A mediados de febrero, se produjo una cruel matanza de varios menores en una base militar. Esas muertes podrían constituir un crimen de guerra, según el derecho internacional.
Adama, un adolescente de 16 años, desapareció a mediados de febrero cerca de la casa de su abuela al norte de Burkina Faso. En días posteriores, se lo vio en un video desgarrador que empezó a circular en las redes sociales, en el que fue asesinado.
Tanto él, como otros seis niños aparecían en la grabación cubiertos de sangre y con las manos atadas. Sus cuerpos yacían en el suelo, rodeados de una docena de hombres, la mayoría de los cuales vestía uniforme militar. Uno de ellos se detenía sobre Adama y le arrojaba una piedra en la cabeza.
"Este todavía estaba vivo", decía el hombre, riéndose. "¡No vale para nada! No hay nada más que hacer que matar gente. Los mataremos uno tras otro", afirmaba en el video, recoge AP.
El Ejército de Burkina Faso ha negado su implicación en los asesinatos, que podrían constituir un crimen de guerra, según el derecho internacional. Sin embargo, recientemente AP realizó un análisis exhaustivo de la grabación y a través del examen de imágenes satelitales pudo determinar que la matanza de los niños se produjo en el territorio de una base militar ubicada a unos 2 kilómetros al noroeste de Ouahigouya, una capital regional cercana al lugar donde fue secuestrado Adama.
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Asimismo, al estudiarse los uniformes y los vehículos, se pudo concluir que los hombres pertenecían a las fuerzas de seguridad de Burkina Faso que, hasta hace poco, contaban con entrenamiento y equipamiento militar de Estados Unidos y la Unión Europea. La agencia señala que las Fuerzas Armadas burkinesas habían recibido decenas de millones de dólares por estos dos conceptos, incluyendo vehículos blindados, drones, equipos de comunicación, uniformes, cascos y chalecos antibalas para contrarrestar al Estado Islámico y Al Qaeda.
Además, en el video se pueden ver dos camionetas Toyota Land Cruiser Serie 70s -el tipo que fue suministrado a Burkina Faso por EE.UU. y la UE-, así como un camión Mercedes-Benz Atego, cuyos modelo y color coinciden con los de las 10 unidades de esta clase que fueron proporcionadas por el Departamento de Defensa estadounidense al país africano en 2014.
Por otra parte, cuatro hombres vestían camisetas con la bandera de Burkina Faso en el brazo izquierdo y algunos llevaban botas que parecían ser Mil-Tec, la marca alemana que sus Fuerzas Armadas recibieron, recientemente por parte de la UE.
La situación política en la nación africana sigue siendo tensa, después de que el pasado 30 de septiembre un grupo de militares, encabezados por Ibrahim Traore, apartara del poder al líder militar y presidente interino Paul-Henri Damiba. Desde entonces Traore ejerce como mandatario interino de Burkina Faso. El de Traore fue el segundo golpe de Estado en ocho meses, luego de que Damiba se alzara con el poder tras derrocar al expresidente Roch Kaboré.
Al mismo tiempo, un informe reciente del Índice Global de Terrorismo indica que Burkina Faso supera a Afganistán como nación con más muertes a nivel mundial por violencia extremista. A pesar de ello, algunos civiles aseguran que le temen más a las fuerzas de seguridad burkinesas, a las que señalan por las ejecuciones extrajudiciales y por la desaparición de un número incalculable de personas acusadas de apoyar a los extremistas. En muchos casos, los niños acaban siendo víctimas del conflicto político.
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Hasta la fecha, unos 50.000 voluntarios se han alistado en las filas del Ejército, no obstante los residentes dicen que esto solo ha contribuido aumentar los asesinatos de civiles, ya que estos persiguen a cualquier persona sospechosa de tener vínculos con los extremistas. Asimismo, las fuerzas gubernamentales también actúan en contra de la etnia fulani, un grupo de mayoría musulmana que representa a menos del 10 % de la población y vive fundamentalmente en el norte, donde los combates han sido más intensos.
Tales actos se justifican alegando la sospecha de que los fulani cooperan con los extremistas debido a sus disputas históricas con el Estado y al hecho de que viven en regiones con grandes áreas no controladas por las Fuerzas Armadas del país. Como ya se ha mencionado anteriormente, los niños están cada vez más en el punto de mira de las fuerzas de seguridad, sobre todo los que pertenecen a la etnia fulani, como Adama.
"Durante las operaciones de barrido como parte de la lucha contra el terrorismo, la mayoría de los niños arrestados son fulani. Esos niños generalmente cuidan el ganado", explicó el doctor Daouda Diallo, farmacólogo y secretario general del Colectivo Contra la Impunidad y la Estigmatización de las Comunidades, un grupo local en defensa de los derechos. Diallo agregó que los soldados creen erróneamente que los niños son "espías que informan a los terroristas". "Y es por eso que [...] están siendo arrestados", agregó.
A pesar de las numerosas evidencias recopiladas por AP, Jean-Emmanuel Ouedraogo, portavoz del Gobierno de Burkina Faso, negó que su Ejército fuera responsable de los asesinatos de menores que se muestran en el video. Según sus palabras, los extremistas a menudo se disfrazan con los uniformes de las fuerzas de seguridad y filman sus acciones para culpar al Gobierno. "El entrenamiento de nuestros soldados y nuestros (voluntarios) incluye un gran componente de derechos humanos y en todas las unidades tenemos prebostes que vigilan", aseguró.
Sin embargo, la agencia decidió compartir sus pruebas con el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de California, Berkeley, que realiza investigaciones sobre crímenes de guerra y otras violaciones graves del derecho internacional humanitario y los derechos humanos. El centro estuvo de acuerdo con que el video fue filmado en la base militar cerca de Ouahigouya y que los uniformes y camiones son compatibles con los utilizados por las tropas de Burkina Faso.
Frente a estos hallazgos, el portavoz adjunto del Departamento de Estado de EE.UU., Vedant Patel, sostuvo que la asistencia extranjera a Burkina Faso se restringió desde que los militares derrocaron al Gobierno elegido democráticamente en enero de 2022. "Condenamos enérgicamente la horrible violencia que se muestra en el video", dijo Patel. "Las denuncias de violaciones y abusos de los derechos humanos deben investigarse de manera justa y los responsables deben rendir cuentas", concluyó.
Fuente : actualidad.rt.com
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