Rosario será sede de un gran encuentro académico sobre historia de la educación argentina y latinoamericana, el 31 de agosto, y el 1 y 2 de septiembre próximos. “A 40 años de la recuperación democrática: legados, debates y desafíos en la historia de la educación”, así se llaman el encuentro organizado por la Sociedad Argentina de Investigación y Enseñanza en Historia de la Educación (Saiehe) y la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Hasta el 30 de abril hay tiempo para presentar ponencias.
La sede de los debates será Humanidades y Artes (Entre Ríos 758) donde se desarrollarán XXII Jornadas argentinas de historia de la educación argentina y latinoamericana, y el III Encuentro de investigadores en formación, siempre con el eje en las cuatro décadas de democracia ininterrumpida.
La coordinación general de las jornadas está a cargo de docentes, investigadoras e investigadores de distintas universidades nacionales: Nicolás Arata, Gabriela Lamelas, Lucía Merlos, Silvia Serra, Elisa Welti, Natalia Fattore y Natalia García. El encuentro también cuenta con el apoyo de un comité académico y organizador que reúne a especialistas de la educación como Adriana Puiggrós, Sandra Carli, Pablo Pineau, Myriam Southwell, Paula Caldo y Ana Abramowki, entre otras y otros.
Los organizadores convocan a participar de este encuentro “que, desde hace más de 25 años, convoca historiadores, historiadoras, estudiantes y docentes para actualizar debates, temas y enfoques en torno a la investigación y enseñanza de la historia de la educación”.
Destacan que “es una oportunidad para continuar consolidando espacios de diálogo y reflexión sobre las problemáticas educativas locales, regionales, nacionales y latinoamericanas”, a la vez que invitan a sumarse a las mesas temáticas con el envío de contribuciones. Hasta el 30 de abril que viene hay tiempo de enviar los resúmenes ampliados.
Las mesas de debates programadas para el desarrollo de las jornadas son: Historiografías, archivos y fuentes: nuevas perspectivas y debates teóricos; Cultura material, tiempos, espacios y territorios; Interculturalidad, educación popular, experiencias socioculturales y movimientos sociales; Curriculum, saberes, enseñanza y formación docente; Ideas y conceptos: circulaciones entre lo regional, lo nacional, lo transnacional. Perspectivas comparadas; Autoritarismos, guerras, migraciones y exilios; Universidad. Prácticas formativas, investigación y extensión; Estéticas, sensibilidades y emociones; Sujetos, cuerpos y subjetividades; Instituciones y sentidos de la escolarización. Procesos y experiencias regionales y singulares; y Perspectivas críticas en el campo de la educación y la pedagogía. Género, lenguajes, discursos.
Las y los estudiantes de institutos de formación docente y de universidades nacionales de todo el país pueden asistir de manera completamente gratuita. Se otorgará certificado de participación. Para más información, escribir a jornadassaiehe2023@gmail.com o bien se puede ingresar a la página de la Saiehe para tener más detalles de la actividad www.saiehe.org.ar.
La educación y la construcción de la memoria, entre los temas de análisis. Foto: Ctera
Las jornadas ponen el acento en torno a las disertaciones, talleres y mesas programadas en los 40 años de la recuperación de la democracia.
“La sangrienta dictadura que se inició en 1976 se inscribe en un siglo XX marcado por las irrupciones y alteraciones de la vida institucional. Las seis interrupciones dictatoriales registradas desde 1930 suman un total de 25 años bajo regímenes castrenses alternados por numerosos planteos, asonadas y levantamientos militares, golpes de Estado fallidos, gobiernos de corte autoritario o períodos de semi-democracias. El uso de dispositivos represivos para el ejercicio de la violencia estatal fue una constante histórica de este proceso. El autodenominado Proceso de Reorganización Nacional iniciado el 24 de marzo de 1976 constituyó el capítulo más oscuro de esa historia. El proceso represivo -organizado en torno a un plan sistemático basado en el Terrorismo de Estado- se combinó con conflictos de orden externo tales como el enfrentamiento con Chile por el canal de Beagle (1978) y la guerra con el Reino Unido por las Islas Malvinas (1982)”, repasan de estos años que las jornadas se disponen a abordar.
“En aquel contexto histórico, -continúa ese análisis- el sistema escolar y los procesos educativos en general se vieron fuertemente atravesados por lógicas que impusieron el orden y la disciplina amparados en discursos conservadores, autoritarios, nacionalistas y excluyentes”. Lógicas que luego -afirman- se reflejaron en discursos, leyes y prácticas que impactan en las escuelas e instituciones, no sin que se registren importantes resistencias y alternativas frente a ellas.
La llegada del gobierno democrático en 1983 -analizan desde la convocatoria a las jornadas- abrió un escenario de recuperación de las instituciones “impulsado por las luchas de los organismos de derechos humanos, movimientos sociales y algunos partidos políticos y sindicatos”. Recuerdan que esa agenda “combinaba el reclamo por la recuperación de derechos, el enjuiciamiento a la Junta Militar y a los responsables de los crímenes de lesa humanidad y la visibilización de la enorme deuda social contraída con los sectores populares de nuestro país”.
Desde la organización de este encuentro, remarcan que en esas luchas por la recuperación y ampliación de derechos, “la educación se inscribió como un asunto fundamental, desarrollándose profundos debates como el que tuvo lugar a propósito del Segundo Congreso Pedagógico Nacional, convocado en 1984”.
“La comunidad de historiadores e historiadoras de la educación viene contribuyendo a analizar los impactos y alcances de las políticas dictatoriales y los desafíos que se enfrentaron durante la recuperación democrática, especialmente en la reconstrucción de una trama escolar pública y curricular inclusivas”, señalan.
Y destacan que esos estudios “han permitido interpretar algunas claves del pasado educativo reciente, revisando y debatiendo periodizaciones, transiciones, registros regionales, reapropiaciones y resistencias, improntas institucionales, discursos pedagógicos y proyectos comunitarios”.
Esas investigaciones han permitido demostrar que “el terrorismo de Estado no solo fue mostrando sus rupturas y continuidades, sino sus persistencias y el modo en que continuaron permeando discursos y prácticas en el escenario posdictatorial”.
Fuente : redaccionrosario.com
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