El ex ministro Sain considera que la baja de la criminalidad en Rosario se debe a un acuerdo con los grupos narcos, algo que él quiso hacer pero no tuvo el respaldo del “cagón” de Perotti ni de Alberto “que ahora sabemos estaba entre gateo y gateo”. Advirtió que si se rompe el pacto “estalla todo”.
El siempre mordaz Marcelo Sain, un criminólogo de trayectoria y con gruesos pergaminos como académico y como funcionario, pero que tuvo un paso conflictivo como ex ministro de Seguridad de la provincia durante la gestión de Omar Perotti, habló en el programa radial Noticias Piratas que se emite por Radio Sí. Allí fue categórico sobre cuál es, para él, lo que ha permitido al gobierno de Maximiliano Pullaro bajar en los últimos tres meses la tasa de crímenes en Rosario casi un 70 por ciento: ”Eso responde a una sola razón y es el acuerdo que se ha establecido desde la gestión política de la provincia de Santa Fe, del gobierno, con los líderes criminales que manejan los grupos de sicarios y gatilleros que antes gestionaban el mercado de drogas en Rosario a través de la eliminación del adversario; no hay ninguna otra explicación porque no hay ninguna otra política en el mundo que haga descender los homicidios de manera tan pronunciada que no sea esta que yo estoy señalando”, arrancó el ex funcionario.
Y confesó que él mismo tuvo ese objetivo pero que no encontró lo que sí logró la gestión de Pullaro. “Hubo un pacto, se paró la matanza de gente, no lo veo mal. Yo me la banco y digo: Pullaro está en lo correcto. Ahora, ¿por qué fue posible hacer esto, pactar esto? En primer lugar, es un gobernador directamente comprometido con la gestión de la seguridad pública y banca a su ministro y a sus funcionarios”.
—No te pasó a vos…
—Perotti era un cagón ¿De acuerdo? Así de simple. Con lo cual, evidentemente, bancó durante un año y pico porque estaba convencido del diagnóstico que habíamos elaborado y el acuerdo que habíamos tenido antes de empezar la gestión, digamos que teníamos que desarrollar esa estrategia fuerte y él arrugó. Si él no hubiera arrugado, yo creo que en el primer año nosotros hubiéramos dado vuelta la tortilla. Pero además, estaba rodeado de un gabinete que le decían, pactemos con (el senador provincial Armando) Traferri banquemos esto, sácalo a Sain, nos va a llevar a la derrota electoral, Sain es el diablo. Quedó a mitad de camino. Ni pactó con Traferri, ni pactó con todo el establecimiento histórico, y nos bajó el pulgar a nosotros. Cuando me doy cuenta de esa pérdida de poder, me voy. La renuncia no estuvo vinculada a ninguna otra cosa”.
El ex ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Sain. (Foto: Perfil)
En cuanto a las cifras presentadas por el gobierno, Sain amplió: “Permítanme una aclaración, cuando ustedes ven el total de homicidios cometidos, el año pasado, homicidios dolosos en la provincia de Santa Fe, casi el 85% de los mismos se cometieron en las dos grandes ciudades, en Rosario y en la ciudad capital de Santa Fe. Sin embargo, el descenso de homicidios en la ciudad de Santa Fe es muchísimo menos pronunciado que el descenso de homicidios estrepitoso en Rosario, y acá lo que hay que observar es que los homicidios en la ciudad de Santa Fe no son predominantemente homicidios que están relacionados con el mercado de drogas y con la matanza entre actores del mercado de drogas, sino que tienen que ver más que nada con conflictos interpersonales, y ahí reitero, en Santa Fe el descenso de los homicidios conforme el informe del Observatorio de Seguridad Pública, estoy tomando datos oficiales, es aproximadamente de un 20%, no es tanto, sigue cierta curva de descenso habitual en las idas y vueltas de los últimos años”.
“En cambio cuando vos ves Rosario, el descenso es brusco, lo que genera el descenso provincial. El problema es que el 80% de los homicidios en Rosario, en promedio general, entre el 60 y el 80 en la última década, está vinculado al mercado de drogas, está vinculado a matanzas relacionadas con el mercado de drogas, con la competencia entre grupos por el mercado de drogas o venganzas relativas a este tema, con lo cual evidentemente entonces el descenso provincial está íntimamente relacionado con el descenso rosarino”.
“Y ahí está el quid de la cuestión, no hay alternativa, es decir, los que gatillaban dejaron de gatillar, por alguna razón, y no hay ninguna otra razón posible que no sea el acuerdo con el gobierno provincial”.
