Combatientes fundamentalistas celebran su llegada a la ciudad de Hama, en el centro-oeste del país, el 6 de diciembre de 2024. Imagen: MUHAMMAD HAJ KADOUR/AFP vía Getty Images.
Con la advertencia de que cada elemento clave de la situación en Siria tiene por detrás factores históricos y estructurales de larga data, y que en estos días todos esos elementos están cambiando e interactuando con enorme dinamismo, compartimos un pequeño ordenamiento y precisión de cada uno de ellos. Por ANRed.
1. El avance fulminante, en menos de una semana, de las fuerzas fundamentalistas desde la región de Idlib hacia la toma de todas las principales ciudades sirias, que se encontraban bajo el régimen de Al Asad, sorprendió a todos. Los fundamentalistas ligados a Al Qaeda y al Estado Islámico, supieron hacerse fuertes en la región central de Idlib, consolidándose como las herramientas que podían derribar al régimen, reconvirtiéndose con nombres y simbolismos nuevos (HTS y ENS), manteniendo el respaldo de Israel y Turquía, listos para intervenir decididamente en el momento en que la coyuntura lo permitiera.
2. El régimen de Al Asad triunfó en la guerra civil que se dio a partir de la primavera árabe, pero ello se mostró esta semana como “un triunfo a lo pirro”. Recordemos que a las multitudinarias protestas populares le siguió una brutal represión y una gran deserción en las fuerzas armadas, dando lugar a una fragmentación territorial con amplias franjas donde ya no llegaba el estado sirio, una estrepitosa caída económica, alrededor de 4 millones de personas emigradas y cerca de 500 mil muertos. Al Asad tuvo que negociar el apoyo de Irán y Rusia para sobrevivir, así como ver regiones enteras a las que el estado sirio no pudo volver (Idlib en el centro oeste, Afrin en el noroeste a manos del “Ejército Nacional Sirio” (ENS) por turco, extensas regiones al este tribal y el nordeste a manos de las Fuerzas Democráticas Sirias afines a la sociedad democrática propugnada por Ocalan y el PKK kurdo).
Un combatiente fundamentalista frente a un retrato dañado del presidente sirio Bashar al-Assad esparcido en un edificio gubernamental en Hama, un día después de que los rebeldes capturaran la ciudad centro-occidental siria, el 6 de diciembre de 2024. Imagen: MOHAMMED AL-RIFAI/AFP vía Getty Images.
3. Es más claro lo que cae que lo que asciende.
a) Lo que cae es el régimen de Al Asad, que nació con el nacionalismo árabe laico antiimperialista en la década de 1960. Con un enorme apoyo popular conquistó la soberanía nacional y amplios recursos naturales, pero el grupo con el poder político fue convirtiéndose en una nueva clase dominante, en el caso sirio basada en privilegios para la formación de una burguesía nacional de religión alawita. Un régimen que estos años se alineó firmemente con Rusia y en menor medida Irán.
b) Lo que asciende es menos claro. Hay’at Tahrir al-Sham (HTS) es la fuerza que aparece conduciendo la ocupación militar. Su origen es el de ser la filial local, con nombre Al Nusra, de la red Al Qaeda. Al igual que con la red internacional, Al Nusra tenía amplios, aunque siempre reservados, contactos con EE.UU. e Israel, lo que la situó siempre en la aparente paradoja de un grupo islamista sectario, enfrentado a esos dos países y el supuesto modelo de democracia liberal que estos encarnarían, pero en la práctica respaldada por esos mismos estados. Las recientes salutaciones de parte de Israel y la prensa hegemónica occidental para la caída de Al Asad, vinieron acompañadas estos días por un brusco cambio en el lenguaje. Ahora los “fundamentalistas”, “terroristas”, “yihadistas”, son llamados rebeldes e insurgentes. Similar proceso se da con el Ejército Nacional Sirio (ENS) que todo indica es una extensión del estado turco en realidad. Así lo indica el hecho de que las diversas zonas del norte sirio que invadieron y controlan hace siete años, son zonas donde en la práctica rige el estado turco, como lo es el uso de la moneda de ese país, sus simbolismos, etc. ¿Estas fuerzas, tienen un modelo de sociedad siria de algún tipo o más bien pretenden tomar e imponer los intereses de sus patrocinadores lo más que puedan?
