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Ecuador. Balotaje el 14 de abril Unidad para frenar el autoritarismo


09-04-2025 21:41:51
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La candidata correísta Luisa González firmó un acuerdo con el movimiento indígena Pachakutik para enfrentar al neoliberal neofascista Daniel Noboa. Militarizó el país, aplicó mano dura (aunque aumentó el delito) y les abrió las puertas al ejército y a los mercenarios yanquis.

Más de 13 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas el próximo 13 de abril para decidir si reeligen al actual mandatario, Daniel Noboa, para un mandato completo (2025-2029) o, por el contrario, si optan por un proyecto de país muy diferente y vuelven a confiar en el correísmo, representado por la candidata del movimiento Revolución Ciudadana, Luisa González, que se convertiría en la primera mujer de Ecuador en ganar elecciones presidenciales.

No se conocen encuestas de intención de voto para el balotaje. El resultado es incierto, teniendo en cuenta la mínima ventaja obtenida por Noboa en la primera vuelta celebrada el 9 de febrero de 2025. En esa oportunidad, el multimillonario obtuvo el 44,17 por ciento de los votos y González el 44 por ciento, con una diferencia entre ambos de menos de 17 mil votos. Quien resulte ganador o ganadora gobernará del 24 de mayo de 2025 al 24 de mayo de 2029.

En primera vuelta, Noboa (Acción Democrática Nacional) obtuvo 4.527.606 de votos, y Luisa González (Revolución Ciudadana) 4.510.860. El tercer lugar lo ocupó Leónidas Iza (538.456 votos, 5,25 por ciento). 

Iza pertenece al Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik (MUPP), una organización indigenista nacida el 1 de noviembre de 1995 como una plataforma política de varias organizaciones sociales, encabezadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). En la actualidad, la Conaie es el colectivo predominante dentro del MUPP, por lo que funge como su brazo político.

Tras las elecciones anticipadas, Noboa asumió la presidencia el 23 de noviembre de 2023 para completar el último año y medio de mandato de Guillermo Lasso y dejó el gobierno debido a una grave crisis política y económica. El llamado a las urnas anticipado tuvo lugar tras el decreto presidencial del gobierno de Lasso en el que se activó un mecanismo constitucional, denominado muerte cruzada, que otorga la facultad para convocar elecciones extraordinarias para renovar la Presidencia, Vicepresidencia y Asamblea Nacional.

Noboa, un integrante de la internacional neofascista

El actual presidente cumplió a pie juntilla con todos los requisitos para ser incluido en la Internacional Neofascista. Militarizó el país. Reprimió a la población. Dejó ingresar, en forma oficial y también encubierta, tropas estadounidenses. También mercenarios provenientes de ese y otros países. 

Expresó, asimismo, en un gesto típico de los neofascistas, su deseo de considerar “amenazas terroristas” a los grupos narcos, que cada vez son más y están más activos pese a la mano dura. Noboa, claro, se cuenta entre los admiradores-imitadores del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, símbolo de un autoritarismo securitista tan farsesco como efectivo como propaganda.

“Los turbulentos casi 15 meses en el poder han pasado factura a Noboa en términos de popularidad, al pasar de un apoyo de más del 80 por ciento en los primeros días de la guerra contra el crimen a menos de un 50 por ciento en las últimas encuestas de finales del año pasado (2024)”, señala la nota del sitio británico BBC.

El medio destaca la capacidad de supervivencia del presidente, que sigue con posibilidades pese a sus cuestionables resultados en seguridad, economía y gestión de la crisis energética. “Parte de la población cree que la culpa es de Noboa, pero otros dicen que la culpa es de los gobiernos anteriores, o de los militares que no saben hacer su trabajo”, dice la politóloga Caroline Ávila en declaraciones a la BBC.

Noboa ha mantenido una efectiva estrategia de comunicación, preservando ciertos niveles de popularidad pese a las circunstancias negativas y las desastrosas políticas de su gestión.