“¿Por qué yo creo que es positiva la política del gobernador? Porque creo que cuando hubiese una sociedad saturada de violencia, cansada y hastiada a la vista de la violencia, que atraviesa al conjunto social, porque hace muchos años la violencia narco en Rosario estaba dentro de determinados barrios que eran los denominados barrios narcos, pero hace también algunos años que salió de esas esferas y se trasladó al resto de la ciudad. Y ahí hubo un nivel de alarma enorme cuando comenzaron a haber homicidios estrepitosos propios del mundo narco dentro de los bulevares, ustedes saben a lo que me refiero. Ahora, la verdad es que cuando vos lográs, a través de un pacto con el mundo criminal, un pacto de asociación o un pacto de no asociación con el mundo criminal, establecer reglas de juego, entre ellas se acabaron las matanzas de personas, es positivo para la vida social, es positivo para cualquiera que viva en un contexto así, porque empieza a ordenar la vida colectiva sin muertes violentas vinculadas al mundo criminal”.
“Eso no extingue el fenómeno criminal, porque el pacto implica que las autoridades autorizan, habilitan a que el mercado de drogas se siga desarrollando, pero sin violencia”.
“Porque de la única manera que el mundo criminal acepta entrar en ese pacto y para de matar gente, es que a cambio, digamos,que el gobierno deje de hacer lo que había hecho al principio, que generó una reacción tremenda del mundo criminal, que fue matar personas absolutamente inocentes o ajenas a ese conflicto en la ciudad de Rosario. Eso pasó en marzo de este año”.
“¿Qué es lo que había hecho el gobierno de Pullaro? Primero, habían endurecido las condiciones de encarcelamiento y habían hecho una suerte de promoción pública de ese endurecimiento. Era un acting. Las tres cosas que voy a mencionar eran acting, eran pura propaganda. qué es lo que sabe hacer Pullaro con excelencia, propaganda”, planteó Sain.
“No controlaba la calle, no había tenido ningún tipo de acuerdo con el mundo criminal, pero el tipo te mostraba como que estaba endureciendo las condiciones de encarcelamiento, porque antes no se hacía. Cuando en realidad el Servicio Penitenciario provincial durante toda la gestión de Perotti, estuvo controlado por los sectores del Servicio Penitenciario que le respondían a (el actual ministro de Seguridad provincial, Pablo) Cococcioni, cuando era el secretario de Asuntos Penitenciarios, en la gestión ministerial de Pullaro”, dijo el ex funcionario y amplió: “La banda de Cococcioni es la banda que siempre manejó el Servicio Penitenciario. De hecho estaba siendo investigado por el organismo de investigaciones por una denuncia interna del propio Servicio Penitenciario, toda esta organización criminal. Lo digo porque, te lo adelanto, es una de las causas que ellos sabían que el organismo de investigación estaba desarrollando. Fue una denuncia efectuada por un sector del servicio penitenciario, y esa investigación la llevaba (el fiscal Matías) Edery y (el fiscal Luis) Schiappa Pietra, y esa investigación de avanzar iba a llegar, sin lugar a dudas, a las responsabilidades de conducción política de Cococcioni y Pullaro. Por eso, entre otras cosas, esta es una de las causas fundamentales por las cuales a nosotros nos arman la causa de espionaje político”.
“Pero sigamos, sigamos con la narración -continuó Sain-. Primero, lo otro que hizo Pullaro fue romper búnkeres, también propaganda. Cuando vos tenés un ministro que está en el lugar de la acción, eso es verso. Porque los ministros no dirigen acciones operativas. Los ministros están en los lugares operativos cuando tienen que hacer propaganda. No es una atribución exclusiva de la UCR santafesina, ni de Pullaro, ni de Cococcioni. Eso lo ha hecho (Sergio) Berni, lo han hecho muchos que se han disfrazado de comisarios. Esa es la comisarización de la política. Y el tercer elemento, que también fue un acting, fue armar causas judiciales a los familiares de los líderes narcos detenidos.Yo no digo que esas personas que fueron, de alguna manera, empapeladas con causas, familiares directos, no tuvieran un vínculo con el mundo criminal. Lo que digo es que si lo tenían de antes, antes no se les armó causa, después se les armó causa y se mostró como parte del activismo del gobierno. Estas tres cosas tuvieron una reacción criminal”.
“La reacción criminal es: «La policía siempre se llevó la moneda del mundo narco nuestro. Nosotros la ponemos de ahí. Necesitamos ese dinero para bancarnos dentro del marco, digamos, de lo que es nuestra gestión del narcotráfico desde la cárcel. Necesitamos pagar protección, necesitamos pagar la protección de la gente que está afuera. En fin, el mundo narco nos abastece a nosotros, pero también al Estado que cobra de ahí. Ustedes han recibido un montón de guita de acá, históricamente, porque siempre se la pusimos a la policía, siempre le pusimos dinero que va derecho a las financieras, porque no quedan en los barrios populares, y que después terminan financiando, teniendo un vínculo estrecho con la política»”, graficó el criminólogo.
