La cadena de electrodomésticos, Garbarino, cerró más de 10 locales y destruyó casi 500 empleos desde que cambió de manos. Debe los salarios de marzo y tiene al 30% de su planta de empleados suspendido. Además, desde el gremio denuncian que cierran sucursales sin aviso. Incertidumbre por el futuro y el plan de reconversión. Por InfoGremiales.
La cadena de electrodomésticos Garbarino cerró más de diez sucursales en todo el país en lo que va del año, en el marco de un proceso de “reconversión” de la empresa, que incluiría la incorporación de nuevos socios o la venta. Esta semana, se confirmó el cierre de cuatro sucursales en la ciudad de Rosario; entre enero y abril, bajaron la persiana locales en Mar del Plata, Río Cuarto, Merlo, Río Gallegos y en las provincias de Salta y Chubut.
La empresa cambió de dueños en junio del año pasado, pero ahora está en busca de nuevos socios o, incluso, de venta. Cuando se hizo cargo la nueva gestión Garbarino tenía 4.500 empleados. Hoy rozan los 4.000. A esta situación se suma la falta de pago de los salarios de abril, según indicaron desde el Sindicato de Comercio, que calificaron la situación de “angustiante”, según publicó el portal Infobae. Los salarios de marzo fueron abonados en parte, ya que los trabajadores que están en actividad recibieron un 50% de sus sueldos y los suspendidos, apenas un 25%. Los empleados aseguran que también se les debe un bono salarial que debía abonarse en diciembre último y que el 30% de los empleados están suspendidos.
También afirman que se cierran sucursales “sin aviso” y que la compañía se está quedando sin stock. Además, a los empleados les ofrecen un retiro con un pago de indemnización al 100%, no al 200%, y en más de 10 cuotas.
Representantes de la empresa y de la Federación Argentina de Empleados de Comercio (FAECyS) mantuvieron una reunión virtual el viernes último para discutir salarios: este miércoles se realizaría una segunda audiencia. Garbarino pasó en junio de 2020 de manos de la familia que le dio el nombre al empresario Carlos Rosales, presidente de la aseguradora PROF y protesorero del club San Lorenzo de Almagro.
La operación incluyó el pago de salarios atrasados y una inversión de $2.000 millones en un período de 18 a 24 meses. Según trascendió, ahora se encuentra otra vez en proceso de venta, y ya habría un interesado: Facundo Prado, presidente de la operadora de televisión por cable e internet Supercanal Arlink y CEO de la empresa Centrocard.
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