La causa por el intento de asesinato de la vicepresidenta, del que este viernes se cumple un año, avanza en dirección al juicio oral y público de los supuestos autores materiales mientras que la querella reclama que se profundicen las medidas de pruebas vinculadas a la detección de posibles conexiones políticas o autorías intelectuales, hasta aquí descartadas por los investigadores.
El tramo central del expediente, ya elevado a juicio, se encuentra en manos del Tribunal Oral Federal (TOF) 6, que en los próximos días correrá vista a las partes -fiscalía, querella y defensas- para que ofrezcan prueba de cara al debate oral que aún no tiene fecha
El TOF 6 no tiene jueces titulares y está integrado, de momento, por los subrogantes Sabrina Namer, Daniel Obligado e Ignacio Fornari, mientras que la fiscal del debate oral y público será Gabriela Baigún. En el juicio participará la querella de la ex mandataria, representada por los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal.
El atentado se produjo en la noche del 1 de septiembre de 2022, cuando la vicepresidenta saludaba a quienes le manifestaban su apoyo en la puerta de su departamento del barrio porteño de Recoleta, y Fernando André Sabag Montiel le apuntó a la cabeza con una pistola de uso civil y gatilló dos veces, pero sin que saliera ningún disparo.
Sabag Montiel, su novia Brenda Uliarte y el amigo de ambos, Gabriel Carrizo, son hasta ahora los tres acusados del intento de magnicidio. Compartían un emprendimiento de venta ambulante de “copos de nieve” y participaban de chats donde revelaban su odio al kirchnerismo y se alentaban a terminar con la vida de Cristina Fernández de Kirchner.
La investigación determinó que el 1° de septiembre, Sabag Montiel y su novia Brenda Uliarte llegaron juntos a las inmediaciones del edificio donde vive Cristina Fernández de Kirchner.
Cuando solicitó la elevación de la causa a juicio, la fiscalía entendió que la conducta de los tres acusados fue “premeditada”, es decir, idearon “un plan para llevar a cabo el asesinato de la vicepresidenta de la Nación”; pero se advirtió que no se hallaron elementos como para afirmar que detrás de los autores materiales existieron distintos autores intelectuales.
De las conversaciones por WhatsApp, surge que Sabag Montiel y Uliarte pensaron hasta en alquilar un departamento en La Recoleta “para apostar desde allí un francotirador”, idea después descartada.
“De la lectura de la conversación que antecede y del audio enviado por Uliarte surge de forma incontrastable que los imputados tenían intenciones de atentar contra la vicepresidenta en un contexto de reunión con gente afín a ella”, sostuvo el fiscal.
Brenda Uliarte, acusada como coautora, tiene como defensor oficial al abogado Carlos Telleldín (implicado y absuelto en dos juicios sobre el atentado a la Amia). “Dentro de unos quince días Brenda Uliarte hará una ampliación de su indagatoria para manifestar que una persona allegada a Gerardo Milman pagaba para concentrar gente frente a la casa de Cristina Kirchner. No era para matar a nadie sino para que vayan a provocar”, anunció Telledín, según publicó el diario Página 12. La querella también quiere avanzar sobre esa línea de investigación, además de los vínculos de los imputados con la agrupación de choque anti-kirchnerista, Revolución Federal.
Milman, diputado nacional y ex jefe de campaña de Bullrich, es nombrado en el expediente judicial veinte días después del intento de asesinato. Un asesor legislativo del oficialismo declaró ante la jueza de la causa, María Capuchetti haber escuchado a Milman referirse al atentado antes de que se cometiera. “Cuando la maten yo estoy camino a la costa”, dijo el testigo que le escuchó contar a Milman, el 30 de agosto, en el bar Casablanca, en una mesa contigua que compartía con dos asesoras. Las mujeres negaron que Milman dijese eso.
Si bien esta pista no figura entre las pruebas elevadas a juicio, se investiga el teléfono secuestrado a Milman. La querella también aspira a profundizar pistas sobre el posible financiamiento del atentado.
El día después del incidente, Cristina Fernández de Kirchner dejó por la tarde su casa. Por la mañana había recibido al presidente Alberto Fernández. El Poder Ejecutivo dispuso un feriado, como jornada de reflexión y defensa de la democracia.
El 15 de septiembre la vicepresidenta reapareció en un encuentro con el grupo Curas Villeros y Curas en Opción por los Pobres (OPP). “Yo siento que estoy viva por Dios y la Virgen”, dijo. Contó cómo había sido el día antes al atentado: “Yo ese día había estado en el Senado hasta las 8:30 y la verdad que estaba feliz, porque tuvimos una reunión con YPF y con los de la empresa Petronas, que habíamos tenido un acuerdo allá por el año 2014 cuando recuperamos YPF y ellos van a hacer una inversión muy importante en Argentina”.
Después, Cristina Fernández de Kirchner valoró lo ocurrido: “Lo más grave fue haber roto un acuerdo social que había desde el año 1983. Yo siento que la recuperación de la democracia no fue solamente que podamos volver a votar o elegir a las autoridades. Yo entiendo que recuperar la democracia fue recuperar la vida y la racionalidad, que podamos discutir la política”.
Fuente : redaccionrosario.com
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