“A los y las militantes de las agrupaciones políticas universitarias de todos los tiempos, por el entusiasmo juvenil, por la alegría que nos potencia y nos salva en las épocas de adversas oscuridades. A los y las estudiantes y docentes que fueron perseguidos, amenazados, torturados, silenciados, desaparecidos, asesinados”. Con esta dedicatoria en plural, que convoca al presente y a la memoria, comienza el libro Crónica de una pasión colectiva. Los militantes de la Fede en el movimiento estudiantil. Facultad de Humanidades y Artes, UNR (1979-1986), de Adriana Hereñú, editado por Homo Sapiens.
Su autora es profesora en Ciencias de la educación (UNR), magíster en Políticas públicas para la educación y doctora en Sentidos, teorías y prácticas para la educación (UNL). Actualmente, entre otras tareas, es profesora en los Institutos Superiores N°16 y 36 de Rosario. Dice que, aunque no figure en la tapa del libro, José Perico Pérez (editor) es coautor de esta investigación sobre las y los militantes de la Federación Juvenil Comunista (FJC), o la Fede, en el movimiento estudiantil, y asegura que “sin su trabajo, contactos, documentos, relatos y variados entusiasmos, no hubiera sido posible”.
Asamblea en la puerta de Humanidades 6 de octubre de 1982. Foto: Crónica de una pasión colectiva.
Pero además de las dedicatorias en plural, el libro hace un especial homenaje a los nombres propios de “Rodolfo Shcoler, por su compromiso militante”, y a los de “Laura Ginesta, Laura López, Nora Arias, Diana Polito y Aldo Marinozzi, presentes hoy y siempre”.
Crónica de una pasión colectiva… se presenta este miércoles 20 de noviembre, a las 19, en el salón de actos de Humanidades y Artes (Entre Ríos 758). Además de Hereñú y Pérez estarán Cristina Viano, Pablo Francescutti, Gustavo Brufman y Gabriel Riestra.
Al trabajo de hacer este libro Adriana Hereñú lo define como un montaje, una idea que aprendió de quien considera su maestra: la investigadora Carolina Kaufmann. “Tomé ese concepto del montaje porque me pareció bastante adecuado a ese tipo de triangulación que se hace en este libro”, y que relaciona con los artículos periodísticos relevados en la Hemeroteca de la Biblioteca Argentina, en el Archivo del diario La Capital, en los documentos y testimonios reunidos y en el propio trabajo de investigar, recopilar y escribir esta historia.
La autora –en charla con El Eslabón– asegura que se trata de una obra posible, abierta, que se sigue construyendo. De hecho, ya cerrada su edición, siguieron apareciendo huellas, voces y recuerdos de la militancia de jóvenes de la Fede en la vida universitaria, en el período abarcado.
Profesora Adriana Hereñú, autora de Crónica de una pasión colectiva | Foto: Gentileza Homo Sapiens
Marca especialmente el subtítulo del libro Los militantes de la Fede en el movimiento estudiantil. Facultad de Humanidades y Artes UNR (1979-1986), para dejar en claro que el trabajo tiene que ver con el movimiento estudiantil en su conjunto, que no se limita a la FJC. Con esta perspectiva y amplitud, el libro se organiza en una introducción; tres partes: Desde las catacumbas: organización y militancia en la Universidad de la dictadura; Los comunistas en la dirección del CEHA en la Universidad de la democracia y Luces y sombras en la Universidad democrática recuperada. Un epílogo y dos anexos con testimonios, imágenes de documentos y fotos.
Siempre –señala Herenú– a lo largo de sus 320 páginas aparece el movimiento estudiantil como protagonista, cómo la Fede se relaciona con otras fuerzas políticas, y se repasan con nombres y apellidos los referentes de estas otras fuerzas: “Por ejemplo, un hito muy importante fueron las elecciones, en 1982, en el centro de estudiantes de la Facultad de Derecho (UNR) porque fueron las primeras del país, no solamente de Rosario. Eso está reseñado y aparecen los protagonistas de las distintas agrupaciones que respondían a diferentes partidos políticos”.
Movilización por el ingreso irrestricto Diario Rosario,1 de marzo de 1984.
—Esta reivindicación del movimiento estudiantil tiene hoy una relevancia fundamental, cuando hay un ataque a estas organizaciones y manifestaciones de las y los jóvenes.
