Cromagnon que es mi lugar. Y ellos irresponsablemente fueron, porque ellos ya habían tocado Excursionistas, en una cancha de once para 15.000 espectadores, no podían bajar a un local que entraban 1.000 o 2.000 personas. Y sin embargo lo hicieron, para devolverle el favor”, sintetiza.

La solidaridad, del otro lado del horror

“Algo que se destaca en la serie, que está bueno, es la solidaridad que hubo entre la juventud totalmente comprometida, que salvó un montón de vidas. Inclusive el 40 por ciento de los compañeros fallecidos fue por volver a ingresar a socorrer a alguien”, subraya Frangi.

“Hubo mucha solidaridad de parte de los vecinos, de los taxistas, en la esquina de Cromañón había una terminal de colectivos y pusieron a disposición de colectivos para lleva a los hospitales a los chicos”, rememora Frangi, pero resalta la acción de los «héroes anónimos» que fueron los propios jóvenes que habían podido salir y volvían a rescatar a otros, muchos de ellos fallecieron en el intento.

“Les digo «héroes anónimos», porque rescataron a gente que no conocían”, contó y siguió el sobreviviente: “Estos eran los primeros en salir, eran los que más fuerza tenían, los que no respiraron tanto, monóxido de carbono y de cianuro. Después, entrando y saliendo, ahí fueron intoxicandose. Los bomberos hicieron mucho también. Más de 4 o 5 veces no podías pasar ya que la pulseada entre el pulmón y lo que estabas respirando la ibas perdiendo. Porque a los 13 minutos, según el INTI, que fue el ente que hizo las pericias, a los 13 minutos ya te empezaba a quemer la vías respiratorias este humo espeso y negro que tuvimos que respirar. Yo, por ejemplo, estuve dos semanas escupiendo el ollín el líquido negro. Pero hay chicos que, hay historias tremendas, pero te digo que hay chicos que se desmayaron dentro de boliches y se despertaron 72 horas después en un hospital sin saber qué había pasado. Hay muchas historias. Hay gente, mamás y papás que perdieron a sus dos únicos hijos. La vida para esa señora, para ese señor es un calvario. Destruyó familias”.

De víctimas a estigma social

“Nosotros fuimos estigmatizados primero porque la banda era de La Matanza, segundo porque la tragedia fue en Once y aparte la esitigmatización que sufrimos de parte de la prensa los primeros años fue increíble. Inventaron lo de la guardería del baño, dijeron que nos matamos solos, que teníamos la culpa, que por qué había menores, cuando el horario era de una matiné por eso había menores, era de 7 de la tarde a 12 y media de la noche. Y después, porque yo te aseguro, que si eso pasaba en Lollapalooza, en San Isidro, se iba a decir otra cosa.  Ahí sí iba a tener la culpa a otra persona y ya no a las mismas víctimas, porque siempre se pone en foco a las víctimas. No sé por qué hay tanto amarillismo pero lo sufrimos bastante. Cuando viajamos en bondi, en subte, cuando escuchábamos a la gente hablar, era dolorosísimo para nosotros”, confiesa.

Frangi, vivía en el barrio porteño de Parque Chas y recuerda que unos días antes ya había ido a ver un recital de Callejeros con su primo, hermana y un montón de amigos del barrio, pero luego a Cromañón fue solo con un amigo. Ya le había impresionado el tema de las bengalas. “Yo había estado el 28 de diciembre y cuando se presentaron se encendieron  como 50 bengalas, no se veía nada en el escenario, todo humo blanco era”. “Nosotros también como público tenemos que hacer un mea culpa. Estaba naturalizado porque era la cultura del aguante y terminó con Cromañón, lamentablemente. Y sinceramente, vos ¿sí prenden una bengala al lado tuyo? ¿Decís algo? Decís, loco, parala. Y hace 20 años, no”, analiza.

La serie: de la ficción a la realidad

Cromañón, estrenada por Amazon Prime es la primera serie de ficción sobre la tragedia dirigida por Marialy Rivas y Fabiana Tiscornia, y cuenta la historia a través de las vivencias de una joven sobreviviente. 

“Nosotros colaboramos con la serie. Estuvimos en el 2022, dándoles una mano. Nos trataron respetuosamente, nos convocaron a nosotros y también a otras agrupaciones, estaban algunos padres de fallecidos, y tuvimos bastantes encuentros. Lo único que hicimos fue contarles a los actores del elenco las situaciones que nosotros tuvimos esa noche”, relató Frangi.

Sobre esta ficción consideró que “si bien hay un montón de gente que le gusta y de gente que no, lo que digo es que hay algo superador a que si te gusta o no, y es que se ponga sobre la mesa otra vez el hecho para que esta generación, que nació después de la tragedia, sepa lo que pasó”. “La finalidad de todo esto que hacemos, de militarla, de concientizar y todo para que no vuelva a ocurrir. Nada más”, agregó.

(*) Resumen de una entrevista radial en Noticias Piratas, Radio Sí 98,9, realizada a Luciano Frangi por Jerónimo Principiano y Ernesto Ávila.
 

Fuente : redaccionrosario.com