El Ejército de Israel sigue de cerca la situación en Siria Imagen: REUTERS/Jim Urquhart.
4. Desde el punto de vista internacional las implicancias son profundas. Israel y Turquía son los dos grandes ganadores en lo inmediato y así lo muestran las declaraciones de sus autoridades estos días. El gobierno de Netanhayu gana aire, ya que se encuentra con una situación estancada políticamente al sur y el este en Gaza y Cisjordania (aún cuando el genocidio contra el pueblo palestino se profundiza) y con una tensa tregua al norte con el Líbano y Hezbollah. Su gran adversario, Irán y el “eje de la resistencia chií”, sufre un duro golpe, ya que ese eje queda cortado logísticamente en Siria y con un Hezbollah debilitado por el mismo motivo. Y más allá, si Israel quiere conquistar una normalización de su estado en la región, las señales de integrante del HTS de que buscan inversiones israelíes pueden ser la mejor puerta para ello.
Turquía expande en la práctica su influencia a todo el norte de Siria y también a la ciudad de más peso económico, Alepo. Y sobre todo tiene las manos libres para extender la invasión sobre el nordeste sirio o “Rojava”, que es prácticamente la única región donde puede decirse que la “primavera árabe” triunfó y floreció, si es que esta consistía en una democratización de la sociedad, con una defensa efectiva de la libertad y la igualdad.
Y si bien las relaciones turco israelíes aparecen más tensas que nunca, al mismo tiempo hay que decir que sus relaciones económicas no se han cortado del todo y menos aún sus relaciones en el plano de la “seguridad”. Esta semana un alto mando israelí tuvo una cumbre reservada con el canciller turco, justo antes de que comenzara la ofensiva relámpago. Y las coincidencias turco israelíes se extienden con el gobierno kurdo en Iraq (que expresa a la burguesía kurda de ese país, enfrentada al PKK) y con el gobierno de Azerbaiján.
5. Menos claro es cómo impactará el cambio de régimen (y hay que ver en qué consistirá el nuevo régimen) en el tablero del conjunto global. Aquí predomina el enfrentamiento del bloque dirigido por EE.UU. contra el bloque dirigido por China, aunque no hay que invisibilizar la emergencia de una alternativa a ambos, Rojava.
EEUU viene sufriendo derrota tras derrota desde la segunda guerra de Iraq y la invasión a Afganistán. Bush hijo, Obama, Trump, Biden, vienen siguiendo una estrategia errática pero que tiene como punto en común que ofrece más represión que otra cosa. Irán se fortaleció y extendió su influencia hasta Yemen y Líbano, Arabia Saudita abandonó el patrón dólar, además de pactar con China e Irán, Iraq se acerca cada vez más a este eje y varios de los principales países de la región se incorporaron a los BRICS y Turquía abandonó la subordinación a EEUU por un notorio juego propio a varias puntas, entre las principales “novedades”.
En el mismo período, Rusia intervino decididamente en la guerra civil siria, encabezando su canalización en “el acuerdo de Astaná”, junto a Turquía e Irán. Sin embargo, la reciente caída del régimen muestra lo provisorio de aquella resolución y la influencia rusa en la región queda en revisión. Al mismo tiempo, la tendencia mundial de largo plazo de un desplazamiento del eje de poder de occidente hacia oriente tiene un impacto profundo en oriente medio. La influencia china aumenta sostenidamente, vía BRICS y vía también la ruta de la seda y una variedad de tratados. Si Israel tiene inversiones para ofrecer, el volumen con que ya lo hace China es incomparable. Sin dudas el nuevo régimen que está naciendo tendrá que posicionarse al respecto.
En el Kurdistán sirio (Rojava) miles de personas festejan la caída del régimen de Bashar al Asad. Imagen: ANF.
