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La Lepra igualó 2 a 2 ante el Globo, en el Coloso, por la 8ª fecha. Lo ganaba con goles de Franco Negri y Jerónimo Cacciabue, pero Nicolás Cordero lo empató primero transitoriamente, y Cristian Núñez puso el definitivo. Burgos, hasta el momento, sólo suma de a uno. 

En los inicios de la siesta dominguera, Newells no durmió. De entrada madrugó al equipo de Frank Kudelka (ausente por tener Covid-19) gracias a un remate lejano de Franco Negri, que a los 2 repitió la fórmula que le sirvió para marcar en Tucumán: disparó desde afuera del área tras un rebote y la pelota se desvió en el camino para descolocar a Sebastián Meza.

Pero la alegría no le duró mucho al dueño de casa, que ya venía sufriendo en la pelota parada, y que a los 12 lo terminó de padecer con un gol, por un fuerte cabezazo de Nicolás Cordero tras un córner, en el que le ganó a todos en lo alto y dejó parado a Alan Aguerre, sin respuestas ante el certero y cercano frentazo.

El partido tenía mucho movimiento en los arcos, pero sin un claro dominador. Y la contundencia fue una de las principales características de esa primera parte. A tal punto que la siguiente llegada rojinegra fue a los 28, y también terminó con la pelota en el fondo de la red: Jerónimo Cacciabue conectó la pelota sin pararla ni dejarla picar tras un cambio de frente de Negri, y marcó un golazo, con remate cruzado y raso.

El entrenador Germán Burgos perdió por lesión, primero, a Julián Fernández –que debió salir a los 42 por un golpe en la rodilla, y el juvenil Diego Calcaterra ingresó en su lugar– y en el entretiempo se quedó Negri, por un problema físico, por lo que Juan Pablo Freytes saltó a jugar el segundo tiempo. 

El local se sintió cómodo en la primera parte del complemento, pero empezó a sufrirlo más cerca del final. Ahí los de Parque Patricios tuvieron tres chances claras en la misma jugada: José Moya reventó de cabeza el travesaño, Aguerre encontró el rebote de Lucas Merolla y el cumpleañero Mauro Formica (estaba en cancha en lugar de Maxi Rodríguez) salvó en la línea cuando a Claudio Yacob sólo le quedaba empujarla.

El Globo tuvo otra a los 41, y ahí no perdonó: el ingresado Cristian Núñez apareció en soledad por atrás de toda la defensa, y remató entre las piernas de Aguerre, para estampar la igualdad, de la que Huracán venía haciendo méritos desde hacía unos minutos.

La Lepra se conformó con la ventaja mínima, pero la espera para que termine el partido se hizo larga. Tanto, que sobre el final el Globo le dio su merecido y le hizo pagar caro ese retraso en el campo de juego. El inicio de la etapa del Mono Burgos en el banco rojinegro es a puro empate. 

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redaccionrosario.com