Su política comunicacional está enfocada en los sectores jóvenes entre 18 a 30 años. Utiliza en forma prevalente las redes sociales TikTok e Instagram con videos cortos utilizando las tendencias actuales para presentar su gestión de gobierno y promover su imagen personal (se exhibe haciendo ejercicios o realizándose tatuajes del Ave Fénix, en referencia a su plan de seguridad denominado Plan Fénix). 

Muchas cuentas asociadas al movimiento ADN publicaron la mayor cantidad de contenido para la campaña de Noboa, creando un filtro en TikTok mostrando una figura caricaturizada de Noboa similar a Nobita junto a Doraemon, personajes del anime infantil del mismo nombre, parodiando el apodo dado a Noboa por la oposición. La primera dama, Lavinia Valbonesi, al igual que la campaña anterior, utiliza sus redes sociales para promover la candidatura de Noboa.

Pero fuera del mundo virtual, la realidad de las ecuatorianas y los ecuatorianos poco tiene que ver con superhéroes y hazañas.

Foto: Karen Toro

La tasa de pobreza aumentó del 26 por ciento en diciembre de 2023 al 28 por ciento en el mismo mes de 2024, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Inec). Ecuador sufrió en 2024 una recesión económica atribuida, entre otros factores, a una grave crisis energética que provocó apagones en todo el país. En el cuarto trimestre de 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) cayó un 1,5 por ciento interanual, uno de los peores datos desde la pandemia.

Al cierre del año el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó una contracción económica del 0,4 por ciento, mientras que para 2025 anticipa una modesta recuperación del 1,6 por ciento.

En esta situación, el FMI aprobó en mayo de 2024 un préstamo de 4.000 millones de dólares a 48 meses con un desembolso inmediato de 1.000 millones.

Cuando Noboa asumió el cargo, el país atravesaba el peor momento de la mayor crisis de seguridad de su historia. 2023 fue el año con más muertes violentas en Ecuador en al menos una década. Cada día de 2023 morían asesinadas casi 22 personas en promedio –récord histórico– mientras las violaciones, secuestros, extorsiones y robos se multiplicaban.

En enero de 2024, cuando Noboa llevaba menos de dos meses en el cargo, delincuentes armados irrumpieron en el estudio de una cadena de televisión estatal durante una transmisión en directo. Además de mostrar al mundo la gravedad de la crisis de seguridad ecuatoriana, este suceso extendió en el país la percepción generalizada de que era necesario aplicar “mano dura” para resolverla, que es exactamente lo que hizo Noboa. No funcionó.

Noboa aplicó el estado de excepción, permitiendo la movilización de las Fuerzas Armadas en las calles y dentro de las cárceles. Su estrategia tuvo éxito, eso sí, a nivel propagandístico: en los primeros meses de su mandato, Noboa llegó a superar el 80 por ciento de aprobación en las encuestas. Luego, ese índice fue cayendo y hoy no llega al 50 por ciento.

Los resultados de su anunciado proyecto de seguridad, denominado Plan Fénix, quedaron lejos del giro radical que muchos auguraban. “A nivel de indicadores hay algunas pequeñas mejoras, pero no ha sido un cambio significativo”, afirmó el analista político ecuatoriano Andrés Chiriboga en declaraciones a la BBC.

El promedio de asesinatos diarios bajó de 22 en 2023 a 19 en 2024 según datos oficiales, una variación que muchos consideran insuficiente teniendo en cuenta la magnitud de la campaña contra el crimen, financiada en parte con una subida de 3 puntos del IVA del 12 al 15 por ciento.

La criminalidad repuntó, además, con fuerza en enero de 2025, el mes más violento de los últimos tres años, con 731 asesinatos, un promedio de 23,5 por día, casi uno cada hora.