“Otra de las grandes investigaciones nuestras era ese circuito, por lo cual a nosotros nos tenían que sacar del medio, porque eso terminaba en la política, sin lugar a dudas”, resaltó. Sain recordó que Pullaro “había dicho durante cuatro años, miren, señores, yo tengo la solución, y cuando llegó pasaron dos meses recontra calientes, con alto índice de homicidios, a punto tal que el Observatorio no publicó eso. Escondieron toda la información. Ahora, después lo que pasa es la retaliación del mundo criminal, que es, digamos, la venganza a través de la matanza. Y ahí vino el pacto, ahí vino el arreglo. Y en el arreglo, reitero, lo que hace es decir, bueno, yo sigo manejando el mercado de la droga porque todos nos abastecemos de esto”.
“Sí, un gobernador fuerte. Segundo elemento, Pullaro tiene absolutamente subordinado al Ministerio Público de la Acusación. El presidente del Ministerio Público de la Acusación es Maximiliano Pullaro. El que establece las directivas, dice qué fiscal tiene que ser, fiscal regional, quién sí, quién no, es Pullaro. Los tiene disciplinados a todos. Es decir, concretamente, (la fiscal General del MPA, María Cecilia) Vranicich es una empleada de Pullaro. Olvídense, no hay autonomía a nivel de politización histórica, manejan y controlan el Ministerio Público de la Acusación a través del régimen disciplinario, el que se hace el vivo y investiga cosas que no convienen a la política le pasa lo que a Schiappa Pietra y a Edery: a Edery se lo sacaron del medio con un engarronamiento vil y a Schiappa Pietra lo domesticaron en silencio y se cayó la boca y nunca más habló. Así que Schiappa Pietra, digamos, se autocensuró, para decirlo de alguna manera.O sea, salieron de pista los fiscales que se atrevieron a ir un pasito más adelante que el resto de sus colegas que nunca han investigado las estructuras de poder”.
“Tercer factor: tienen comprada a toda la prensa, porque para que esto sea exitoso no tiene que haber un solo periodista que investigue estas cosas. No tiene que haber un periodista que analice los datos que yo analicé anteriormente,los que tenés ahí son públicos. No hay un solo artículo que te diga pero la puta madre, cayeron 70% los homicidios en Rosario en tres meses. Bueno, a ver, vamos a estudiar en otro lugar. A ver, Baltimore, en los años 80; el gran París en los años 90, lo que fue Washington que tuvo las tasas de homicidio de las más altas del mundo en los años 80, fundamentalmente en la parte de atrás del Capitolio que era el Capitol Hill. Vamos a analizar, a ver cómo fue en Los Ángeles en los años 80 y justamente vinculado a la distribución de droga, es decir, vamos a ver cómo fue que se redujeron los homicidios en estos lugares. Bueno, tardaron años y fueron estrategias institucionales altamente complejas, donde hubo ensayo y error.
“Acá, lo primero que hizo Pullaro es decir no tenemos el apoyo del gobierno federal. Patricia Bullrich sabe que Rosario le puede pegar en el pie si eso se calienta y se prende fuego, y de hecho cuando pasaron las cosas que pasaron en marzo, ella sintió el embate y entendió que había que resolver ese problema y Pullaro lo mismo. Con lo cual se sentaron, negociaron y mantienen ese acuerdo de una manera absolutamente responsable y madura. No se quieren, pero se necesitan y acuerdan. En cambio, nosotros teníamos una interlocutora como la Ministra de Seguridad (Sabina Frederic) que no entendía un carajo de nada y un presidente que hoy sabemos se la pasaba gateando y pese a que íbamos todo el tiempo con Perotti, y nos reuníamos con él y hacíamos grandes charlas entre gateo y gateo -hoy sabemos eso- y el tipo no entendía un carajo de nada, me hablaba a mí del Código Procesal Penal….”.
“En nuestra interpretación, cuando estábamos en el gobierno, era que teníamos que prolijar el vínculo del Estado con el mundo criminal porque si el Estado sigue prohijando el mundo criminal y la política santafesina sigue financiando el dinero narco, entre otras cosas, como ocurre, bueno, entonces, evidentemente, no vamos a poder resolver el problema de la violencia en el territorio. Porque además, la Policía santafesina -aquí en Buenos Aires o en la Capital Federal, que maneja el mercado del narco y hace que no haya violencia- en caso de la santafesina no existía, es una policía de morondanga, de cuarta categoría”.
Como consejo el ex ministro deslizó: “Miren bien cómo funciona esto en la Ciudad de Buenos Aires o en la Provincia de Buenos Aires, donde la policía sí maneja la calle”.
Ante el interrogante de si con en paso del tiempo, a su parecer se consolidará esta tendencia a la baja de crímenes de los últimos tres meses en Rosario, Saín deslizó que “hay que verlo” y subrayó: “Si se rompe esta pax criminal estalla todo”.
Fuente : redaccionrosario.com
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