Por último, y no menos importante, hay que precisar el impacto de la caída del régimen en Rojava y la reacción de esta región. Como ya señalamos, la tenaz lucha entre los kurdos por una alternativa de sociedad al “capitalismo homogeneizador”, pudo “salir de las catacumbas” durante la guerra civil siria y disputar abiertamente el control territorial, construyendo una autonomía democrática que era y es toda una rareza en oriente medio. El momento en que salió a la luz mundial fue en “la batalla de Kobane”, donde el ejército sirio de Al Asad había escapado ante el avance del Estado Islámico o ISIS. Allí irrumpieron las fuerzas kurdas, en particular el batallón de mujeres, propinándole la primera derrota a ese yihadismo altamente patriarcal.
De allí lograron construir la autonomía democrática en el nordeste o “Rojava”, donde viven unas dos millones de personas de distintas etnias y religiones que conviven armónicamente.
En esa región se conformaron instituciones que sostuvieran ese proceso, entre ellas las Fuerzas Democráticas Sirias, la AADNES (administración autónoma democrática) y el CDS (Consejo Democrático Sirio). Estas instituciones saludaron hoy la caída del régimen, considerándolo una oportunidad “para construir una nueva Siria”.
En el Kurdistán sirio (Rojava) miles de personas festejan la caída del régimen de Bashar al Asad. Imagen: ANF.
La co-presidenta del Consejo Ejecutivo de la AADNES, Evin Siwêd afirmó que “este régimen ignoraba las identidades nacionales y culturales de los sirios, aplicaba una política contraria a las fuerzas democráticas y negaba los derechos del pueblo sirio. Basado en el nacionalismo, la religión y el sectarismo, causó la difícil situación de Siria. Ha causado la muerte de cientos de miles de personas y el desplazamiento de millones de sirios. Como pueblos del norte y el este de Siria, donde nuestras regiones sufrieron la mayor opresión, hemos perdido a miles de mártires en la defensa de nuestro pueblo y sufrido innumerables violaciones de nuestros derechos. En los últimos años de la revolución, a pesar de todos los esfuerzos locales e internacionales por encontrar una solución pacífica a los problemas sirios, el régimen continuó con sus políticas excluyentes y evitó un diálogo serio y constructivo. Se basó en una política de ganar tiempo para allanar el camino a una escalada más amplia de la crisis siria. Este régimen inestable es la causa de lo que está ocurriendo actualmente en Siria. Como Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria, durante los años de crisis ofrecimos todas las oportunidades posibles para lograr una solución pacífica a los problemas de Siria, pero el régimen sirio no respondió a estos esfuerzos y, por tanto, es el responsable. Con las medidas en las que hemos trabajado en el pasado. Como parte de la estructura y la geografía de Siria, trabajaremos para preservar la unidad del pueblo sirio y la integridad del territorio sirio. Utilizaremos el lenguaje del diálogo pacífico para resolver los problemas de Siria sin excluir a ninguna de las partes. Afirmamos que desempeñaremos un papel destacado en la construcción de una Siria democrática y diversa que garantice los derechos de todo el pueblo sirio sin discriminación. A todas las fuerzas políticas de Siria para que tengan en cuenta el pasado, aprendan de él y trabajen para liberar al país de esta lacra. Convirtamos esta fase en una nueva página en la que podamos cooperar juntos para alcanzar acuerdos que sirvan a los intereses de todo el pueblo sirio. Como Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria, estamos dispuestos al diálogo y tendemos la mano a todas las partes de Siria para dibujar juntos los signos de la futura Siria”.
En la práctica, las tres alternativas existentes, la del régimen de Al Asad en caída, la de las fuerzas yihadistas reconvertidas junto a sus patrocinadores israelíes y turcos, y la de Rojava, son alternativas sociales diferentes e incluso enfrentadas, pero que al mismo tiempo en la realidad concreta se ven obligadas a relacionarse entre sí. En estos momentos no sólo la historia está por escribirse, más aún, está escribiéndose, día a día. Momentos donde en la coyuntura se mueven violentamente las estructuras.
Fuente : anred.org
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