Violencia institucional y violaciones a los DDHH

El caso de “los 4 de Guayaquil” desnuda el lado más oscuro de la represión y la violencia institucional que suele encubrirse tras el concepto de mano dura. El 8 de diciembre de 2024 cuatro menores de edad fueron detenidos en Guayaquil –la ciudad más poblada y una de las más inseguras de Ecuador– por miembros de las fuerzas armadas tras jugar un partido de fútbol. Días después, sus cuerpos aparecieron calcinados con signos de tortura cerca de una base militar.

“Quedó claro que fueron los militares quienes, abusando de su poder, los secuestraron y asesinaron. Luego intentaron encubrirlo”, afirmó el analista político ecuatoriano Andrés Chiriboga en declaraciones al medio británico.

La masacre desató protestas masivas, llevó al arresto de 16 militares y puso en tela de juicio las tácticas de represión del gobierno. También demostró, a juicio del politólogo, que “de la mano de la política de seguridad de Noboa hay un despliegue de violaciones de derechos humanos”.

“Este caso de los cuatro niños no es aislado: es el más grave, el que más ha captado la atención de los medios y de la opinión pública, pero hay muchas otras denuncias de desapariciones y abusos”, concluyó el analista.

Junto con la inseguridad y la crisis carcelaria, uno de los mayores problemas de la gestión de Noboa fue la crisis energética. Desde septiembre de 2024, Ecuador viene sufriendo apagones programados que, en algunos casos, superaron las 12 horas diarias. La situación es atribuida a la sequía que redujo la generación hidroeléctrica, principal fuente de energía del país.

Pero también tuvo que ver con una típica medida de un gobierno neoliberal: la falta de inversión en infraestructura. Se estima que se perdieron más de 200 mil puestos de trabajo como consecuencia de los apagones. Es apenas un dato que da cuenta de los desastrosos efectos de las políticas de Noboa sobre los derechos más básicos de la población. 

Mercenarios yanquis para invadir Venezuela

“El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha posibilitado el retorno de algunos de los personajes más temibles y oscuros de la política estadounidense y tal parece que, en esta oportunidad, su despliegue en América Latina podría tener un carácter prioritario”, afirma Daniel Kersffeld en la nota en en Página 12 titulada “Mercenarios en América latina: el regreso de Blackwater”.

Kersffeld señala que el ex oficial de la Marina Erik Prince fundó Blackwater en 1997. La empresa se convirtió en la firma de seguridad privada más grande a nivel mundial, principalmente, gracias a sus lazos con el Pentágono y con el establishment militar de los Estados Unidos.

“Verdaderos ejércitos de mercenarios actuaron en los lugares más recónditos del planeta, en general, bajo el auspicio de gobiernos satélites, y sin mayores preocupaciones por la expansión del número de denuncias por abusos y violaciones a los derechos humanos. Mientras tanto, el combate a todo tipo de enemigos posibilitaba que la empresa aumentara su volumen de ganancias y se apropiara de territorios con valiosos y estratégicos recursos naturales”, agrega el analista, que incluye entre estos lugares a Ecuador.

Kersffeld añade que Prince “cuenta con un importante aliado, Nayib Bukele, con quien forjó una estrecha relación por su común participación en CPAC (Conservative Political Action Conference), la internacional de la ultraderecha que cuenta al ex militar en su comisión directiva”. Aparentemente, afirma el analista, la aceptación del salvadoreño para encarcelar a miles de inmigrantes que hoy se encuentran en Estados Unidos e, incluso, a recibir en sus famosas cárceles a peligrosos delincuentes estadounidenses, habría surgido de un pedido del propio Prince.

“Además de Bukele, su otro aliado en la región es Daniel Noboa, el mandatario que, en un contexto electoral, apunta a fortalecer su propuesta de mano dura mediante una asociación estratégica con el fundador de Blackwater. El descontrol en el que se encuentra Ecuador, asolado por bandas de narcotraficantes y con uno de los índices de homicidios más altos a nivel global, termina siendo aprovechado por el gobierno, que no duda en vincularse con una figura altamente controversial, pero con clara llegada al centro del poder en Washington”, puntualiza Kersffeld.

