Donald Tusk, primer ministro de Polonia. Mindaugas Kulbis / AP
La advertencia se producen después de las desacertadas declaraciones del canciller ucraniano, Dmitri Kuleba, durante su visita al país vecino.
Polonia no dará luz verde al ingreso de Ucrania a la Unión Europea, a menos que ambos países solucionen su desacuerdo sobre las masacres de polacos realizadas por nacionalistas ucranianos durante la Segunda Guerra Mundial, según ha dado a entender el primer ministro polaco, Donald Tusk.
Los comentarios de Tusk siguen a un escándalo que sacudió Polonia durante la reciente visita del ministro de Exteriores ucraniano, Dmitri Kuleba, quien hizo el miércoles múltiples declaraciones polémicas sobre la historia de polacos y ucranianos.
Hallan una fosa común con restos de civiles polacos asesinados en 1943 por nacionalistas ucranianos
Preguntado sobre el incidente en una rueda de prensa el viernes, Tusk indicó que "los ucranianos deben entender que unirse a la UE es entrar en el área de los estándares en cuanto a la cultura política e histórica", recoge la agencia PAP.
"Ucrania no será miembro de la Unión Europea sin el consentimiento de Polonia", recordó, describiendo como "inequívocamente negativa" su evaluación de lo dicho por Kuleba.
El representante ucraniano pronunció sus desacertadas declaraciones el miércoles en la ciudad de Olsztyn, en el norte de Polonia. Aunque prometió no oponerse a las exhumaciones para ayudar a comprender la masacre de Volinia, el diplomático instó a las dos naciones a "dejar la historia a los historiadores" y a no desenterrar "las cosas malas que los polacos hicieron a los ucranianos y los ucranianos a los polacos".
Kuleba también habló de la Operación Vístula de 1947, un reasentamiento forzoso de ucranianos del sureste de Polonia al oeste del país. La acción tenía como objetivo la destrucción de células de resistencia de nacionalistas ucranianas, privándoles del apoyo material que recibían entre lugareños. Unas 140.000 personas fueron deportadas durante dicha operación y se dispersaron por el oeste del país.
Kiev tiene sus propias exigencias a las autoridades polacas, como respetar la "memoria de los ucranianos" expulsados por la fuerza de "territorios ucranianos", dijo Kuleba. El comentario tuvo muy mala acogida en el país anfitrión, ya que algunos lo percibieron como una insinuación de posibles pretensiones territoriales. El Ministerio de Exteriores de Ucrania tuvo que intervenir, explicando que el jefe de la cartera nunca quiso insinuar eso cuando hablaba sobre la región en la que vivía una "comunidad ucraniana compacta" antes de la deportación.
Entre 60.000 y 120.000 polacos fueron asesinados entre 1943 y 1944 en las regiones históricas de Volinia y Galitzia Oriental, que actualmente pertenecen a Ucrania, por militantes del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA) y la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN). Mientras Varsovia califica la masacre como genocidio de polacos, Kiev glorifica a los líderes de las organizaciones responsables como "luchadores por la libertad" y "héroes nacionales".
Fuente : actualidad.rt.com
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!