—Pensamos que era una especie de casualidad, porque justo presentamos el libro cuando el movimiento estudiantil está álgido, movilizándose de otra manera, como si hubiera sucedido felizmente un salto cualitativo a lo que se venía viviendo, que parecía que el movimiento estaba más apagado. Incluso cuando empecé a leer los artículos de los diarios y toda la documentación que nos fueron acercando, como algún volante, programas y fundamentalmente el archivo de José (Perico Pérez), vimos algunas diferencias entre aquella época y ésta, en el nivel político, en sus dirigentes, en la información que subyace a esas escrituras y proclamas. Y de pronto aparece todo este movimiento estudiantil presionado por las circunstancias y respondiendo con una contundencia que no parecía manifestarse antes. Además, es también un imperativo presentarlo ahora, porque se cumplen los 40 años del triunfo del Mura (Movimiento Unitario Reformista y Antiimperialista), que fue el triunfo de los comunistas en la universidad. Perico (84-85) fue elegido presidente del centro de estudiantes y luego Gustavo Brufman (85-87), y Gabriel Riestra siempre acompañando en la conducción del centro.
—En la presentación de Crónica de una pasión colectiva hacés un llamado a “sentarnos a discutir porque este tiempo es aterrador”. Mucho recuerda al tiempo de militancia universitaria que toma el libro y a esa insistencia permanente a unirse, a juntarse…
—Esa idea –“sentarnos a discutir porque este tiempo es aterrador”– tiene que ver en parte con una preocupación personal, compartida por mucha gente. Expresa que es necesario oponer, ante un enemigo tan potente, tan impresionante, una barrera de contención que no se puede construir desde una sola fuerza política; y no solamente con las fuerzas políticas, sino con las fuerzas sociales, de toda la comunidad; y culturales también, miremos las movidas que hay con el cine, con el teatro. Eso también vibra dentro del libro, en las manifestaciones que la Fede y el partido (comunista) sostenían en su momento: la unidad en la lucha, la unidad de la fuerza política para resolver los problemas que en su momento se presentaban. Hay alguna continuidad, se puede tirar de ese hilo y pensar la actualidad a la luz de esas experiencias vividas.
—¿Cuál es el lazo común que une a estas historias, recuerdos, documentos y anécdotas reunidas en el libro?
—El hilo conductor, que está en todo el libro, es la alegría, un afecto alegre. Lo que digo recuerda a Spinoza, un filósofo al que abrevo, leo. En un principio el título del libro era Crónica de una alegría colectiva, y se cambió por pasión. Pero la palabra alegría aparece en distintos lugares. Ese es un hilo conductor, además de lo que cuentan los testimonios, porque hay algunas coincidencias en los relatos, van completando una semblanza que siempre es incompleta o un estado que nos da una idea de cómo fueron esos hechos; que no lo puede contar uno sólo sino que lo cuentan entre todos. La alegría la evidencia la gente cuando se les proponía aportar a este libro, que se ponían contentos, empezaban a buscar y a querer contar cómo habían sido los hechos.
—¿Qué te conmovió más cuando reuniste la documentación, los testimonios, a la hora de escribir, de hacer el montaje del libro?
—Lo más conmovedor es que yo fui parte de esa historia. Me iba dando cuenta de que, a medida que lo armaba, lo describía y lo escribía, no aparecía en ningún lado, y sin embargo el libro está escrito en primera persona del plural. Hablo de nosotros y me refiero a Perico también. Yo fui protagonista, milité en la Facultad de Derecho. Me acuerdo que en las elecciones del 82 nos metieron presos a Mendy (Aldo Marinozzi) y a mí por estar pintando una pared. Un testimonio que quería escribir y no pude porque Aldo no está, porque estuve conmovida permanentemente con las fotos… Lo más conmovedor fue revivir toda esa época.
—Para muchas lectoras y lectores, el libro quizás sea también una posibilidad de reencontrarse con sus historias.
—Sí. Incluso van a poder ir completando, con algunos aportes que no están en el libro, que vamos a subir a un sitio de Homos Sapiens, al que se puede acceder por el QR que está en las páginas del libro. En ese sitio están las revistas que pudimos conseguir y digitalizar, y se podrán leer completas. Por ejemplo, también vamos a compartir un artículo que me llegó cuando ya estaba publicado el libro. Es un artículo del diario Democracia del 83, sobre el movimiento que llevaron adelante los estudiantes en la Facultad de Humanidades y Artes para remover a los profesores de la dictadura. Es sumamente importante porque varios hablaban de ese hecho. Es un trabajo conmovedor, que además aporta por amplificación a entender lo que pasó en Rosario y en todo el país.
Fuente : redaccionrosario.com
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!