“Sin embargo, todo indica que la apuesta de Prince es todavía más alta y que no se conformaría solamente con su intervención en El Salvador y en Ecuador. El objetivo prioritario sería utilizar a esos dos países como base de sus ejércitos de mercenarios para, de ese modo, amenazar directamente a Nicolás Maduro, un viejo proyecto que reactivó en agosto de 2024, en medio de las repercusiones por las elecciones presidenciales en Venezuela y que cuenta con el apoyo de referentes de la oposición como María Corina Machado, la que sin tapujos manifiesta su opinión favorable a la intervención extranjera en su propia nación”, concluye el analista.

“La unidad es nuestra mayor fuerza ante la crisis”

“En tiempos de crisis, la unidad es nuestra mayor fuerza. Frente al avance de una derecha violenta y antidemocrática, es momento de dejar diferencias de lado y actuar juntos por un país más justo”. Bajo esta consigna se produjo la firma del acuerdo programático de 25 puntos entre Pachakutik y la Revolución Ciudadana.

La firma tuvo lugar el domingo 30 de abril en el marco de un encuentro amplio, que convocó a distintos sectores sociales en la Plaza Central de la parroquia Tixan, cantón Alausí, provincia de Chimborazo. El documento se titula “Acuerdo por la vida entre la Revolución Ciudadana y el Movimiento Pachakutik”.

“Las ecuatorianas y los ecuatorianos atravesamos una aguda crisis económica, política y social, expresada en la vulneración de nuestros derechos, inseguridad y violencia, desempleo, violación de la Constitución y la ley, cooptación de las funciones del Estado, despilfarro de los recursos públicos y corrupción a favor de los negocios y las empresas familiares del presidente de la república”, señala el primer párrafo del texto, que marca la violencia de la embestida neoliberal y la necesidad de deponer diferencias para enfrentarlas en unidad.

“Esta crisis económica, política y social está llevando a la sociedad a sus límites, por lo que ante esta dura situación la unidad y la acción conjunta de las organizaciones, movimientos sociales y políticos es la mejor garantía para buscar salidas democráticas. Consecuentes con lo señalado, las izquierdas y los sectores progresistas debemos asumir responsablemente el reto de superar nuestras diferencias y conflictos para poder responder con fuerza contra los causantes y beneficiarios de la crisis. El avance de una derecha violenta, oligárquica, antidemocrática exige urgentemente la unidad de todos los ecuatorianos, izquierdas, organizaciones sociales, movimientos progresistas para detener la más feroz expresión del neoliberalismo en el Ecuador”, indica el acuerdo, que además de buscar la unidad, incluye un programa de gobierno de 25 puntos.

“Con este objetivo, las organizaciones sociales progresistas y de izquierda, pueblos y nacionalidades indígenas, y el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, suscribimos este acuerdo por la vida y la plurinacionalidad de los ecuatorianos y ecuatorianas, comprometiéndonos a impulsar un gran proceso de unidad de toda la sociedad ecuatoriana para enfrentar el avance de la derecha neoliberal, violenta y autoritaria, y que trabaje con una salida de la crisis y la violencia, priorizando al ser humano y la dignidad, la equidad social y el respeto a nuestros derechos fundamentales que la Constitución y la ley nos garantizan. Es por esto, que el gobierno de Luisa González debe ser un gobierno que trabaje urgentemente en la búsqueda de mejores días para un Ecuador con Justicia, Trabajo y Paz por un país plurinacional e intercultural, justo y solidario”, explicita el escrito. El objetivo es claro: un segundo mandato de Noboa, envalentonado y en un contexto mundial donde las derechas crecen, arrasan y exhiben una crueldad creciente, sería una pesadilla para la mayoría de la población de Ecuador.
 

Fuente : redaccionrosario.com

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