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Maestras, maestros, estudiantes y una buena representación de diferentes gremios marcharon este mediodía desde la plaza 25 de Mayo hasta la plaza San Martín, para gritar “Basta de violencia”. En la movilización, en los carteles y en los discursos estuvo ese pedido común contra la narcocriminal, que se lleva la vida de las niñas, niños y jóvenes. Y de exigir que el Estado garantice una vida en paz y asistir a la escuela sin miedo. Para el jueves 22 anunciaron “un gran paro regional” y movilización.

Ni el paro de colectivos frenó la movida que armó la docencia de Rosario, que decidió parar cuando una bala hirió a un nene de primer grado a la salida de la escuela. “Ese es un límite”, se escuchó marcar de manera reiterada en el acto realizado frente a la sede de Gobernación.

A la marcha y al acto -mayormente de docentes- se sumaron otras trabajadoras y trabajadores, estudiantes y familias con el mismo pedido de ponerle un fin a la violencia narcocriminal. En ese reclamo común, hubo otras marcadas coincidencias: un no rotundo a la militarización de los barrios; la presencia activa del Estado en toda la ciudad, algo tan simple y de justicia social como tener escuelas en condiciones, trabajo y salarios dignos. “Basta de ajuste”, no al FMI, se escuchó reclamar al secretario general de Amsafé Rosario, Juan Pablo Casiello.

Mientras maestras y maestros ponían el cuerpo en la marcha y la movilización de este martes, para pedir un fin a la violencia y convocar a un compromiso ciudadano, los gobiernos provincial y municipal tomaban la promesa a la bandera a niñas y niños de 4to grado, en el Monumento Nacional a la Bandera. “Tapar la realidad es una decisión política”, les recordó desde el escenario del acto el secretario general de Sadop Rosario, Martín Lucero.

Hacia el cierre del acto, el secretario general de la CTA de los Trabajadores de Rosario, Paulo Juncos, convocó “a un gran paro regional, general y movilización” del movimiento obrero para el próximo jueves 22 de junio. “Siempre en unidad”, invitó y adelantó que será una medida contundente para que el gobierno mire a Rosario. La medida de fuerza es impulsada por la Multisectorial por la Paz de la que participan más de 50 organizaciones sociales y sindicales, entre otras.

En el acto se pidió que no se militaricen los barrios. Foto. Jorge Contrera

Un límite

El orador encargado de abrir el acto fue el secretario general de Amsafé Rosario, Juan Pablo Casiello. Destacó el paro total en el departamento Rosario y la adhesión a la movilización para decirle al gobierno: “Basta de matar a nuestras pibas y pibes”.  Ofreció un abrazo a la docencia y al pueblo de Jujuy “que batallan por el salario, la educación y el derecho a la protesta”.

Repasó en su discurso la seguida de hechos de violencia que desde hacía un año golpeaban a las escuelas. Desde el ataque al Jardín 80 de barrio Las Flores, hasta el crimen de Maxi Jerez en marzo pasado, los alumnos y alumnas muertos por la narcocriminalidad que siguieron en estos tres últimos meses, junto a las amenazas y balaceras a las escuelas. Y el límite que se marcó con el niño baleado al salir de la escuela.

“No queremos más de lo mismo. La militarización de los barrios no es una respuesta”, dijo Casiello y demandó “fortalecer la salud y la educación en los barrios”. Pidió que el poder político controle a la policía, y que la clase política deje de estar más preocupada por lo electoral y tome en serio el problema.

Liliana Leyes de ATE Rosario y Beatriz Introcaso de Coad fueron otras de las oradoras que reclamaron por el fin de la violencia, que cercena el derecho a trabajar y aprender. “¿De dónde sacan las balas? ¿De dónde las armas?” se preguntó en voz alta Leyes sobre el poder de las bandas narco. Y de inmediato recriminó al Estado provincial que “no se cansa de investigar a Nadia Schujman -por la persecución de la que es víctima la abogada de los derechos humanos- y no de dónde vienen las balas y las armas”. Y recordó la connivencia judicial en el caso del crimen de Bocacha Orellano.

“El problema de la violencia es toda la comunidad, no solo de las escuelas”, expresó el secretario general del Sadop Rosario, Martín Lucero, para celebrar la presencia de otros gremios y familias en la movida de este martes. Se preguntó qué futuro nos queda como provincia y país “si tenemos miedo de ir a la escuela, de enseñar y de aprender”.

“La respuesta la tiene que dar el Estado en su conjunto”, manifestó señalando a los tres poderes del Estado. “Hay complicidad entre los poderes para que esto pase”, alertó. Puso como ejemplo la reciente denuncia del ministro de Seguridad de la provincia, Claudio Brilloni, de que había 197 búnkeres en Rosario. “¿Y? No solamente hay que hacer inteligencia criminal sino que necesitamos un juez que libre esas 197 órdenes de allanamiento”.

Lucero propuso lograr un “consenso social” en el que se recuerde que “el límite son nuestros hijos e hijas”; que “se invierta más en educación” y que “el Estado esté presente en los barrios de manera activa”. También pidió que “la clase política santafesina transparente de dónde saca la plata para las campañas electorales”.

“Que ir a la escuela no sea un acto de miedo. Si eso pasa, fracasaremos como sociedad”, advirtió.

«Que ir a la escuela no sea un acto de miedo», pidieron las maestras y maestros. Foto: Jorge Contrera

“Perotti invertí en educación”

“Basta de violencia, exigimos respuestas a los gobiernos”, se leía en una gran bandera que llevaron durante la marcha las y los dirigentes gremiales. En esa primera fila, en las que siguieron y en la plaza se vieron también a referentes de la educación como el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci, y el director del Politécnico, Juan Farina.

Una nutrida columna de docentes del Sadop Rosario ganó las calles de la ciudad. También se vieron estudiantes de la Feser, la UES y diferentes centros de estudiantes secundarios y terciarios. Entre los gremios y organizaciones presentes, estaban Sindicato de Prensa Rosario, Soeme, Siprus, Aceiteros, la Bancaria, ATE, Judiciales, Correo, la CCC, el Polo Obrero y el MST. Además, entre otras adhesiones y presencias, estuvieron las de Juan Monteverde, Lucila De Ponti y Caren Tepp, y Carlos del Frade.

“La paz es nuestro mensaje”, “Fuerza Adep” (gremio de los docentes jujeños), “Basta de violencia”, “Perotti invertí en educación”, “Menos balas, más amor”, “Por favor están baleando la oportunidad de un futuro mejor”, se leyeron en los carteles confeccionados de las más diversas formas, todos con el pedido de ponerle fin a la violencia y recordando -como se leyó en un afiche- que: “Quien no se atreve a luchar no se atreve a enseñar”
 

Fuente : redaccionrosario.com