Vista de estribor del submarino de ataque soviético K-222.US Navy / Public Domain
En diciembre de 1970, el submarino experimental soviético de propulsión nuclear alcanzó la velocidad de 44,7 nudos, un récord que no ha sido superado hasta la fecha.
"El titanio no es magnético y pesa la mitad que el acero; con el mismo espesor, con este metal ganamos peso", explicó Radiy Shmákov uno de los responsables de los primeros proyectos soviéticos de submarinos de propulsión nuclear, citado por RIA Novosti.
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En cuanto al armamento, se ubicaron cinco contenedores con misiles antibuque Ametist, el primer sistema de misiles del mundo lanzado desde un submarino sumergido. Los misiles se lanzaban desde una profundidad de 30 metros y alcanzaron objetivos a una distancia de hasta 70 kilómetros. Anchar podría realizar un ataque masivo con esos proyectiles en dos salvas con un intervalo de tres minutos.
Durante las pruebas celebradas en diciembre de 1970, al alcanzar la potencia de los reactores nucleares al 97%, el Anchar alcanzó una velocidad de 44,7 nudos (más de 82 kilómetros por hora), siendo la máxima, de solo 38 nudos, que la de cualquier torpedo de la época.
La velocidad máxima de los submarinos modernos de esta clase no supera los 35 nudos. Sin embargo, la rapidez del K-222 tuvo efectos secundarios. Así, a 35 nudos, el ruido en el compartimento del puesto de control central del submarino nuclear alcanzó los 100 decibeles, comparable al aullido de una sirena.
El flujo turbulento a lo largo de los lados creó un estruendo casi de un avión. De esta manera, el submarino nuclear perdió la principal ventaja de esas naves: el sigilo.
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Sin embargo, la enorme superioridad en velocidad permitió que el submarino nuclear ocupara rápidamente cualquier posición conveniente para disparar misiles de crucero, siendo capaz de evitar fácilmente los torpedos enemigos.
Debido a la complejidad del proyecto, la construcción del primer barco de propulsión nuclear de titanio llevó diez años. Además, su construcción se vio afectada por las demoras en el suministro de titanio y componentes, la dificultad para instalar los sistemas a bordo y numerosos retrasos asociados con la adopción de un nuevo sistema de misiles. El Anchar pasó a formar parte de la Flota del Norte de la URSS en enero 1970.
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Estaba previsto que la flota recibiera diez submarinos de este tipo, pero solo uno fue completado y puesto en servicio, ya que el Anchar resultó ser demasiado caro. Según diversas estimaciones, su coste rondaba los 2.000 millones de rublos.
Además, la operación de prueba reveló graves deficiencias del sistema de misiles, numerosos defectos del equipo, poca fiabilidad de los componentes de la nave y dificultades de mantenimiento. Finalmente, se consideró inadecuado desarrollar una versión modernizada.
Fuente : actualidad.rt.com
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